En un momento de reflexión busco dejar constancia de la vida política del Ecuador durante los últimos 27 años, contados a partir de la caída de una dictadura militar que gobernó en la década de los 70 , llamada jocosamente “dictablanda” por los ecuatorianos ya que gobernó muy por debajo del estilo autoritario y de terror propio de las dictaduras latinoamericanas, sin embargo se dedico durante años a lucrar del “boom” petrolero que había estallado en el país en esos años, claro, había cosas más importantes a que dedicarse.
Estos 27 años de democracia comenzaron sin embargo con grandes esperanzas, en 1979 el gobierno de corte izquierdista popular de Jaime Roldós Aguilera (CFP) comenzó a implementar medidas a favor de los más necesitados, misteriosamente su vida fue truncada en un accidente aéreo en 1981 y el país entregado en bandeja a la derecha saqueadora, lo sucede Oswaldo Hurtado hasta 1984.
En 1984 surge León Fébres Cordero (PSC) y su gobierno de terror y autoritarismo, a pretexto de combatir el terrosismo tiene a su haber cientos de desaparecidos; un gobierno regionalista y dirigido a las clases más pudientes, el reparto de la riqueza comenzó a concentrarse; emprende la lucha contra el grupo revolucionario Alfaro Vive Carajo (AVC) matando y desapareciendo a la mayoría de sus integrantes sin derecho a defensa, en una de aquellas intervenciones es asesinado además el banquero Nahím Isaías Barquet prominente empresario ecuatoriano, coincidencia o no, enemigo acérrimo de Fébres Cordero.
El líder del PSC carga además sobre sus espaldas con el bullado caso de los hermanos Restrepo, adolescentes detenidos por la policía y de quienes nunca más hubo referencias.
Rodrigo Borja Cevallos (ID) llegó en 1988 como la esperanza de la izquierda, gobierno moderado y prudente, nunca puso en práctica verdaderos cambios, la política ecuatoriana seguía el mismo camino hacia la debacle.
El gobierno de Sixto Durán Ballén (UP) en 1992 trajo un personaje nefasto para nuestra historia, responsable de la aplicación de políticas neoliberales extremas antesala de la quiebra de todo un país, el vicepresidente Alberto Dahik Garzozi, actualmente prófugo de la justicia, radicado en Costa Rica y con un juicio pendiente en el país, por enriquecimiento ilícito.
Aparece entonces un personaje propio de los actos circenses, Abdalá Bucaram Ortiz (PRE), gobierno corrupto desde sus raíces, entre baile, música y actos de tarima se llevo la riqueza en grandes sacos hacia Panamá, cuando el pueblo en su primer aviso de independencia lo derrocaba en las calles de todo el país; caen denuncias por corrupción contra ministros, asesores y familiares durante su administración que duró solamente 6 meses desde agosto de 1996 a febrero de 1997
Le llegaba la hora de intervenir al “honorable” Congreso Nacional quien nos impone a Fabián Alarcón Rivera (FRA) como Presidente Interino violando todo mandato constitucional e irrespetando la sucesión democrática, más escándalos de corrupción, el presidente por encargo ve la gran oportunidad de su vida para adjudicarse propiedades en Madrid y dentro del país, pasa por Carondelet sin pena ni gloria, sin leyes ni reformas a favor del pueblo, quien parecía no existir, no había tiempo en medio del reparto; mientras tanto su ministro Verduga huía hacia México al ser descubierto su enriquecimiento, Alarcón es detenido y encarcelado al terminar su interinazgo de solo 6 meses, hasta agosto de 1998.
La derecha cuenta sin embargo con aquellos personajes como Jamil Mahuad Witt (DP) envueltos en una imagen de alto ejecutivo y orador de novela, pero que llevan por dentro la retrógrada ideología neoliberal que personaliza el poder y la riqueza; Mahuad nos regaló quizá los años más difíciles de nuestra historia; el internacionalmente famoso “feriado bancario”, la quiebra del 80% del sistema financiero nacional en afán de proteger a banqueros corruptos que huyeron del país con el dinero del pueblo, el clásico “pago de favores”, el asalto se hacía evidente, ahora era de frente; la lista de prófugos se extendía, los Isaías, Peñaranda, Peñafiel, Landes, el dinero del pueblo estaba diseminado por el mundo convertido en mansiones, autos de lujo, yates, propiedades, etc.
Mahuad es derrocado en el año 2000 por un personaje “camaleónico” Lucio Gutiérrez Borbúa (SP), quien levanta a las fuerzas armadas y apoyado por indígenas y grupos sociales provoca la huída de Mahuad a los Estados Unidos, a Harvard, donde lo habían preparado; sin embargo la sucesión se respeta y asume el vicepresidente Gustavo Noboa quien intenta implementar una reforma constitucional boicoteada por el “honorable” Congreso Nacional, completa el periodo con su proyecto frustrado hasta el año 2002
Regresa entonces el “camaleón” ahora vestido de democracia, aprovechando la imagen del líder bolivariano Hugo Chávez Frías, seduce al pueblo con promesas de cambio y gana las elecciones en segunda vuelta, en ese momento amparado en ideologías de izquierda, cambio completamente, viaja a los Estados Unidos, se declara públicamente el mejor amigo del “imperio” e impone la aplicación autoritaria de políticas de extrema derecha, destruye las funciones y poderes del Estado sacando de su camino todo viso de oposición, impone una Corte Suprema de Justicia a su medida que termina absolviendo a personajes corruptos prófugos de la justicia como Abdalá Bucaram, Alberto Dahik y Jamil Mahuad, algunos de ellos incluso retornan al país aunque por pocas horas, la indignación popular crece.
Surge entonces el llamado “movimiento forajido” en alusión al calificativo que dio el presidente a los manifestantes concentrados en las calles de la capital, quienes en número cada vez mayor pedían su inmediata renuncia; el presidente con alma de dictador enfrenta a la fuerza pública y al ejército contra el pueblo, ordena reprimirlos a toda costa con el fatídico saldo de 4 muertos y cientos de heridos; la represión es impresionante y guardamos en nuestra memoria escenas nunca antes vistas; el pueblo sin embargo no claudica y en aquella semana de abril Lucio Gutiérrez abandona Carondelet en un helicóptero facilitado por las fuerzas armadas rumbo al aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito, la huída nuevamente estaba preparada; varios de sus ministros ya eran buscados por la justicia; su primo Renán Borbúa era acusado de atentar contra el pueblo al contratar gente armada para proteger al presidente.
El pueblo sin embargo en una revuelta general se toma la pista del aeropuerto de Quito impidiendo, en una escena propia del cine el despegue de la avioneta en la que intentaba huir el prófugo ex presidente; quien más tarde consigue asilarse desesperado en la Embajada del Brasil, quien le otorgaría asilo en una acción criticada por todo el país, cursaba abril de 2005
En orden de sucesión asume Alfredo Palacio quien promete “refundar” el país, frase seguramente producto de la euforia del momento ya que este fue un gobierno más, apto únicamente para el protocolo, los actos oficiales, los viajes alrededor del mundo, el pueblo, nuevamente postergado, gobierna sin pena ni gloria hasta finales de 2006
Mención aparte merece quien a fuerza de millones a tomado la batuta de la derecha con la ideología más caduca y descarada que se recuerde, el Ab. Álvaro Noboa Pontón (PRIAN), bananero, heredero por imposición de la más grande fortuna del país amasada por su padre, personaje perdedor de tres elecciones consecutivas, no logra entender aún que al pueblo no se lo gana con ese populismo barato, al pueblo no se lo compra con dinero ni regalos; para completar el perfil de este individuo cabe anotar que además tiene a su haber varias denuncias por explotación laboral e infantil, y un gran escándalo desatado a finales de 2006 cuando se encontró cocaína en buques de la empresa Transmabo, de su propiedad.
En la actualidad gobierna nuestro país el líder de izquierda más sobresaliente de los últimos 27 años, el Eco. Rafael Correa Delgado (AP), sobresaliente porque en pocos meses de gobierno ha plasmado en la realidad varias de sus propuestas de campaña que no son más que el pedido clamoroso del pueblo, el llamado “bono de la pobreza” fue duplicado, se están otorgando créditos microempresariales y bonos para vivienda a gente de escasos recursos, la salud a comenzado a llegar a todos, se declaró un estado de emergencia y atención y medicinas gratuitas en varios hospitales públicos donde acuden los más necesitados.
Sin duda el gran triunfo del nuevo gobierno, fue la consecución de la convocatoria a consulta popular para que el pueblo decida sobre la instalación inmediata de una Asamblea Nacional Constituyente que plasme en la nueva Constitución políticas sociales que lleven a un cambio palpable en el país.
Gobierno complicado para el Ec. Correa, asechado por la derecha desesperada que al ver amenazadas sus fuentes de enriquecimiento han intentado por todas las vías boicotear al gobierno e impedir el progreso del país a título de ser, según ellos, representantes del pueblo, sin tener la decencia moral para darse cuenta que no son más que el producto de un sistema electoral caduco y maniatado.
El “honorable” Congreso Nacional en un último intento por acabar con las esperanzas del pueblo y frenar la consulta, de manera inconstitucional intentaron destituir al presidente del Tribunal Supremo Electoral quien ya la había aprobado, el TSE como dicta la constitución rechaza esta intromisión en tiempo de elecciones y destituye a 57 diputados cómplices de esta artimaña.
El Congreso intenta hasta el día de hoy volver a sesionar en medio de una crisis política que parece apenas empezar, sin consensos a la vista.
Estos últimos 27 años nos traen como fatídico resultado índices de pobreza nunca antes vistos; un desempleo generalizado que parece terminar con las esperanzas de miles de jóvenes deseosos de superación; un sistema de salud colapsado con hospitales inoperantes carentes de medicinas, salud que hoy en día en solo privilegio de los ricos porque incluso la población de clase media debe hacer un esfuerzo sobrehumano por cubrir su alto costo; y que decir de la educación ecuatoriana, otro privilegio de los más pudientes, no existe en el país una educación completamente gratuita ni siquiera a nivel público, el analfabetismo va en aumento, el acceso a libros requiere de fuertes sumas de dinero; la mayoría de los ecuatorianos han caído gracias a los últimos gobiernos en la pobreza casi extrema, carente de los servicios más elementales.
Hoy la mayoría de la población ha depositado su confianza en el nuevo gobierno que goza de cerca del 75% de aprobación, la más alta de la era democrática, un gobierno que deberá luchar mucho junto a su pueblo para alcanzar los objetivos trazados, el pueblo sabía de antemano que derrotar a la derecha no sería fácil, que conllevaría mucho sacrificio, quizá muchos años pero se mantiene en pie de lucha, no desmayamos en nuestro sueño por conseguir a toda costa un Ecuador más justo, el Ecuador que soñó Bolívar, un Ecuador para todos.