Las 240 trabajadoras de Sel-fex, del Grupo Lony llevan sin poder trabajar desde el 12 de diciembre de 2005.En esta fecha sus dueños Eleonora Steiner y Tom Zaima cerraron la empresa. Desde entonces las trabajadoras permanecen día y noche ocupando l Las 240 trabajadoras de SEL-FEX, del Grupo Lony llevan sin poder trabajar desde el 12 de diciembre de 2005. En esta fecha sus dueños Eleonora Steiner y Tom Zaima cerraron la empresa. Era su respuesta a un pliego conflictivo introducido en Inspectoría ante su negativa a firmar una convención colectiva digna para las trabajadoras. Desde el cierre las trabajadoras permanecen día y noche ocupando las instalaciones que paralizadas en su actividad productiva, se encuentran pocos metros de la Avenida Nueva Granada del municipio Libertador de Caracas. La custodian para defender sus puestos de trabajo y su futuro.

SEL-FEXlleva funcionando interrumpidamente 60 años. En la misma se producían los productos del Grupo Lony que se dedicaba a la producción de trajes de baño y ropa interior. La mayor parte de su plantilla son mujeres. Buena parte de ellas han gastado los mejores años de sus vidas entre sus muros. 40, 30 o 15 años fabricando trajes de baño y sostenes en un solo turno. La vida en la empresa de estas trabajadoras durante años fue como en una dictadura donde no se reconocían sus derechos y eran explotadas. Mientras que sus salarios no llegaban a los 100.000 bolívares semanales, un traje de baño que producía cualquiera de estas obreras costaba unos 100.000 bolívares. Un negocio redondo para los dueños de esta empresa. Además 40 trabajadoras que habían superado la edad de jubilación seguían acudiendo a su puesto de trabajo. El cierre es la respuesta a la intentar mejorar sus condiciones de vida y trabajo.

El abandono y cierre de esta empresa es un fiel reflejo del parasitismo de la clase capitalista venezolana. Una empresa que según informes del SENIAT de julio del año pasado facturo 800 millones de bolívares. Esta empresa tiene 600 maquinas de las que el 90% son operativas en una nave industrial de 2000 metros cuadrados. El robo de los patronos generó una deuda. Esta empresa le debe a FONCREI 150 millones de bolívares de un crédito que no ha pagado y al Seguro Social un millardo 163 mil millones de bolívares. El monto total de la deuda que los trabajadores estiman que la empresa debe es de cerca de 5 millardos de bolívares. Esto es un motivo añadido, como explican sus trabajadoras, para que sea expropiada a sus dueños por el estado Venezolano.

SEL-FEX debe ser nacionalizada y puesta bajo en control de sus trabajadoras

La empresa para empezar a funcionar de nuevo sólo necesitaría materia prima. Los propietarios antes de cerrar vendieron la que había a empresas textiles de los alrededores. Muchas de estas empresas son autenticas maquilas donde sin ningún tipo de prestación o contrato los trabajadores son explotados. Elpidio Rojas, secretario general de SUTRATEX (Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Textil) que agrupa a mas de 2400 trabajadores, señalaba que la expropiación de SEL-FEX sería un estimulo para la lucha del resto de los trabajadores del Textil.

En mayo del año pasado se intento implementar la cogestión en la empresa. Pero esa cogestión que quieren vender a la clase trabajadora y al Presidente Chávez desde sectores reformistas del gobierno y de la burocracia de los ministerios. Una cogestión alejada del control obrero y en la que en teoría los trabajadores y capitalistas se ponen de acuerdo para gestionar la empresa. Este tipo de acuerdos es similar al que hay entre un jinete y su cabalgadura. Un acuerdo en el que la cabalgadura es el trabajador. Este tipo de cogestión no es más que un engaño a los trabajadores y al presidente Chávez.

Los capitalistas no van a invertir un bolívar en medio de la crisis del capitalismo venezolano y menos aún cuando el país se encuentra en medio de una revolución. No se puede confiar en los capitalistas saquen adelante el aparato productivo del país pues ellos mismos son los causantes de su colapso. El único medio desarrollar la industria es expropiándosela a la clase capitalista y que la misma este bajo el control de los trabajadores dentro de una economía planificada, esto es implementando el Socialismo en Venezuela.

El ejemplo es como termino el intento de implementar este engaño de cogestión en SEL-FEX. Todo estaba previsto para que trabajadores y patronos firmaran un acuerdo de cogestión. Sin embargo cuando los trabajadores plantearon que el 50 % de las acciones debían pasar a sus manos los patronos, como no, los patronos dieron la espalda a la cogestión y las cosas volvieron a ser como antes.

Ningún trato con los capitalistas va a hacer que la Revolución Bolivariana avance, así ningún acuerdo con los capitalistas venezolanos o extranjeros va a sacar a la industria venezolana del abandono y la destrucción. Sólo la clase trabajadora puede hacerlo, pues como demuestran estas trabajadoras del Grupo Lony son ellas las que están verdaderamente interesadas en el mantenimiento de la empresa por que en ellas han puesto sus vidas y de ella depende el futuro de sus familias. Ellas custodian la empresa para que no sea desmantelada por sus propietarios. Han puesto candados en las puertas de entrada a los talleres para que nadie pueda robar o dañar la maquinaria en la que está su futuro.

Las trabajadoras han recibido la vista de algunos diputados de la Asamblea Nacional, entre ellos José Mora “Siguaraya” y “el Chino” Kan, quines han mostrado su apoyo a las trabajadoras. Es necesario que los diputados revolucionarios impulsen la expropiación de esta empresa en la Asamblea Nacional. No hay ninguna excusa para que el futuro de estas trabajadoras siga pendiendo de un hilo habiendo una mayoría bolivariana aplastante que debe ser puesta al servicio de los pobres y explotados.

¿Cómo se puede ganar esta lucha?

Es necesario en primer lugar que las trabajadoras estén mejor organizadas: muchas no pueden estar todo el día ocupando la empresa pues tiene cargas familiares y hay que organizar los turnos semanal mente, de otra manera lo que sucederá es que cada vez vayan viniendo menos trabajadoras debido no a que las trabajadoras no tengan interés en la lucha si no porque no esta organizado. De no hacerlo existe el peligro de que la lucha vaya decayendo y sea derrotada.

Hay que formar un comité de lucha elegido en asamblea entre las propias trabajadoras, un comité cuyos miembros sean elegidos y revocables por la asamblea en cualquier momento. El comité debe encargar de organizar la lucha, por ejemplo hablar con todas las trabajadoras para organizar los turnos para permanecer en la empresa e impedir que los patronos se lleven la maquinaria.

Otro punto importante es que la lucha debe salir de las cuatro paredes de la empresa: un grupo de trabajadoras se puede quedar en la empresa mientras otras hacen acciones y extienden la lucha al resto de Caracas y del movimiento obrero y bolivariano de la nación para que sea conocida. Se podrían hacer pancartas y ponerlas por toda la ciudad para que las comunidades conozcan la lucha, especialmente en la avenida de Nueva Granada. Recoger solidaridad de otras empresas y en diferentes barrios de Caracas para por ejemplo tener víveres y recursos y así tener los medios para aguantar más tiempo la toma. Para ello la UNT debería montarse en ayudar a las compañeras en esa lucha y coordinarlas con el resto de empresas y estar al frente de la campaña por la nacionalización.

El cronograma de acciones no se puede supeditar a las decisiones de los tribunales e Inspectoría. La burocracia estatal y la judicatura no tiene ni interés ni prisa en resolver los problemas de las trabajadoras, y su resolución podría ser en contra de las mismas. Las trabajadoras deben ponerse en marcha ya pues el tiempo pasa en su contra y desgasta la lucha. No se puede estar esperando sin hacer nada y esperar a los tribunales.

Una buena idea sería organizar inmediatamente una marcha desde la fábrica hasta la Asamblea Nacional haciendo un llamamiento al resto del movimiento obrero y popular de Caracas a unirse. La UNT debería ponerse al frente de la organización de esta marcha. Al final de la misma se podría llevar un manifiesto firmado por todas las trabajadoras para entregárselo personalmente al Presidente de la Asamblea Nacional, diputado Nicolás Maduro emplazándole a que la única garantía de mantenimiento de los puestos de trabajo es que la Asamblea Nacional apruebe un decreto nacionalizando SEL-FEX, al igual que hizo con VENEPAL y CNV.

También es fundamental para ganar la lucha que exista una coordinación entre la lucha de SEL-FEX y el resto de las empresas en cogestión para coordinarse y que las trabajadoras aprendan de la experiencia que dio la victoria en VENEPAL y CNV. Los trabajadores de Inveval han propuesto crear un Frente de Trabajadores de Empresas en Cogestión para coordinar las luchas de las diferentes empresas. La primera reunión, con delegados elegidos en asamblea por los trabajadores de cada una de las empresas en cogestión o en lucha por la misma será en Inveval el próximo 25 de febrero. Las trabajadoras de SEL-FEX deberían elegir sus delegados a esta primera asamblea del Frente de Empresas en Cogestión.