Más de 200 personas abarrotaron la noche pasada el Museo de los Trabajadores de Copenhague para escuchar a Esteban Volkov y a Alan Woods en el 90º Aniversario de la Revolución Rusa. Esteban Volkov, nieto de León Trotsky y también el último testigo vivo de su asesinato, habló en la ciudad donde Trotsky pronunció su último discurso público en el año 1932.
Este mes se conmemora el 90º Aniversario de la Revolución de Octubre, que derribó la vieja dictadura opresiva de los zares, sacó a Rusia de la Primera Guerra Mundial y en nueve meses de lucha, la clase obrera llegó al poder de la mano de los bolcheviques, dirigidos por Lenin y Trotsky.
En 1932, ocho años después de la muerte de Lenin, Trotsky se encontraba exiliado en Prinkipo, en Turquía, aislado del mundo y privado de cualquier contacto directo con el movimiento obrero internacional. Por lo tanto, cuando las juventudes de la socialdemocracia danesa invitaron a Trotsky a hablar, quince años después de los acontecimientos de 1917, él aceptó entusiasmado la invitación. Fue la última vez que Trotsky habló en un acto público.
El mitin del miércoles por la noche era la culminación de un año de planificación por parte de los compañeros de Socialistisk Standpunkt, el periódico marxista del movimiento obrero danés. El acontecimiento llamó la atención de los principales medios de comunicación, curiosos ante este espectáculo «peculiar». La celebración de la Revolución de Octubre y las ideas del marxismo atrajeron a Nyhedsavisen, un periódico danés con una circulación de 500.000 ejemplares, que entrevistaron a Volkov.
A las 6 de la tarde había un gran número de jóvenes, sindicalistas y activistas del movimiento obrero llenando la magnífica sala del Museo de los Trabajadores, que tiene una larga historia en el movimiento obrero danés y que se remonta a la época de la Comuna de París. Los espectaculares paneles de madera que rodean la sala estaban adornados con pancartas que reflejaban las diferentes profesiones de la clase obrera: carpinteros, pintores, grabadores, etc., El estrado estaba decorado con una gran pancarta con las imágenes de Lenin y Trotsky.
Marie Friederiksen, editora de Socialistik Standpunkt, abrió la reunión, seguida del joven trabajador Lasse Bertelsen, que presentó a los principales oradores: Esteban Volkov y Alan Woods.
En un discurso conmovedor, Esteban Volkov relató los principales acontecimientos de su vida y su contacto con León Trotsky hasta su asesinato en agosto de 1940: «Él (Trotsky) y un pequeño grupo de seguidores se enfrentaron a la dictadura más cruel de la historia, y Stalin usurpó el poder de los trabajadores para sí mismo».
«Me reuní con mi abuelo en Prinkipo a principios de los años treinta. Incluso cuando era un niño, me enseñaron a odiar a los opresores y amar a los oprimidos. Pero, poco a poco, aprendí a comprender que había otros: la burocracia estalinista que había pisoteado los derechos de los trabajadores».
Volkov describió cómo aprendió del asesinato de otros colaboradores de Trotsky: Ignace Reiss, Erwin Wolff, Andrés Nin y también de los hijos de Trotsky: León y Sergei Sedov.
Describió cómo, después del asesinato de León Sedov, su abuelo le llevó a México. Describió con gran detalle el primer ataque contra Trotsky en mayo de 1940, cuando resultó herido en el pie por arma de fuego. Finalmente, describió los acontecimientos que llegaron al asesinato de Trotsky a manos de un agente estalinista, Mercader, en agosto de 1940.
«En mis ochenta años… nunca en mi vida encontré a alguien tan valiente e inteligente como León Trotsky. La confianza de Trotsky en el futuro de la clase obrera y el socialismo era absoluta, pero eso no caía del cielo. Siempre defendió las ideas de Marx, Lenin y la Revolución de Octubre. En su testamento dice que la ‘vida es maravillosa, limpiémosla de toda injusticia y opresión, vivámosla plenamente».
El emotive discurso de Esteban Volkov fue recibido por la audiencia con una gran ovación que duró varios minutos.
El segundo orador fue Alan Woods, editor de www.marxist.com, que habló de la revolución de Octubre: «La Revolución de Octubre fue el mayor acontecimiento de la historia humana, porque por primera vez, si excluimos el glorioso episodio de la Comuna de París, las masas, los millones de trabajadores y trabajadoras corrientes, derrocaron el viejo estado opresor y comenzaron la tarea de la transformación socialista de la sociedad».
Alan hizo referencia a la afirmación que se hace con frecuencia sobre que los jóvenes no están interesados en política. «¡A los jóvenes no les interesa la política! Sí, no están interesados en VUESTRA política (aplausos)».
Alan explicó que la clase dominante y sus ideólogos tienen una actitud desdeñosa hacia todas las revoluciones, no sólo la rusa, también la francesa del siglo XVIII y la inglesa del siglo XVII. Este desdén procede del miedo. La clase dominante no teme a las revoluciones del pasado, sino a las revoluciones del futuro. Está decidida a envenenar la mente de los jóvenes contra revolución en general».
Alan cuestión la idea de que la Unión Soviética nunca consiguió nada. «La economía nacionalizada planificada transformó Rusia, que era más atrasada que Pakistán hoy, convirtiéndose en una economía moderna desarrollada. Una nación antes analfabeta tenía más científicos que EEUU, Alemania, Gran Bretaña y Japón juntos. Esta transformación nunca se ha visto en la historia de la humanidad. La Unión Soviética demostró que era posible dirigir una economía de un vasto subcontinente sin terratenientes, banqueros privados ni economistas». Lo que fracasó en la Unión Soviética no fue el socialismo, sino la caricatura burocrática y totalitaria del socialismo.
El discurso de Alan fue recibido con una entusiasta ovación y con el canto de La Internacional. Entre los presentes estaba un equipo de una importante televisión rusa, NTV, que estaba visiblemente emocionado con la reunión, aparecerá en la televisión rusa en el programa más popular de noticias, Sevognya a las 7 de la tarde del próximo domingo.