La Nacionalización de Sidor genera ola de movilizaciones en la clase obrera venezolana por el socialismo.Tras la reciente nacionalización de la empresa SIDOR por parte del gobierno revolucionario, se ha desatado una importante movilización por parte de diversos sectores de la clase obrera venezolana que mira lo ocurrido en la siderúrgica la referencia anhelada para su actual situación laboral. Liberarse de la opresión patronal y la explotación capitalista por la vía de la nacionalización y el control obrero de la producción.
Tras la reciente nacionalización de la empresa SIDOR por parte del gobierno revolucionario, se ha desatado una importante movilización por parte de diversos sectores de la clase obrera venezolana que mira lo ocurrido en la siderúrgica la referencia anhelada para su actual situación laboral. Liberarse de la opresión patronal y la explotación capitalista por la vía de la nacionalización y el control obrero de la producción.
Constantemente se están registrando en Caracas movilizaciones de trabajadores y trabajadoras ente las sedes de lo Poderes Públicos, manifestando sobre sus condiciones laborales en empresas en manos de la oligarquía y trasnacionales así como de otras estatizadas durante la IV república, hechas en la mayoría de los casos para salvar de la quiebra a algún capitalista en apuros y sometidas al control de burocracias dependientes de entes nacionales o regionales y donde privan igualmente condiciones de sometimiento y explotación.
Este es el caso de los trabajadoras de la empresa SACOSAL, dependiente de la gobernación del estado Sucre en manos del oportunista y corrupto gobernador Ramón Martínez del partido PODEMOS que resultó reelecto haciendo creer al pueblo que estaba en sintonía con el gobierno revolucionario. SACOSAL funciona en las históricas salinas de Araya en el oriente del país. Araya es una de las más grandes salinas a cielo abierto del mundo. En la misma se extrae, acopia y procesa la sal de la cual se surte casi en su totalidad el mercado nacional. Laboran 467 trabajadores entre obreros y empleados constituyendo la principal fuente de trabajo en Araya.
Desde que Ramón Martínez tomó el control de la empresa la misma ha entrado en franco proceso de deterioro y desinversión a pesar del incremento de la producción. Es de hacer notar que la gestión de Ramón Martínez se destaca por su descarado esmero en servir a los intereses de oligarquía local. En Sucre por ejemplo por decreto del gobernador se dejó de exigir a los patronos la solvencia laboral, el cual es una de las primordiales armas del gobierno revolucionario para obligar a los capitalistas a cumplir con las obligaciones de las nuevas leyes a favor de la clase trabajadora.
En SACOSAL las condiciones laborales son pésimas, los salarios y el incumplimiento con la contratación y las condiciones de trabajo son de explotación. Existe una organización sindical, pero la misma se encuentra controlada por lacayos del gobernador Martínez, por lo que la mayoría de sus trabajadores decidieron movilizarse ante la sede de la Asamblea Nacional el pasado jueves 8 de mayo y con los cuales nos topamos durante un día de diligencias en el centro capitalino. En fraternal camaradería me explicaron su situación para El Militante.
Exigen que la empresa pase a control del gobierno nacional (PEQUIVEN) como punto de partida para alcanzar el verdadero sentido de una empresa nacionalizada y bajo control de los trabajadores. En sus pancartas y consignas se hacían llamados para que “la revolución se haga presente en Araya”. Los trabajadores venezolanos con su instinto de clase y la experiencia de empoderamiento adquirida a lo largo de 10 años de proceso revolucionario, ven al alcance de su mano la posibilidad cierta de liberarse para siempre del yugo explotador capitalista. Ven que el socialismo no es un sueño irrealizable, sin no una realidad tangible que solo precisa de la decisión de los trabajadores con el apoyo de su gobierno revolucionario.