Publicamos la Declaración enviada por los camaradas de Manos Fuera de Venezuela capítulo Estado español acerca de la actuación prepotente y colonialista del Rey Juan Carlos I de Borbón en la Cumbre Iberoamericana. En MFV del Estado español participan centenares de dirigentes y activistas del Sindicato de Estudiantes (SE) principal organización estudiantil del país, así como de dirigentes sindicales, activistas obreros y vecinales, militantes de partidos de izquierda, etc.

Declaración de los sindicalistas, dirigentes estuadiantiles, obreros y populares del Estado español agrupados en la campaña «Manos Fuera de Venezuela» 

 

Declaración de la campaña MFV en el Estado español

Ante la polémica desatada en la cumbre Iberoamericana celebrada el pasado fin de semana, en la que el monarca Juan Carlos I se creyó con el derecho de increpar al presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías con la frase «¿por qué no te callas?» la campaña Manos Fuera de Venezuela en el Estado español expresa lo siguiente:

1 – Nuestra solidaridad con la actitud y el contenido de las declaraciones del presidente venezolano Hugo Chávez Frías contra Aznar y la CEOE (representante de los empresarios e imperialistas españoles) y nuestra condena a la arrogancia y altanería colonialista del monarca Juan Carlos.

2 – La exhortación del monarca (que no fue elegido por nadie), al presidente Hugo Chávez, respaldado en referendums o elecciones 6 ocasiones y la última de ellas con un impresionante porcentaje del 63% y una participación de más del 75%, así como la brutal campaña de difamación en todos los medios de comunicación burgueses en el Estado español e internacionalmente contra Hugo Chávez, es parte de una gran campaña mediática contra la revolución bolivariana destinada a justificar cualquier desenlace violento y anti-democrático contra el legítimo gobierno venezolano.

3 – Aparte de no haber sido elegido por nadie y de seguir siendo jefe de estado por un futuro indefinido sin tener que someterse a ningún tipo de consulta, el rey dista mucho de representar a los intereses de «todos los españoles». Precisamente, este incidente ocurre en un momento en que la figura del rey está siendo cada vez cuestionada por un sector cada vez más amplio de la juventud y de la clase obrera del Estado español y se criminaliza y reprime a todos aquellos sectores que desde la izquierda osan cuestionar su figura y papel.

4 – La verdad es la siguiente: el rey fue impuesto por el dictador Franco en las postrimerías de su régimen sanguinario y lamentablemente fue aceptado por los dirigentes de los partidos de la izquierda y de los sindicatos en la llamada transición.

5 – Es falso que el rey sea una simple figura decorativa, como algunos dirigentes de la izquierda implicados en la transición suelen argumentar. Es en realidad un armamento en la recámara de la burguesía para utilizarse en momentos políticos claves en los que se hace necesaria una figura «independiente» y «por encima de la derecha y de la izquierda» para sembrar confusión y echar arena a los ojos de la clase obrera.

Precisamente, la revolución en Venezuela es uno de estos momentos clave porque lo que está en juego en este país es el triunfo o fracaso de una revolución socialista que ponga fin a los intereses de unos cuantos privilegiados. Lo que aterroriza a los empresarios y poderosos del Estado español es el triunfo y extensión de la revolución en toda América Latina y las enormes simpatías que sin duda está generando la revolución bolivariana en el Estado español y en todo el mundo.

6 – La actitud del rey y de toda la prensa burguesa destila odio de clase. A los ricos y poderosos (por cierto Juan Carlos I detenta una de las fortunas más grandes de Europa) les irrita profundamente que después de haber enterrado mil veces el marxismo, de haberlo declarado solemnemente su fracaso todos los días, se encuentren que el socialismo, la revolución, Marx, la lucha anti imperialista vuelva a estar orden del día. Les molesta además que sea el presidente de un país el que ponga estas cuestiones al orden del día, que en vez de hacer, como es lo habitual, lo contrario de lo que prometió al pueblo que lo eligió.

Chávez prometió acabar con la opresión imperialista y social en Venezuela. Está tratando de ponerlo en práctica. Esa es la provocación de Hugo Chávez.

7 – La afirmación de que Aznar es un fascista hecha por el presidente Hugo Chávez tiene sobrados puntos de apoyo en la realidad. Las posiciones ultraderechistas defendidas por Aznar y los dirigentes del PP es algo sobradamente conocido, comentado y sentido por la inmensa mayoría de la población del Estado español. Aznar y la gente que él nuclea políticamente son herederos políticos directos de la brutal y sanguinaria dictadura franquista, a la que hasta hoy han sido incapaces de condenar. No sólo mientras estuvo en el gobierno, sino en los casi cuatro años que llevan en la oposición, el PP ha desplegado un lenguaje político cuyos antecedentes más inmediatos son los de la CEDA y demás grupos de la derecha en los años 30. Ese fenómeno es tan evidente y notorio que ha sido objeto de comentarios preocupados incluso por parte de numerosos analistas y estrategas capitalistas, tanto del Estado español como internacionales. Aunque en el Estado español no hay una revolución como en Venezuela, todavía, sí existen los escuálidos, representados por Aznar, Rajoy, Acebes y compañía.

8 – Los comentarios del presidente Hugo Chávez respecto a Aznar no son gratuitos. Aznar, a pesar de toda su mediocridad, se ha erigido en uno de los elementos más hostiles contra Hugo Chávez y la revolución venezolana. Aznar apoyó el golpe contra Hugo Chávez en 2002, como el propio ministro de asuntos exteriores del gobierno, Moratinos, se encargó de recordar en un programa televisivo en noviembre de 2004: «el embajador español recibió instrucciones [del gobierno del PP] de apoyar el golpe», afirmó. Sin embargo la prensa presenta a Chávez, que ha sido víctima de un golpe, como un «golpista», y a Aznar, que apoyó el golpe, como un demócrata. Es el mundo al revés. Consideramos completamente legítimo que el presidente Chávez se defienda en todos los foros que considere necesario, de las amenazas constantes y nada democráticas contra su gobierno y la revolución bolivariana.

9 – La crítica histérica de la prensa burguesa española por las «formas» de Hugo Chávez es un gigantesco ejercicio de hipocresía. Lo que les molesta es que se diga la verdad en instituciones creados por el imperialismo y las oligarquías locales para engañar, manipular a la población diciendo todo lo contrario de lo que realmente piensan y a van a hacer. El histerismo de los medios se debe al miedo de los poderosos a que el presidente de un país hable de socialismo, critique a las multinacionales, ponga a la derecha en su sitio y defienda la revolución. Que un presidente como Hugo Chávez conecte con lo que piensan millones de personas en todo el planeta es una falta de decoro para esos cínicos profesionales del engaño para los que la diplomacia y la política es el ejercicio constante de la mentira. Mientras hablan de paz, preparan la guerra. Mientras hablan de integración, acentúan el expolio y la explotación. Y cuando hablan de defender la democracia en Venezuela es que están preparando un golpe de estado, un magnicidio o cualquier otra maniobra. No es extraño que todas las instituciones internacionales creadas por el imperialismo y las oligarquías locales estén muy desacreditadas entre los jóvenes, la clase obrera y en general los oprimidos de todo el mundo.

9 – Resulta completamente lamentable que el presidente Zapatero se haya convertido en el principal defensor de Aznar en esta polémica. Hay que recordarle a Zapatero a quien se debe, recordarle por qué es presidente: por una gigantesca movilización de la clase obrera y de la juventud contra el gobierno de Aznar, contra el gobierno que manipuló sobre la autoría del atentado del 11-M, contra el gobierno que atacó a la clase obrera y a la juventud. Por una profunda voluntad de cambio social que es la antítesis de todo lo que es y representa Aznar.

Como era de esperar, el «gesto» de Zapatero se le ha agradecido por los dirigentes del PP con una patada en la boca, arreciando aún más toda la parafernalia mediática y reaccionaria contra el gobierno.

Aún más lamentable es que Zapatero argumente la defensa que hizo de Aznar «por haber sido un legítimo representante de España, elegido democráticamente». Esa misma derecha que durante cuatro años no ha parado en su campaña de deslegitimación del gobierno del PSOE es la que ahora es objeto de defensa de Zapatero. Aznar no representaba «los intereses de todos los españoles», defendía los intereses del imperialismo norteamericano, de los empresarios, de los sectores más reaccionarios del aparato del Estado y por eso lo echamos en las elecciones del 14 de marzo de 2004.

10 – Respaldamos completamente las críticas de Hugo Chávez contra la patronal CEOE. Los mismos responsables de la precariedad laboral, de los salarios de miseria, de los accidentes laborales, de las privatizaciones de las empresas públicas, de los cierres de fábricas aquí en el Estado español son los mismos que se han dedicado a saquear impunemente a los pueblos de los países latinoamericanos durante largas décadas (Telefónica, Repsol, BBVA, BCSHA, Uníón Fenosa, etc.) Fue contra el PP, con el apoyo de la CEOE, que la clase trabajadora secundó masivamente la huelga general del 20 de junio de 2002. Por lo tanto, también es lamentable que Zapatero hable de la necesidad de defender los «intereses españoles» en América Latina, como si los trabajadores y jóvenes que vivimos en el Estado español tuviésemos algo que ver con los intereses de las multinacionales que monopolizan el agua, el gas, la electricidad y otros servicios esenciales sacando beneficios históricos y dejando a la mayoría de la población en la miseria. Es una mentira cínica decir que los capitalistas españoles están contribuyendo al desarrollo de estos países, como si fueran inocentes altruistas y no saqueadores sin principios, que fundamentalmente se benefician de la riqueza pública acumulada en el pasado sin crear ninguna nueva.

Entre el programa que defiende el presidente de la CEOE, Díaz Ferran, que dijo recientemente que «la mejor empresa pública es la que no existe» y el programa que defiende Hugo Chávez, de renacionalización de todas las empresas estratégicas privatizadas en el pasado, es evidente cual es el que representa mejor los intereses de los pobres y la clase obrera de Venezuela, del Estado español y de todo el mundo.

11 – No sólo los sectores de la burguesía más declaradamente reaccionarios sino todos aquellos que aparecen como democráticos, han lanzado una campaña a tumba abierta contra la revolución bolivariana. La convocatoria por parte del gobierno de Hugo Chávez de un referéndum sobre la reforma de la constitución, prevista para el 2 de diciembre, ha sido el pistoletazo de salida para un ataque en todos los frentes en la que vale todo. La reforma de la constitución refleja una profundización del proceso revolucionario venezolano.

Mientras la CIA norteamericana organiza a bandas de asesinos para crear sensación de inestabilidad en Caracas, mientras los empresarios boicotean la producción y distribución de alimentos en el país, la burguesía «democrática» y «civilizada» de todo el mundo se ha lanzado a una campaña brutal de mentiras contra el presidente Hugo Chávez, cuya finalidad es preparar a la opinión pública mundial contra cualquier desenlace violento contra la revolución bolivariana.

No sólo Aznar apoyó el golpe contra Hugo Chávez en 2002. También lo justificó El País, ese modelo de prensa «independiente» y «progresista». No cabe ninguna duda que lo volverían a hacerlo si hubiera condiciones para otro golpe y en todo caso es lo que en el fondo están alentando con su propaganda venenosa contra Hugo Chávez y la revolución. La Vanguardia otro periódico representativo de la burguesía española «democrática» calificaba en su editorial del 11 de noviembre pasado el referéndum constitucional del 2 de diciembre como «un golpe de Estado» de Chávez. La lógica es clara: si Chávez ha dado un «golpe de Estado» y es un «dictador» hay que derrocarlo para «reestablecer la democracia». Esa actitud de la burguesía «educada» y «democrática» respecto a Venezuela es una advertencia para los trabajadores de los países capitalistas desarrollados: mañana no dudarán en suspender los derechos democráticos que hagan falta si hay una situación en la que los intereses de la Banca y las grandes empresas están en juego.

El imperialismo y la oligarquía venezolana lo tienen complicado porque la revolución está fuerte, tiene amplias y hondas raíces, el pueblo venezolano está alerta. Pero no podemos subestimar las maniobras del imperialismo y de la reacción contra la revolución.

12 – Desde Manos Fuera de Venezuela hacemos un llamamiento especial a todos los sindicalistas del Estado español, a todos los militantes y simpatizantes de las organizaciones de la izquierda y especialmente socialistas: debemos exigir a sus dirigentes que no se confundan y no confundan a los trabajadores. Es intolerable que un dirigente que se diga socialista esté en el otro lado de la barricada, en el campo de los golpistas, de la derecha, de la reacción. No se puede repetir lo que pasó en el golpe de 2002 cuando Trinidad Jiménez, del PSOE, que ahora parece tan compungida por la formas de Chávez en la cumbre Iberoamercana, justificara el golpe de abril de 2002, de esta manera tan vergonzosa: «Chávez venía dando autogolpes en los últimos años desmantelando el sistema democrático, ya que actuaba como un dictador y era un ejemplo de como a través de unas elecciones democráticas se puede llegar al poder y actuar dictatorialmente».

No se puede estar con los poderosos y los oprimidos a la vez, o con unos o con los otros.

Es mucho lo que la clase obrera mundial se está jugando en Venezuela. Desde Manos Fuera de Venezuela hacemos un llamamiento a todos los trabajadores y jóvenes conscientes a defender la revolución venezolana. Si la revolución venezolana triunfa estaremos en mejores condiciones para hacer frente a los ataques que continuamente se están preparando contra nuestras condiciones de vida y nuestros derechos democráticos también aquí en el Estado español. El triunfo de socialismo en Venezuela abrirá una nueva perspectiva para la clase obrera del mundo entero. Si la revolución venezolana es derrotada también será un paso atrás para la clase obrera del Estado español, la reacción, los Aznar y toda la basura que representan saldrá fortalecida.

Al Rey, a Aznar y a la CEOE le decimos: ¡Manos fuera de Venezuela!

¡Viva la revolución bolivariana!

¡Fuera la monarquía del Estado español!

¡Viva la unidad de la clase obrera latinoamericana y europea!

¡Viva la lucha por el socialismo en todo el mundo!

Madrid, 13 de noviembre de 2007