El 2 de octubre, 90.000 personas se manifestaron frente al parlamento en Copenhague, mientras otros varios de miles se manifestaban por todo el país. En la capital, era una mezcla de estudiantes, aprendices y sobre todo trabajadores del sector público.
El sindicato de la mayoría de los empleados públicos, FOA, imprimió una gran cantidad de carteles rojos en forma de manos en los que se podían leer: «Salarios más altos» y «más manos», es decir, más trabajadores en el sector público.
Los cuidadores de ancianos en Copenhague fueron todo el día a la huelga para protestar por el recorte del estado del bienestar. El alcance de la radicalización se pudo ver por la mañana cuando la policía anunció por la radio que participaría en las manifestaciones por primera vez en veinticinco años. En las manifestaciones se pudo ver a muchos policías con uniforme gritando consignas.
La mezcla de participantes demostraba claramente la causa de las protestas, años de recortes del sector público que afectan a los niños, ancianos, enfermos y por supuesto trabajadores del sector público.
En el mitin hubo varios oradores, incluido el presidente del LO (confederación sindical danesa), Hans Jensen, y el presidente del sindicato de estudiantes DGS, Gry Poulsen, que dejaron claro que ya bastaba de recortes.
Los manifestantes mostraron una enorme voluntad de lucha, el problema es la ausencia de una perspectiva más amplia. El 25 de septiembre, hubo una reunión de estudiantes en la que se aprobó varias resoluciones y donde se afirmaba que la lucha no se detendría hasta la retirada de todos los recortes. Pero en la manifestación no hubo propuestas por parte de los oradores sobre cómo ganar la lucha. Es una pena. Estas propuestas no son una tontería y los manifestantes salieron a las calles porque hace tiempo que se sobrepasó el límite. Esta lucha no se puede detener y debe continuar hasta la retirada de los recortes.
Fue la tercera manifestación con más de 100.000 personas en año y medio en Dinamarca contra los recortes del estado del bienestar. Pero todavía no se ha conseguido que el gobierno de derechas pare sus ataques y no basta con luchas o manifestaciones de un solo día.
Si los dirigentes sindicales y estudiantiles quieren luchar en serio contra estos recortes, no pueden detener aquí la lucha. Deberían convocar una reunión de representantes de todos los trabajadores en el sector público y enseñanza, para discutir los siguientes pasos. Es absolutamente crucial la alianza con los trabajadores del sector privado. La lucha por un estado del bienestar mejor es la lucha unida de todos los trabajadores y jóvenes daneses.
¡No se puede detener aquí la lucha!
No basta con palabras, son necesarios los hechos, los dirigentes sindicales deben aceptar sobre sus hombros la responsabilidad y llevar esta lucha hasta el final.
El siguiente paso debe ser una reunión nacional de todos los representantes de institutos, universidades, etc., de todos los centros públicos para decidir los siguientes pasos de la lucha.
¡Por la unidad de los jóvenes y trabajadores, tanto del sector público como privado!