Boris Kagarlitsky, uno de los sociólogos de izquierda más destacados de Rusia, fue liberado el 12 de diciembre después de cuatro meses y medio en la cárcel. Fue multado con 600.000 rublos (alrededor de 6.000 euros) y se enfrenta al acceso restringido al Internet durante dos años, evitando así más tiempo en prisión. Una campaña global para su liberación, en la que los camaradas de la CMI participaron de manera destacada, fue un factor en esta victoria.
Campaña internacional de solidaridad
Como ya señalamos, Boris Kagarlitsky fue arrestado varias veces durante su vida política. En mayo de 2022, recibió el estatus de «agente internacional»: una advertencia disfrazada para que desistiera de su activismo o abandonara el país. Aún así persistió.
Boris Kagarlitsky fue detenido por los servicios de seguridad rusos FSB el 25 de julio, sobre la base de una investigación criminal en su contra por «apología del terrorismo». Fue trasladado a Syktyvkar, la capital de la República de Komi, que está a más de 1.000 km de Moscú.
El 27 de julio, la CMI expresó su solidaridad con Kagarlitsky y exigió su liberación inmediata, pidiendo a todas las organizaciones comunistas, de izquierda y de la clase trabajadora de todo el mundo que se movilizaran por su libertad.
Boris Kagarlitsky es bien conocido, y hubo una gran campaña de solidaridad internacional. 2.300 personas firmaron una carta pidiendo su liberación, incluidos Jeremy Corbyn, Jean-Luc Mélenchon y otros. Hubo una gran publicidad en los medios, no solo en Rusia sino en todo el mundo.
En agosto, más de 400 camaradas durante el Congreso Mundial de la CMI en Italia mostraron su audaz apoyo a Kagarlitsky y exigieron su liberación. El vídeo con cánticos de aliento se compartió ampliamente a través de canales de Telegram en Rusia.
Camaradas de Brasil prepararon una enorme pancarta hecha a mano para mostrar su apoyo a los prisioneros rusos al otro lado del planeta. Esto demuestra claramente que la solidaridad no tiene fronteras.
Sin embargo, el centro de la campaña de solidaridad estaba en Rusia, con el equipo detrás Rabkor (la revista en línea editada por Kagarlitsky) a la cabecera.
Varias organizaciones de izquierda unieron fuerzas en la campaña de solidaridad: carteles con demandas para liberar a Kagarlitsky aparecieron en las calles de todo el país. Cientos de activistas participaron en las reuniones en diferentes ciudades de Rusia: Moscú, San Petersburgo, Ekaterimburgo, Novosibirsk, Saratov, Perm, Barnaul, Krasnoyarsk, Vladivostok, Irkutsk, Cheboksary, Penza, Tver, Magnitogorsk, Volgogrado, Kaliningrado, Astracán, Biysk, Orenburg, Rostov-on-Don y otros.
Debemos mencionar que el Partido Comunista de la Federación Rusa, partidario del gobierno, no hizo publicaciones ni ningún declaración de apoyo a Kagarlitsky. Era una prueba más entre muchas de que el llamado Partido Comunista baila solo al son de las autoridades.
Para muchos, el arresto de Boris Kagarlitsky fue un punto de inflexión. En las muchas reuniones de solidaridad los oradores señalaron que la izquierda no debería simplemente organizarse para la liberación de un preso político, sino luchar para derribar el sistema capitalista que lo encarceló y luchar por el socialismo.
«Sentencia de absolución»
El 11 de diciembre, comenzó una vista judicial sobre el caso Boris Kagarlitsky. El Segundo Tribunal Militar del Distrito Occidental de Moscú fue el encargado de dictar sentencia.
Se supo durante la sesión de la corte que Kagarlitsky fue transferido a Syktyvkar porque el residente de Ukhta (ciudad en la República de Komi) Leonid Krasnoperov era el que le había denunciado. Este individuo dijo que vio un video en el canal de Youtube Rabkor en el que Kagarlitsky comentó sobre la explosión en el puente de Crimea el 8 de octubre.
Krasnoperov dijo que, con la gente muriendo en la guerra en Ucrania, se enojó al ver a «alguien» (es decir, Kagarlitsky) hablando «irónicamente» sobre el tema. ¿Y quién es este ciudadano preocupado? Un poco de investigación en línea revela que el Sr. Krasnoperov es jefe del Centro Infantil para la Creatividad G.A. Karchevsky, hombre de familia, patriota… y miembro del partido «Rusia Unida» de Putin, así como partidario del movimiento «Hombre del Norte» del rapero de extrema derecha Misha Mavashi. Además, en 2021 Krasnoperov fue condenado por publicar contenido extremista en línea.
A pesar de que el estado construye su caso sobre la «iniciativa» de un buen ciudadano, detrás de la máscara de la responsabilidad civil vemos la fea cara de un títere reaccionario del gobierno.
La sesión judicial se llevó a cabo de manera increíblemente rápida. A la mañana siguiente, se supo que el fiscal había solicitado cinco años y medio de cárcel para Kagarlitsky por «apología del terrorismo».
Además, el 7 de agosto fue incluido en la lista de personas involucradas en actividades extremistas o terroristas. Significa que se le prohíbe participar en actividades de enseñanza y publicación, o ocupar cargos políticos. También tiene prohibido usar tarjetas bancarias, y su salario solo se puede retirar en la cantidad de 10.000 rublos con petición previa. En otras palabras, su vida civil ordinaria llegó a su fin.
Muchos de nosotros esperábamos que la máquina estatal represiva pusiera a Kagarlitsky en la cárcel. Fue una tremenda sorpresa que el juez le impusiera una multa y restringiera su acceso a internet. Fue liberado en la sala del tribunal. En las condiciones de la Rusia moderna, esto equivale a la absolución.
En la noche del mismo día, Rabkor organizó una transmisión de Youtube en la que decenas de miles de personas pudieron ver y escuchar a Kagarlitsky. Su arresto reunió a personas de varias edades con diferentes puntos de vista: en tres horas, se reunió la cantidad de dinero necesaria para pagar la multa.
Varios oradores de la transmisión especularon que Kagarlitsky fue liberado debido a la ayuda de Putin. Mencionaron un caso en el que Vladimir Putin en el Foro Valdai el 5 de octubre prometió investigar la situación de Kagarlitsky después de una solicitud de Radik Desai, profesor de estudios políticos en la Universidad de Manitoba.
Otro orador dijo que Putin estaba contento con la forma en que se estaban desarrollando los acontecimientos políticos en el mundo y cómo la situación en Ucrania estaba mejorando para él. Por lo tanto, decidió comenzar su campaña electoral con un gesto de buena voluntad.
Cualesquiera que sean las circunstancias, podemos estar seguros de que las autoridades tomaron nota de la campaña de solidaridad y del efecto que hubiera tenido el encarcelamiento de Kagarlitsky en Rusia. Sin duda que esto jugó un papel en su liberación.
Somos conscientes de que la liberación de Boris es un caso excepcional. Cientos de presos políticos con perfiles más bajos siguen detenidos. El ejemplo de la campaña de solidaridad con Boris Kagarlitsky muestra que la acción colectiva puede lograr mucho.
Pero para detener la persecución política de las posiciones políticas, no es suficiente liberar a los individuos: necesitamos un sistema alternativo al capitalismo. Organízate, únete a la CMI para luchar por la construcción del socialismo. Solo juntos podemos construir un sistema basado en la igualdad y la justicia real. ¡La solidaridad es nuestra fortaleza!