Celia Hart escribe a sus camaradas en el aniversario del 26 de Julio, el día del asalto al cuartel de la Moncada. Hermanos míos:
Estamos ya en vísperas del 26 de julio. En Cuba decimos que es el día de la Rebeldía Nacional, mas yo creo que es un día que nos pertenece a todos los revolucionarios del mundo y no sólo a los cubanos. De igual manera y con el mismo ardor que el Octubre del 17 no es propiedad de los rusos; el 26 de Julio pertenece a la Revolución y nunca a un país. Ser cubano significa tan sólo haber nacido casualmente sobre esta ligera isla, ser revolucionario significa, sin embargo ser cómplice del porvenir de esta hermosa humanidad.
La revolución es una patria amplia y sin fronteras que es sin dudas la anfitriona última de este maravilloso 52 aniversario de la toma de otro Palacio de Invierno. Derrocar a la tiranía de Batista era apenas un detalle frente al impulso de aquellos jóvenes por tomar el Cielo por Asalto. Tengo pruebas: Y no recurriré a la inspirada voz de Fidel, que en medio de una orgía de sangre defendió los derechos sociales del pueblo de Cuba en su autodefensa. Fue mi madre, Haydée Santamaría, la que confesara en una carta que le escribiera a mi abuela desde el reclusorio de mujeres de Guanajay: “Vas a vivir más que nunca para él (Abel Santamaría, su hermano asesinado en el Moncada) vas a amar lo que tanto amó; puedes dedicarte a defender lo que fue la razón de su vida: los trabajadores de Constancia, no los Luzárragas” (terratenientes de la zona).
Ya ven, ni siquiera una pueblerina de sexto grado luchó tan sólo por liberar a Cuba de la tiranía…no lo sabía, no había leído a Carlos Marx, pero tengo el gran gusto de saber hoy que ella lucho por el único sistema que hace libre a los hombres ¿Ven? El corazón tiene su propia literatura y sus propias razones.
Es por eso que un día como hoy se alzaron unos jóvenes contra el capitalismo, y todavía hoy los sobrevivientes que valen, siguen luchando contra él; pues el cuartel Moncada fue tan sólo la continuación de la lucha de los mejores bolcheviques, de los mejores comuneros. Y el único aplauso que merecen aquellos revolucionarios es el sonido de las balas en nuestras selvas, son los piquetes bien organizados, son los gritos de guerra contra el único opresor que se disfraza año por año con diferentes máscaras. Ayer fascismo y tiranías sangrientas, después corruptas y serviles democracias, el Imperialismo es también un disfraz del mismo asesino…ya por último nos quieren vender la túnica cínica del antiterrorismo ¡Son los mismos! Sigue siendo el capital el único enemigo del trabajo y por tanto de la humanidad ¡Cuidémonos de esos disfraces!, cuidemos juntos las revoluciones que tenemos en pie y conquistemos otras. La burocracia es la más servil aliada del capitalismo y trabaja en silencio, tratando de devorar a las revoluciones desde sus huesos ¡Cuidemos todos a la ya veterana revolución cubana de esos y otros peligros! ¡Empujemos a la adolescente revolución bolivariana para que caiga de bruces en el socialismo!, hagamos repicar después los tambores de la revolución mundial.
Este es entonces vuestro 26 de Julio también, los días que marcan pauta en las revoluciones no son jamás fechas nacionales.
Todos ustedes luchan por lo mismo. Todos estamos luchando por aquellos trabajadores de Constancia de 1953 y en contra de los Luzárragas de nuevo tipo, esta vez en el mundo entero
Por eso están este día, acá muy cerca de mí. Y hoy Cuba es tan sólo la sede de la rebeldía, desde donde nos proyectaremos todos juntos a conquistar las estrellas
Vuestra siempre… Celia