A continuación, presentamos la carta dirigida al Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, por la agrupación Madres en Defensa de la Verdad, en la que exigen la libertad inmediata de sus hijos, quienes se encuentran injustamente encarcelados. Los adolescentes, jóvenes y trabajadores representados por esta agrupación fueron detenidos arbitrariamente en el contexto postelectoral. La mayoría ni siquiera participó en las protestas posteriores al 28 de julio y ahora enfrentan cargos de “terrorismo” e “instigación al odio”. El 7 de noviembre por la mañana, Madres en Defensa de la Verdad llevó a cabo una protesta frente al Palacio de Justicia de Caracas, donde se procedió a dar lectura a la carta mencionada.

Caracas 07 de noviembre del 2024

Ciudadano Nicolás Maduro Moros

Presidente de la República Bolivariana de Venezuela

Señor presidente:

Hoy nos dirigimos a usted como un grupo unido por el amor a nuestros hijos, quienes son jóvenes, hombres y mujeres llenos de vida y sueños, pero que han sido injustamente detenidos tras las elecciones del 28 de julio. Víctimas de un sistema que parece haber olvidado el valor sagrado de la dignidad humana. En lugar de ser escuchados y comprendidos, han sido silenciados y apartados.

Nos duele profundamente ver cómo se les niega el derecho a la presunción de inocencia y se les arrebata el acceso a un abogado privado de su confianza. Cada día sin ellos es un recordatorio del dolor que nos consume como madres, y nos preguntamos qué futuro les espera si continúan encerrados en condiciones inhumanas.

Las Madres en Defensa de la Verdad somos un grupo de mujeres, madres, trabajadoras que tenemos hijos injustamente privados de libertad con o sin participación en las protestas ocurridas en Venezuela durante los días 29 y 30 de julio pasado. Sus casos han estado caracterizados por irregularidades como: aprehensión sin orden judicial, acusaciones fiscales sin base, adopción de decisiones judiciales contra derecho, produciendo pases a juicio sin base probatoria en los expedientes.

En las celdas donde se encuentran, lejos del calor del hogar y del amor materno, viven situaciones precarias y difíciles. Cada día que pasa sin su presencia es un golpe profundo en nuestras almas. Presidente, la incertidumbre sobre su bienestar y su futuro nos consume día a día.

Nos dirigimos a usted con la esperanza de que se abra a un diálogo sincero con el pueblo venezolano. Así como usted ha dialogado con otros sectores del país, le solicitamos que también se abra a este diálogo con el pueblo venezolano especialmente a través de nosotras, las madres. Creemos firmemente que este espacio puede ser un paso hacia la liberación satisfactoria de nuestros hijos y un avance en la construcción de la paz que tanto anhelamos. Deseamos contribuir constructivamente para encontrar soluciones y construir un futuro donde la justicia y la reconciliación sean posibles.

Le solicitamos, en su rol como jefe de Estado, que repare el daño causado a nuestra gente y facilite una Navidad en casa con nuestros hijos. En este sentido, y basándonos en las atribuciones del artículo 236, literal 19 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, o cualquier otro mecanismo legal que considere adecuado, le pedimos que conceda una medida de gracia que garantice la libertad plena e inmediata de nuestros hijos. Esto es especialmente urgente para aquellos que se encuentran en condiciones carcelarias inhumanas y padecen serios problemas de salud.

Esperamos que esta medida se tome con rapidez y que podamos vivir una Navidad sin nuestros hijos tras las rejas. Le imploramos que actúe con compasión y justicia; que escuche nuestras súplicas y permita a estos jóvenes regresar a sus hogares. Deseamos que disfruten del amor familiar y del consuelo que solo una madre puede brindar.

Nuestra lucha como madres es también una lucha por el futuro de nuestro país. Creemos en una Venezuela donde la justicia y la paz prevalezcan; donde nuestros hijos puedan crecer sin miedo ni incertidumbre. Les pedimos desde lo más profundo de nuestro ser: devuélvanos a nuestros hijos para vivir con esperanza y tranquilidad.