El lunes 26 de Diciembre en la tarde, San Félix (Bolívar) se estremecía con el estruendo de una explosión. En pleno centro, en la armería Comercial Márquez donde ilegalmente se vendían fuegos artificiales, se produjo la detonación, con un fuego que a El lunes 26 de Diciembre en la tarde, San Félix (Bolívar) se estremecía con el estruendo de una explosión. En pleno centro, en la armería Comercial Márquez donde ilegalmente se vendían fuegos artificiales, se produjo la detonación, con un fuego que arrasó varios comercios vecinos y ha matado al menos a una docena de personas. La voracidad por las ganancias que son el pilar del capitalismo junto a la ineficiencia del aparato burgués del Estado son los principales culpables de este «accidente».
A eso de las 3:00 pm, en la Calle Bolívar de San Félix (ubicada a pocos minutos de Puerto Ordaz) se producía un estallido en la armería Comercial Márquez, ubicada en pleno centro de la ciudad, en las cercanías del Mercado Municipal. La prensa regional informaba que hasta la noche del martes se habían logrado recuperar al menos 12 cadáveres de personas muertas en los comercios aledaños, pues aún había sido imposible entrar a la armería. Según comenta el diario loical Nueva Prensa de Guayana «La explosión hizo estremecer los negocios de la manzana comercial, los vidrios salieron disparados por todos lados, en tanto que la gente corría de un lado para otro.» (Bladimir Martinez, Nueva Prensa de Guayana, 28 de Diciembre de 2005). La misma nota continúa diciendo «Una joven que laboraba en dicho local comercial salió disparada al producirse la explosión, ésta indicó que voló por los aires y cayó al pavimento, mientras que otras personas que se encontraban en el interior no pudieron
escapar para salvar sus vidas(…) Para el momento del siniestro estaban dentro del local 12 empleados y casi 40 personas comprando, entre las víctimas existen varios niños. Cuatro establecimientos fueron alcanzados incluyendo Inversiones Nacional, propiedad de algunos ciudadanos asiáticos»
Según se indica en las diferentes informaciones que aparecen en la prensa regional, el principal motivo del accidente era el almacenaje de grandes cantidades de fuegos artificiales sin que se tomaran las medidas de seguridad mínimas. Según declaraban autoridades, no se explicaban por qué en un local que sólo tenía permisología del DARFA para ser una armería, se concentraban grandes cantidades de pirotécnicos. Más aún, el peligro que significaba la cantidad de explosivos de otro tipo que se encontraban en el local, como lo indica el mencionado artículo del diario Nueva Prensa: «El peligro latente estaba en el interior de la edificación, porque existe una bóveda en la que guardaban las armas de fuego y todo tipo de explosivos, incluyendo granadas de mano, lo cierto del caso es que las llamas no pasaron las paredes blindadas de la caja de seguridad, sin embargo la cantidad de fuegos artificiales de diferentes tipos que estaban en depósito causó fuertes detonaciones.»
En otro arículo de la misma edición, se comenta que «En este lugar había 54 cilindros de mercurio que hacía un total de 74 kilos, este material se expendía en Comercial Márquez de manera ilegal, al igual que fuegos artificiales. De acuerdo a informaciones obtenidas en el lugar, se pudo conocer que tres camiones de fuegos pirotécnicos fueron desembarcados un día antes de ocurrir la tragedia, mientras que en la parte de afuera del local estaba aparcado un camión 7000 de color blanco con pólvora en gran cantidad para ser distribuida durante esta temporada. Las autoridades del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, estaban a la espera de una orden de allanamiento para un galpón propiedad del dueño de la armería en donde supuestamente existían algunos camiones cargados de fuegos artificiales.» Según reseña el periodista, Isaías Medina, comandante de la Brigada Forestal, dijo que era «imposible que en un establecimiento frecuentado por muchas personas
tuvieran esta cantidad de fuegos artificiales».
Adicionalmente, los propios negocios de la zona no cumplían regulaciones mínimas de sguridad generales y no poseían vías de escape. Varias personas, entre trabajadores, clientes y los mismos dueños de comercios aledaños, murieron sofocados al tratar de escapar de las llamas. «Los primeros cinco cuerpos calcinados fueron encontrados apiñados en el baño de Víveres Nacional, las víctimas eran de nacionalidad asiática; mientras que en la tienda Naturista Marisely y Confitería Caroní se encontraban otros cuerpos quemados (…) los locales afectados por las llamas no tenían vía de escape, este mismo problema se vivió en el incendio de El Tijerazo y en Comercial Lee, ambos establecimientos no contaban con una puerta de escape.»
Las ansias por maximizar las ganancias en estas fechas de asueto de fin de año, especialmente a través de la venta de pirotécnicos, es una de las principales causas de accidentes fatales como el vivido en la tarde del lunes. Aún poniendo en peligro la vida de las personas, el obtener los mayores beneficios es una de las principales características del sistema capitalista. Pero el otro lado de la tragedia lo compone el otro aspecto de este caduco sistema de producción: el aparato del Estado burgués. La desidia y el abandono en que se encuentra el Cuerpo de Bomberos del Municipio Caroní (y en general de muchos municipios del país) fue otro de los factores que contribuyó a que la tragedia fuese mayor. Segúin reseña la prensa local, Isaías Medina, comandante de la Brigada Forestal, afirmó que ninguno de los cuerpos de seguridad se hallaban dotados de equipos para controlar un siniestro de esta magnitud. «Ciertamente el personal de bomberos no cuenta con las herramientas necesarias, en tanto que concejales y representantes del ayuntamiento no hacen lo posible por conseguir recursos para dotar a esta institución de vehículos y equipos para combatir cualquier tipo de incendio.», señala el mecionado artículo.
Las imágenes son dantescas. Junto a la irresponsabilidad del comerciante se añade la desidia por muchos años que ha dejado básicamente inutiolizado al Cuerpo de Bomberos municipal «A las puertas del negocio se podían apreciar los cuerpos de tres personas calcinadas, entre ellas una dama, a pesar que los bomberos municipales intentaron apagar el incendio no pudieron porque sólo llegaron con el único camión cisterna que poseen. Luego de una hora de producirse la explosión se hicieron presentes bomberos de las empresas básicas con equipos y camiones cisternas que por supuesto no eran suficientes para controlar el siniestro que llegó hasta otros locales. (…) Pudieron salvarse algunas personas que soportaron la tragedia. Aquellos posibles sobrevivientes se encontraban atrapados en baños y otras zonas de los locales siniestrados pidiendo auxilio a través de llamadas telefónicas a Emergencias Bolívar 171 y mensajes de texto a sus familiares, sin embargo la falta de recursos que
padecen los bomberos hizo que estas víctimas murieran posiblemente asfixiadas y luego fuesen quemadas por las llamas. Los bomberos tenían la disposición y la esperanza de sacar a alguna persona con vida, pero no contaban con las herramientas para echar abajo paredes, tampoco espuma para controlar las llamas que insistían en arropar otros establecimientos adyacentes, el agua no llegaba a tiempo porque no había equipos de bombeos, mucho menos camiones cisternas suficientes. (…) El apoyo llegó hasta de los Bomberos del Municipio Casacoima del estado Delta Amacuro, localidad que cuenta con equipos y vehículos en mejores condiciones que los bomberos del municipio Caroní. Hasta altas horas de la noche el fuego no había podido ser controlado por los expertos, aún la candela se hallaba concentrada en el interior del establecimiento debilitando de esta manera las paredes y columnas de la edificación.»
Equipos especializados de las industrias básicas que se encuentran en este municipio también enviaron apoyo. Pero esta no es la primera vez que sucede una tragedia de este tipo. «Es bueno recordar la tragedia que se registró en la avenida Manuel Piar de San Félix en donde fallecieron 6 personas asfixiadas en un incendio provocado en el Supermercado Lee, a raíz de la muerte de una persona por arma de fuego; también el incendio que aconteció en El Tijerazo de la calle Mariño del centro de San Félix, ahí murieron cuatro trabajadores, entre las víctimas tres vigilantes de seguridad, no pudieron ser rescatados a tiempo porque los bomberos municipales no contaban con las herramientas necesarias, situación que continúa ocurriendo mientras que las autoridades responsables de solventar este problema hacen caso omiso.», indica el Nueva Prensa. El propio Director Nacional de Protección Civil a nivel nacional, el coronel (Ej) Antonio Rivero, se hizo presente en el lugar e informó que posiblemente un grupo de bomberos de la ciudad de Caracas y miembros del CICPC tengan que trasladarse hasta Ciudad Guayana para apoyar las labores de investigaciones. El coronel Rivero acotó que se tenía que «tomar en cuenta la situación de inseguridad que había en los locales que fueron alcanzados por las llamas, ya que ninguno tenía vías de escape, medidas de seguridad en los almacenes y otras áreas de los establecimientos siniestrados. El alcalde de Caroní [Clemente Scotto (MVR)], al anunciar tres días de duelo en la ciudad por la referida tragedia, pidió que se investigara el porqué las autoridades del Darfa permitían que en este sitio se vendieran fuegos artificiales cuando el propietario del local sólo tenía permiso para vender armamentos, sin embargo expendía otro tipo de mercancía de manera ilegal.»
Estas son nuevas víctimas de un sistema de producción caduco y asesino. Cada año, miles de trabajadores mueren o sufren accidentes que los incapacitan permanentemente. La avaricia de los empresarios, comerciantes y demás asesina cada año a miles de personas, destruye ecosistemas, condena a la extinción a más especies, etc. La desidia y la burocracia de un Estado que estamos llamados a derrumbar para construir uno nuevo, también tiene su cuota de muertes. La burocracia ha mostrado nuevamente su cara. Sólo a través de la transformación revolucionaria con la construcción de un Estado obrero, basado en asambleas revolucionarios de delegados elegibles y revocables en todo momento, coordinadas a nivel parroquial, municipal regional y nacional, donde se planifiquen democráticamente los recursos y donde los trabajadores junto a las demás capas de oprimidos y explotados podamos decidir democráticamente las prioridades para invertir los recursos que nosotros mismos producimos, será que podremos detener de una vez por todas esta desidia, esta avaricia, estas tragedias tan evitables.