Uno de los libros más detallados que se ha escrito sobre la revolución española es Jalones de Derrota, Promesa de Victoria por Grandizo Munis (1912-1989). El autor, que provenía de la provincia española Extremadura, fue un revolucionario todas El año 2006 marca el 75 aniversario del inicio de la Revolución Española con la proclamación de la República del 14 de Abril 1931 y también el 70 aniversario de la heroica lucha de los trabajadores contra el levantamiento fascista del 17 de julio de 1936. Los acontecimientos de España tienen un valor extraordinario para los revolucionarios del mundo pues se trató de un proceso muy profundo y lleno de enseñanzas. Trotsky decía que los trabajadores españoles mostraban un ánimo combativo tal que hubiesen podido haber llevado a cabo diez revoluciones exitosas. Sin embargo, la revolución fue derrotada y se instaló una sangrienta dictadura que se mantuvo por 40 años. El estudio de las razones de su derrota, mantiene hoy día toda su validez.
Uno de los libros más detallados que se ha escrito sobre la revolución española es Jalones de Derrota, Promesa de Victoria por Grandizo Munis (1912-1989). El autor, que provenía de la provincia española Extremadura, fue un revolucionario toda su vida adulta, iniciándose durante la dictadura de Primo de Rivera en las filas de la sección española de la Oposición Internacional de Izquierda (la organización de Trotsky). Era una militante activo en esa organización y desde el inicio de la guerra civil fue el líder de los que quedaron defendiendo las ideas de Trotsky y del genuino bolchevismo.
Así, Munis estuvo en buena posición para dar un análisis profundo de la revolución en su conjunto. Lo que se destaca en su libro es el enorme conocimiento de los acontecimientos, del papel de las organizaciones y personalidades políticas y de las discusiones que tuvieron lugar en el movimiento obrero frente a la ola revolucionaria. Mientras muchos de los autores de otros libros son historiadores que ven las batallas españolas desde fuera, aquí tenemos en cambio un libro escrito por un actor directo.
Empezando su libro, Munis utiliza una gran parte para revisar el fondo de la crisis social que conducía España hacia una situación plenamente revolucionaria, explicando las debilidades internas del régimen español, que vienen desde la decadencia del viejo imperio. La incapacidad orgánica de la burguesía española para romper con la aristocracia y el domino de los terratenientes significaba que el capitalismo se desarrollaba de manera lenta y sin resolver muchos de los problemas; incapaz por ejemplo de adelantar una reforma agraria y la separación entre la iglesia y el Estado.
Más allá, vemos como Munis trata las distintas organizaciones obreras y sus respectivos programas. Tiene una crítica detallada de la táctica y política tanto del PSOE como de la central sindical anarquista, CNT. En general su análisis es correcto, aunque en algunos sentidos tiene una actitud un poco sectaria frente a los dirigentes del movimiento. Esta se nota en particular cuando escribe acerca de la radicalización que tuvo lugar en las organizaciones socialistas como las Juventudes Socialistas (JS), el PSOE y su central sindical UGT en los años 1933-34 y julio de 1936. Aunque Munis ve la radicalización como una oportunidad que los revolucionarios deben aprovechar, proyecta el giro a la izquierda como una maniobra de los dirigentes reformistas que sólo piensan en engañar a las masas. Si bien es verdad que algunos de los reformistas en algunos momentos estaban gritando consignas con la única intención de ganar el apoyo de las bases, es necesario decir que también había muchos dirigentes socialistas y sindicalistas a nivel local, regional y aun nacional que sacaban conclusiones desde los acontecimientos, sobre todo el peligro fascista, y así empezaban a intentar frenar la clase capitalista con la acción proletaria.
Los marxistas somos materialistas y dialécticos. Entendemos que todo está en movimiento y que aún los líderes de las distintas organizaciones obreras están sometidos al impacto del movimiento revolucionario. A pesar de sus posturas anteriores, en un momento dado pueden girar hacia la izquierda e ir más allá. La revolución es un proceso de constante cambio, algo abierto que depende de muchos factores. El papel de los individuos está por definirse y no está predeterminado de antemano. Esta conclusión es muy importante tanto para la España de auqellos años como para la Venezuela de hoy en día. Entendemos que el papel de Chávez no está decidido y que él aun puede pasar por un desarrollo y radicalización como hemos visto en los dos últimos años.
Aunque Munis pierde de vista este importante aspecto, entiende de manera inteligente que las bases socialistas –que en esos años eran enormes y con profundos vínculos en la clase obrera– están verdaderamente impresionadas con el giro hacia la izquierda e instintivamente buscan una salida revolucionaria. En 1934 las JS llaman directamente a la pequeña organización marxista ICE (a la cual pertenecía Munis y que formaba parte de la IV Internacional) a entrar sus filas y luchar para bolchevizar al movimiento socialista. Con ello se presentaba una oportunidad histórica para que los marxistas pudiesen ganar un apoyo entre las masas y romper el domino de los reformistas sobre el movimiento obrero. Pero la gran mayoría de la ICE, liderada por Andrés Nin, se negó a entrar, a pesar de los consejos de Trotsky.
Aquí vemos otra experiencia valiosa para los marxistas en todo el mundo. En la revolución los errores se pagan, y en momentos determinados, se pagan a un precio muy caro. Si no se aprovecha una oportunidad histórica cuando ésta se presenta, puedes perderlo todo. La historia habla por si misma. Los estalinistas utilizaron la radicalización en las JS y fusionaron su organización juvenil con ésta. De esta forma conquistaron una organización de masas que podían utilizar para destruir y sabotear el movimiento revolucionario.
Una de las mejores partes del libro es la descripción del impresionante levantamiento del 19 de Julio de 1936. Munis estima el significado de este acontecimiento: La incapacidad del frente popular para derrotar el fascismo, la creación del poder dual y la tremenda debilidad del Estado burgués. La situación entre Julio y Septiembre era muy favorable para completar la revolución socialista. Los trabajadores tenían bajo su control casi todas las unidades armadas y la industria; en el campo, los campesinos estaban tomando la tierra y destruyendo el poder de los terratenientes. Pero los dirigentes obreros desaprovecharon la situación y abrieron de este modo la puerta para que la clase capitalista pudiera reconstruir su Estado y poco a poco liquidar las conquistas de la revolución. La contrarrevolución burguesa cumplió su labor con las jornadas de mayo 1937 en Barcelona, donde una batalla entre los trabajadores y la policía de la Generalitat destruía los últimos elementos de gestión obrera y la esperanza de un cambio revolucionario. Después de esto los revolucionarios, anarquistas, poumistas y trotskistas fueron encarcelados o fusilados. Desde entonces, la derrota final de las tropas republicanas era una cuestión de tiempo; desde un punto de vista militar, el ejército de Franco (con el apoyo de la Alemania nazi y de la Italia fascista) era mucho más fuerte. Como explica Munis, la única manera en que era posible la victoria republicana, era en llevar la guerra como una guerra revolucionaria donde las masas lucharan por la libertad y la emancipación de clase.
Con experiencias como las de la revolución española podemos educarnos para entender mejor la dinámica de la revolución social y las tareas de los marxistas en Venezuela y el resto del mundo. El libro de Munis tiene una gran importancia en este sentido.