El pasado día jueves 28 de febrero, se llevó a cabo en Potosí el debate público organizado por la Corriente Marxista Internacional – El Militante de Bolivia: fue un día muy particular para los potosinos. En la tarde la multitudinaria marcha de cacerolas vacías contra la inflación realizada por FEJUVE y COMCIPO y todas las entidades afiliadas a estos entes matrices ha acabado en el saqueo de los principales mercados de la ciudad, el Mercado Central, Uyuni, Chuquimia, y de muchas tiendas de la Calle Bolívar y adyacentes: la clara muestra de la rabia explosiva del pueblo hacia la especulación y el saboteo económico de la oligarquía.
Nosotros los compañeros de El Militante no esperábamos una participación como la tuvimos por la situación que se presentaba en nuestra ciudad. Acudieron a nuestra invitación – realizada por radios, Canal TV Universitario y con entrega de volantes y afiches – aproximándonos alrededor de unos 35 compañeros, en su mayoría estudiantes y trabajadores. En la introducción analizamos la situación nacional, con un análisis minucioso de la coyuntura económica, social y política de Bolivia, metiendo énfasis con las similitudes con el proceso revolucionario de Venezuela. Estábamos presentando también el documento «La Revolución Venezolana en la encrucijada» por Alan Woods, del cual se difundieron varias fotocopias. Nos concentramos particularmente en analizar la arremetida de la derecha en Bolivia, el Estatuto Autonómico de Santa Cruz, planteando la necesidad de construir una movilización unitaria de trabajadores, campesinos y estudiantes para impedir la celebración del referéndum autonómico y profundizar el proceso de cambio.
Unos diez compañeros intervinieron en el debate, en el cual los compañeros manifestaron que no se quede solamente en palabras y que lo demostremos con los hechos. Otros subrayaban la necesidad de la participación del campesinado, de los estudiantes y las clases populares en la lucha. Un compañero, citando Luis Espinal, decía que «la prudencia es cobardía en tiempos de revolución». Varios, hasta con preguntas, se referían a la necesidad de una dirección política. Algunos compañeros invitaban a no dejar atrás el tema de nuestra cultura. Casi todas las intervenciones indicaban que todos los compañeros deben movilizarse unidos frente a la arremetida de la derecha, y que debemos formarnos a la revolución tanto ideológicamente como físicamente. Un compañero procedente de Santa Cruz aclaraba la situación allá, informándonos que desde el tercer anillo hacia la periferia la gente es obligada a apoyar el referéndum autonómico, clara muestra del método de la derecha.
Por fin los compañeros nos decían que esta clase de debate se debe realizar constantemente, otros proponían temas, como la cuestión de Cuba, proponiendo que invitemos a compañeros cubanos presentes en nuestra ciudad para que intervengan. Los compañeros proponían que nosotros organicemos y llamemos a esta movilización. Explicándoles que no tenemos por ahora capacidad convocatoria, pero si tenemos las ideas y la visión clara de nuestros propósitos, nos comprometimos con los compañeros a seguir con nuestra campaña, y varios dieron muestra de querer sumarse a la CMI, declarándonos su apoyo rotundo y convencido de nuestras ideas.