Igual que todos los países de Latino América y el Caribe, Nicaragua fue constantemente saqueada, explotada e invadida por el imperialismo. En particular la burguesía de EEUU necesitaba controlar este país porque del punto de vista estratégico y comer Igual que todos los países de Latino América y el Caribe, Nicaragua fue constantemente saqueada, explotada e invadida por el imperialismo. En particular la burguesía de EEUU necesitaba controlar este país porque del punto de vista estratégico y comercial permitía una fácil conexión entre el Océano Atlántico y el Pacífico. Augusto César Sandino, hijo de una familia campesina pobre, fue el primero en luchar contra el imperialismo en Nicaragua y comenzó una guerra de guerrilas que duró seis años de 1927 hasta 1932.
Sandino empezó su lucha con 29 combatientes reclutados entre obreros de las minas y logró juntar 3.000 guerrilleros que procedían de los campesinos, de los pobres de las ciudades y de la juventud internacionalista de todo el continente. Su lucha octuvo el apoyo de los revolucionarios del mundo entero. Se cuenta que pancartas “¡Viva Sandino!” aparecieron en Pekín y Shangai en 1927.
La guerrilla de Sandino se enfrentó con los marines norteamericanos y el ejército regular. El régimen, que no podía aplastar el movimiento, respondió con el terror contra los campesinos: fusilamientos de masas, torturas sitemáticas, castigos públicos, etc., contra la población civil por parte de la Guardia Nacional instruida por EEUU. Se utilizaron 70 bombarderos norteamericanos igual que iba a suceder 40 años más tarde en Vietnam. En 1932 Sandino aceptó rendirse a cambio de la promesa de la retirada de las tropas norteamericanas y la garantía de respetar a los guerrilleros. Esta ingenuidad le costó la vida a todo su ejército y a él mismo. El 21 de febrero de 1934 Augusto César Sandino fue asesinado tras una cena-trampa con el presidente liberal y títere de Washington Bautista Sacasa. Anastacio Somoza García declaró más tarde: “Fui a la embajada USA donde tuve un coloquio con el embajador Arthur Bliss, el cual me aseguró que el gobierno de Washington recomienda la eliminación de Augusto Sandino porque le considera un perturbador de la paz en el país”.
Sandino condujo una lucha heroica pero no suficiente para vencer: en su pensamiento había una debilidad de fondo que todavía permanece en la política del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) setenta años después. El objetivo de Sandino se limitaba a la liberación de la presencia militar extranjera, con la colaboración de la burguesía nacional-colonial, sin necesidad de revoluciones. En sus palabras: “Ni extrema derecha, ni extrema izquierda, nuestra consigna es el frente unido. En este caso no es ilógico que nuestra lucha acepte la colaboración de todas las clases sociales sin “ismos” o clasificaciones”.
El sectarismo estalinista del Pc nicaraguense (es decir el PSN, Partido Socialista de Nicaragua) empujó a Sandino entre brazos burgueses. Su asesinato abrió el camino al golpe de estado de la Guardia Nacional y a 42 años de dictadura de la familia Somoza, con la aprobación de Moscú y los ‘comunistas’ del PSN hasta 1973. No obstante, pese a la represión, no toda la oposición fue aplastada. En Managua se organizó en clandestinidad la Confederación de Trabajadores de Managua (CTM) con 3.000 afiliados.
La familia Somoza empezó a acumular una enorme fortuna y se calcula que en 1979 superaba los 150 millones de dólares, la posesión de 150 fábricas por una total del 25% de la industria y el 10% de la tierra. La linea aérea, un canal de televisión, un periódico y la filial de la Mercedes Benz también eran suyas. Dijo de Somoza Franklin Roosevelt, presidente de EEUU: “Somoza tal vez sea un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.
La ‘tutela’ militar norteamericana protegía los intereses industriales imperialistas y sus inversiones en América Central, que costituían el 80% de la región. Entre 1950 y 1979, fueron 4900 los oficiales y soldados que viajaron a EEUU para ser formados. Nicaragua se convirtió en la base estratégica del imperialismo en América Central: de ahí salió en abril de 1961 la operación de la Bahía de Cochinos (Playa Girón) contra la revolución cubana.