A través de las redes sociales se conoció que Víctor Venegas, presidente de la Federación Nacional de Sindicatos y Colegios de los Trabajadores de la Educación (FENATEV) en el estado Barinas, fue liberado el día 11 de marzo. Sin embargo, según información dada por su abogado, Alonso Medina, su libertad no es plena. Al igual que ha ocurrido con tantos otros casos de trabajadoras y trabajadores judicializados en el último lustro, se le han impuesto medidas cautelares para maniatarle y prohibirle luchar: de ahora en adelante Venegas tiene prohibición de salida del país y deberá presentarse ante tribunales cada 30 días.
El dirigente del magisterio había sido privado de libertad desde el pasado 17 de enero. Se encontraba en la sede de FENATEV, participando en una asamblea docente, cuando funcionarios del SEBIN y otros cuerpos de seguridad, que traían el rostro cubierto, ingresaron por la fuerza al local para encarcelarlo. Durante la detención, fueron golpeadas al menos siete profesoras que estaban presentes en el sitio, y fueron sustraídos computadores y otros bienes pertenecientes al sindicato. Asimismo, áreas de la sede fueron vandalizadas por los cuerpos de seguridad. La detención se efectuó sin presentar ninguna orden judicial, y desde ese momento fue trasladado a Caracas -a 500 Km de su domicilio en Barinas-, y puesto a la orden del Tribunal segundo con competencia en materia de terrorismo a nivel nacional.
La captura se había llevado a cabo tras las manifestaciones del magisterio en todo el país, que tuvieron lugar el 15 de enero. En Barinas, la movilización docente fue particularmente masiva. Maestras y maestros viajaron desde distintas ciudades y pueblos del Estado hasta la capital estadal, para protestar por mejores condiciones laborales.
El Fiscal General de la República, Tarek William Saab, acusó en su momento a Venegas de participar en “el desarrollo de actividades contra la paz de la República”, y formar parte de “un núcleo que pretendía convertir al estado Barinas en epicentro de acciones violentas”. Sabemos, empero, que la acusación de Fiscalía es más de lo mismo. Se trata de las mismas calumnias e injurias que se han levantado contra otros dirigentes sindicales y activistas populares en el pasado, con tal de justificar la represión antiobrera que el gobierno necesita emplear a fin de continuar ejecutando su macabra política de ajuste fiscal extremo. No podemos olvidar que el gobierno Maduro viene llevando adelante -en los hechos al menos-, el peor plan de ajuste de toda la historia reciente de América Latina, y que en conjunto con los ataques de la burguesía a las conquistas obreras y las sanciones imperialistas, ha conducido a la clase obrera venezolana a niveles de hambre y miseria sin precedentes, desde la instauración de la democracia capitalista en el país.
Tras su detención, varios grupos de maestros y organizaciones sociales exigieron la liberación inmediata de Venegas, denunciando el carácter injusto, arbitrario y ominoso de su detención, así como la violación de sus derechos políticos y sindicales.
Durante al menos 5 días después de haber sido privado de libertad, no se supo nada de su paradero, lo que constituye una clara violación de sus derechos constitucionales. Esta práctica, que los cuerpos represivos del Estado capitalista han vuelto a convertir hoy en algo normal, es la misma que utilizaban los gobiernos de la cuarta república cuando reprimían a la izquierda y al movimiento obrero.
Por otro lado, su hermano, José Gregorio Venegas, comisionado en jefe de la PNB en Barinas, también fue detenido el 17 de enero. Se sabe que desde hace tiempo José Venegas no mantiene relaciones personales con su hermano Víctor, posiblemente debido a diferencias políticas importantes, dadas las profesiones, claramente contrapuestas, que ambos ejercen. En todo caso, José Venegas ni participaba ni apoyaba la lucha de su hermano Víctor. ¿Por qué entonces se le detiene? En otros casos de trabajadoras y trabajadores detenidos, hemos observado ensañamiento contra las familias. No es algo nuevo. En este caso, ¿intentaban evitar de antemano que José Venegas intercediese por su hermano? Lo cierto es que la medida demuestra el desprecio casi total del Estado y sus fuerzas represivas por los derechos civiles elementales de la población.
En el conocido caso de los 6 luchadores sociales -entre los que había dos dirigentes sindicales-, liberados en diciembre de 2023, se le acusó, sin pruebas reales, de estar vinculados a un plan de acciones para desestabilizar o intentar derrocar al gobierno. Lo mismo ocurrió con el estudiante John Álvarez, quien perdió la vista en uno de sus ojos, como consecuencia de las torturas a las que fue sometido. Como vemos, se trata de una política sistemática del gobierno y de los aparatos represivos del Estado. Utilizan las acusaciones de conspiración y golpismo para atacar y reprimir a distintos sectores del movimiento obrero o de la izquierda, con el propósito de aplastar cualquier lucha obrera y popular que se ponga en pie contra su política de ajuste, y de suspensión de facto de los derechos democráticos y políticos de la clase trabajadora.
Finalmente, casi dos meses después de su encarcelamiento, las autoridades han decidido liberar a Venegas. Así, han demostrado una vez más que su detención fue arbitraria, como en tantos otros casos. Al privarle de libertad, sólo buscaban contener y frenar las grandes manifestaciones que estaban realizando los maestros en Barinas y en todo el territorio nacional, en defensa del salario y de sus condiciones de vida y de trabajo.
Hoy, después de todas las protestas locales, regionales y nacionales, de las movilizaciones y los paros docentes parciales del año pasado, las y los maestros de nuestro país siguen ganando entre 9 y 23 dólares al mes. La detención de Venegas fue entonces parte de la política de guerra que llevan adelante el gobierno Maduro y el Estado –cuya política económica es hoy apoyada, al menos parcialmente, por un sector importante de la burguesía sindicada en Fedecámaras-, para derrotar la justa y heroica lucha de las y los maestros.
Desde Lucha de Clases saludamos la liberación de Víctor Venegas, reconocemos su labor como defensor de los derechos de las y los profesores en Barinas, a pesar de las grandes diferencias políticas e ideológicas que nos separan, elevamos nuestra voz por el cese a la política de criminalización y judicialización contra toda la clase trabajadora.
Al mismo tiempo, seguimos exigiendo su libertad plena, pues nunca debió estar preso, así como la libertad plena de los dirigentes sindicales de SIDOR, Daniel Romero y Leonardo Azocar, de la trabajadora de PDVSA, Johana González y de todas y todos los trabajadores presos por luchar.
¡Basta de criminalizar a quienes luchan!
#LiberenALxsTrabajadorxsPresxs