Más de un año y medio después de su primera visita, Alan Woods volvía esta Lunes 13 de Noviembre a la empresa expropiada y controlada por los trabajadores Inveval. Muchas cosas han cambiado desde aquel 19 de abril de 2005. Entonces Inveval se llamaba Más de un año y medio después de su primera visita, Alan Woods volvía esta Lunes 13 de Noviembre a la empresa expropiada y controlada por los trabajadores Inveval. Muchas cosas han cambiado desde aquel 19 de abril de 2005. Entonces Inveval se llamaba aún Constructora Nacional de Válvulas (CNV) y era una empresa tomada por los trabajadores, quienes llevaban más de dos años luchando contra el sabotaje contrarrevolucionario del empresario, el golpista Andrés Sosa Pietri, y demandando al gobierno la expropiación de la empresa.
Hoy, los trabajadores de Inveval han ganado la primera batalla y, además de mantener bajo su control la gestión de la empresa, están impulsando el Frente Revolucionario de Trabajadores de las Empresas en Cogestión y Ocupadas (FRETECO), que lucha por la extensión de las expropiaciones al conjunto de la economía y por el desarrollo del control obrero. Además, varios de los trabajadores elegidos por sus compañeros para la directiva de la empresa o como voceros del Frente han comprendido la necesidad de organizarse políticamente para luchar dentro del movimiento revolucionario bolivariano por un programa marxista y militan en la célula de la Corriente Marxista Revolucionaria (CMR) que existe en la fábrica. La decisión de organizar esta célula fue precisamente una de las conclusiones a las que llegaron los trabajadores tras aquel maravilloso debate con Alan celebrado hace año y medio .
Por eso el recibimiento que los trabajadores de Inveval dispensaron a Alan no tuvo nada que ver con el que se da a esos “expertos” que vienen “de fuera” a dar una conferencia. Fue un reencuentro entre camaradas, lleno de ese afecto, calor humano y mutua simpatía que sólo se produce entre los compañeros de lucha.
El acto empezó con muy buen humor. José Gregorio Quintero, miembro de la Directiva de Inveval y militante de la CMR , presentó a Alan y recordó las circunstancias, tan diferentes a las actuales, en las que se produjo su anterior visita a la fábrica. Varios de los asistentes bromearon recordando la sorpresa y elogios de Alan ante la excelente sopa de caraotas que preparaba el veterano Cheo, cocinero durante los duros meses de la ocupación, quien con imaginación, habilidad y muy poquitos medios conseguía dar de comer cada día a todos los camaradas.
La crisis del capitalismo y las elecciones en Estados Unidos
Alan empezó su exposición repasando la situación internacional: “Quince años después de la caída del estalinismo y el inicio de una campaña sin precedentes de desprestigio contra las ideas del socialismo, lo que está en crisis en todo el mundo es el sistema capitalista”, afirmó. “Lo que cayó en la URSS y los demás Países del Este de Europa no tenía nada que ver con el socialismo”.
A continuación, Alan hizo un repaso a la situación de decadencia que hoy vive el sistema capitalista a escala mundial. “Hay un boom, pero ¿qué tipo de boom? Un boom con una explotación sin precedentes, que está sometiendo a los trabajadores a una condiciones intolerables en todos los países. El capitalismo hoy mas que nunca significa guerras, barbarie y miseria para la gran mayoría de la población mundial”.
Alan se refirió a las recientes elecciones legislativas en Estados Unidos, que definió “como una derrota absoluta de George W. Bush”, y explicó que estos resultados reflejan el rechazo de los trabajadores, la juventud y la gran mayoría de los ciudadanos estadounidenses a la guerra de Irak pero también mucho más que eso: “Es el resultado de todas esas políticas que los capitalistas están aplicando contra la clase obrera en los Estados Unidos y en todo el mundo”. Alan dio algunos datos bastante reveladores acerca del incremento de la explotación de los trabajadores y el creciente abismo que separa las condiciones de vida de las masas trabajadoras, que son la inmensa mayoría de la población, de las la minoría parásita de capitalistas que acumula la riqueza que todos producimos con nuestro trabajo.
“Y todavía hay “intelectuales”, académicos, profesores, gente que se considera a sí misma muy sabia, que dice que Marx estaba equivocado cuando hablaba de concentración de la riqueza más insultante en un extremo y de la mayor de las miserias en el otro”, añadió. “El Manifiesto Comunista es el mejor libro para entender qué ocurre hoy en el mundo, es un libro escrito hace más de 150 años que habla no del mundo de hace 150 años sino del capitalismo de hoy. Apenas doscientas grandes empresas multinacionales, la mayoría de ellas radicadas en los Estados Unidos, dominan el conjunto de la economía mundial.”.
México y Venezuela: Ejemplos del poder de la clase obrera
Alan también se refirió a la impresionante movilización que están protagonizando los trabajadores mexicanos contra el fraude organizado por la oligarquía parásita que gobierna el país desde hace décadas y que tiene algunos de sus exponentes en el presidente Fox, el “presidente” impuesto por el imperialismo Calderón o el mafioso gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz. “Han impedido la victoria de López Obrador porque temen a las masas que le han votado y porque temen que al otro lado de la frontera México se pueda convertir en otra Venezuela. En México existe una situación revolucionaria y la Asamblea popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) es en realidad un soviet. Lo único que falta para que los trabajadores puedan tomar el poder es una dirección revolucionaria que organice y unifique a los activistas obreros, juveniles, campesinos, más avanzados entorno a un programa socialista, marxista, que es el único que puede ofrecer una salida. Esto es también lo que se necesita en Venezuela”
Alan señaló el papel fundamental que ha jugado el presidente Chávez a la hora de despertar e impulsar la movilización de las masas y llamó a redoblar los esfuerzos para conseguir los 10 millones de votos el 3 de diciembre, pero insistió en una idea central: “¿Cuál es la fuerza motriz de la revolución?. La fuerza fundamental que ha hecho avanzar la revolución y que la puede llevar hasta el final es la fuerza de las masas. Vosotros, los trabajadores, sois la fuerza motriz de la revolución y también la fuerza que puede llevar la revolución hasta el final”.
Tras la introducción de Alan se abrió un turno de palabras en el que distintos trabajadores expresaron su preocupación por las contradicciones que se acumulan en el interior del movimiento revolucionario y pidieron su opinión sobre distintos temas: el cooperativismo, la situación de la economía mundial y su influencia sobre la revolución venezolana. Varios trabajadores expresaron la inquietud y preocupación que existe entre las masas obreras y populares ante el crecimiento del burocratismo y la corrupción asi como la voluntad de la clase obrera de ponerse al frente de la lucha por completar la revolución.
Las amenazas que enfrenta la revolución venezolana y cómo combatirlas
Alan explicó que la revolución venezolana no se puede entender separada de la situación internacional del capitalismo y volvió a insistir en que el capitalismo es un sistema que ha llegado a sus límites y es incapaz de garantizar unas condiciones de vida dignas a los jóvenes y trabajadores en ninguna parte del planeta, incluidas las principales potencias capitalistas.
“Los reformistas creen que los ingresos del petróleo van a mantenerse siempre al nivel actual y que permitirán mejorar las condiciones de vida de las masas sin expropiar a los capitalistas. Creen que es posible negociar con los capitalistas y el imperialismo y que estos acepten la revolución. Pero las dos cosas son falsas. El imperialismo y los capitalistas nunca aceptarán la revolución. Y los precios altos del petróleo no durarán siempre. Una caída importante de la economía estadounidense convertirá el actual boom en crack y ello significaría que la economía china tambien caería y con ello la demanda y los precios del petróleo. No podemos saber cuándo sucederá pero sucederá. En todo caso, una economía no puede depender únicamente de un producto. La alternativa para resolver los problemas del pueblo venezolano no es confiar en que los precios del petróleo sigan altos sino construir una economía planificada en función de las necesidades sociales y diversificada.”
Alan insistió en que eso significa obligatoriamente arrebatar el control de esa economía los capitalistas y ponerlo en manos de un estado revolucionario controlado por los trabajadores. Y al mismo tiempo sustituir el viejo estado por un estado obrero basado en las cuatro condiciones que planteó Lenin para el socialismo: 1) Elegibilidad y revocabilidad de todos los cargos. Si el Presidente puede someterse a un referéndum revocatorio porque no pueden estar sometidos a elección y revocación en todo momento todos los demás cargos públicos. 2) Que cada cargo público cobre un salario que no supere el de un trabajador cualificado 3) Que el ejército no sea un cuerpo separado y aislado del pueblo sino el pueblo en armas y 4) En cuento sea posible que las tareas burocráticas sean realizadas de forma rotatoria por todos.
La exposición terminó con una voz de alerta y un llamado a la acción de todos los revolucionarios. “Después de 8 años de revolución no es posible que el 75% de la tierra siga en manos de los terratenientes y que los bancos y los grandes monopolios sigan dominando la economía, que sigan manteniéndose males endémicos como la falta de vivienda o la economía informal, la pobreza y el desempleo. Si esta situación se mantiene, si la revolución no soluciona de forma urgente estos problemas –y el único modo de solucionarlos es con la estatización de la banca, los monopolios y los latifundios bajo control de los trabajadores para iniciar una planificación democrática y socialista de la economía- la correlación de fuerzas cambiará.”
“No se cuanto tiempo tenemos: seis meses, un año, dos años… Pero no tenemos mucho y debemos actuar. La clave de la revolución es que los jóvenes, trabajadores y campesinos que vemos este peligro nos pongamos en marcha y nos agrupemos, nos organicemos; no para formar un nuevo partido o movimiento sino para construir una corriente marxista dentro del movimiento bolivariano para luchar por estas ideas. Esto es lo que está haciendo la Corriente Marxista Revolucionaria de Venezuela y yo os llamo a todos a organizaros en la Corriente para lograr que estas ideas triunfen”.
El acto finalizó con un gran entusiasmo y convicción entre todos los presentes. Muchos trabajadores prosiguieron individualmente el diálogo con Alan sobre distintos temas y Jorge Paredes, trabajador elegido Presidente de la empresa por sus compañeros, viejo amigo de Alan y dirigente de la CMR, nos acompañó en un recorrido por las instalaciones ya en funcionamiento de la empresa. Jorge explicó cómo los trabajadores recuperaron las mismas y mostró las válvulas enviadas por la refinería de PDVSA en El Palito para su reparación, el primer trabajo que la nueva fábrica recuperada bajo el control de los trabajadores realizará.
Lo más impresionante de esta visita a Inveval fue la organización, disciplina y orgullo con que los trabajadores prepararon cada detalle del acto con alan, el mismo orgullo y disciplina proletaria con el que cada día cuidan hasta el último detalle de la vida de la empresa: desde la producción hasta el mantenimiento, la limpieza y organización de la misma. En cuanto uno entra en Inveval siente en cada detalle que la empresa está gestionada por los propios trabajadores. Y ,tal y como dijo Alan, al final de la intervención con la que se cerró el acto: “Si los trabajadores pueden gestionar Inveval, ¿porqué no pueden administrar la sociedad en su conjunto?”