Las actuales luchas y todas las que inevitablemente vendrán en las próximas semanas y meses previos a las elecciones, nos dan una idea clara de lo que sucederá después de las elecciones. No importa qué partido gane las elecciones, intentará retirarc En los últimos tiempos, Grecia se ha visto envuelta en una onda de huelgas por los salarios y beneficios sociales. El 6 de octubre, los trabajadores del sector público incluyendo a recolectores de basura, trabajadores hospitalarios, doctores, maestros, profesores universitarios y jueces iniciaron una huelga. El mismo día los trabajadores participaron en una manifestación en Atenas. ¡El alcance que ha tenido el movimiento de protesta en amplias capas de la sociedad quedó demostrado por la presencia de oficiales de policía quienes también se unieron a la huelga ese día! Esta iniciativa fue seguida de inmediato por los taxistas. Los bomberos también han hecho sus propias demandas.
El gobierno del PASOK (Partido Socialista Griego), en una tentativa desesperada de aumentar su frágil apoyo entre el electorado, recientemente aumentó los salarios los salarios para los trabajadores con menores ingresos, pero esto de ninguna manera compensa las pérdidas del pasado, y en todo caso implica solamente a una porción de la clase obrera, mientras que los ataques contra los estándares de vide continúan.
En general, la posición del gobierno ha sido que no puede permitirse aumentos importantes para todos los trabajadores, y que se necesitan hacer sacrificios. Esto ha enfurecido aún más a los trabajadores. El 10 de octubre explotó otra huelga, en la que se dio una confrontación armada importante entre la policía antimotines y los oficiales de la policía regular que protestaban. Algunos policías que protestaban fueron heridos por la policía antimotines. ¡El gobierno acusa a la policía regular de motín!
El 13 de octubre continuaron las protestas, a la que se unieron muchos trabajadores del sector público. El gobierno presentó inicialmente la misma posición que antes, aduciendo que no podían otorgar nuevos aumentos salariales, pero fue forzado por la presión de los trabajadores a alcanzar un acuerdo con los sindicatos, quienes levantaron la huelga el 16 de octubre.
La marea huelguista sigue subiendo y está trayendo a la superficie todas las contradicciones de la sociedad griega que había estado acumulado por largo tiempo. El gobierno del PASOK está viendo que no es capaz de contener más a los trabajadores ni al movimiento sindical. Bajo estas condiciones un posible regreso al gobierno del odiado partido de derecha Nueva Democracia no puede descartarse. De conseguirlo, Grecia será testigo de mayores luchas, iniciándose así una época completamente nueva e inestable para la sociedad griega, donde la clase obrera ciertamente dejará su impresión en la sociedad.
A continuación publicamos el editorial del último número del periódico marxista griego Sosialistiki Ekfrasi. (3 de noviembre de 2003).
Sólo cuatro meses después de que su supuesto triunfo en Iraq, los imperialistas norteamericanos está enfrentando una tempestuosa resistencia y se está viendo forzados a contar el número de soldados muertos producto del viento que han provocado. La situación nos recuerda cada vez más a Vietnam. El problema de los invasores fue descrita por el comandante de las fuerzas de ocupación norteamericanas, el Teniente General Ricardo Sanchez, quien indicó el 2 de octubre, que “sus tropas hacen frente a un enemigo que está cada vez más y más organizado, más y más complejo, más y más homicida, un enemigo camuflado con la población.” Esto lo indicó mientras daba cuenta de los soldados muertos y heridos desde que la guerra terminó.
En casa, en los países de los principales protagonistas del holocausto iraquí, de Bush y de Blair, a medida que se conoce sobre las mentiras que se propagaron respecto a las supuestas armas de destrucción masiva iraquíes son seguidas por el estallido de un escándalo tras otro. Más pronto o más tarde, la historia, a través de la lucha de la gente, encontrará la manera de tomar venganza por los atroces crímenes realizados por estos neo-cruzados sin armadura y será inmisericorde con ellos.
En nuestro país [Grecia], la historia está ahora cobrándosela a los “modernizadores” [el ala derecha del PASOK, equivalente a los Blairistas en Gran Bretaña, Nota del Editor] por sus políticas anti obreras. Es dolorosamente cierto el hecho que parece que van a perder poder en las próximas elecciones parlamentarias, dándole así cabida a la Nueva Democracia [el partido tradicional de derecha, la versión griega de los conservadores británicos, Nota del Editor].
La batalla de K. Simitis [líder del PASOK] antes de las elecciones por el control del partido se ha caracterizado por el retiro de K. Laliotis del puesto de Secretario General, imponiendo en su lugar a Chrysohoidis. Ésta es una indicación de que se están preparando para el período que vendrá después de la derrota que sufrirán en las próximas elecciones generales.
Después de este verano, el gobierno tomó medidas para evitar su derrota anunciando un paquete de “bonificaciones” y una “carta para el acuerdo social y financiero”. Esta era una última tentativa desesperada de alcanzar la enorme distancia que los separa actualmente de la Nueva Democracia.
El anuncio de un paquete de “bonificaciones” que ascendía a 1,7 millardos de Euros, que estaba dirigido a las capas sociales que el gobierno del PASOK había golpeado más duro en el pasado, junto con las promesas pre-electorales hechas en la “carta para el acuerdo”, no parecen haber convencido a nadie. Los resultados de encuestas publicadas luego del anuncio de estas medidas mostraron que la distancia entre los dos partidos, PASOK y Nueva Democracia, se mantiene cerca de 7 puntos porcentuales.
Esto era inevitable, porque las “bonificaciones” eran en realidad un chiste, ¡apenas 1 euro por día por trabajador! Además los anunciaron junto con concesiones muy favorables a los grandes negocios (exenciones por el uso de los vehículos a motor, del combustible para granjeros, de la transferencia de tierra cultivada y un recorte en las contribuciones al seguro para los patronos). También, la promesa de integración financiera y social con Europa es tan sólo una simple promesa preelectoral, que se basa en condiciones previas que son muy poco probables de alcanzar, como por ejemplo un crecimiento económico proyectado para los próximos años a una rata del el 4% anual.
Encima de todo – y usando como excusa todas las supuestas políticas sociales antes mencionadas – el gobierno ha iniciado una serie de nuevas privatizaciones escandalosas, vendiendo lo que quedaba de las propiedades, compañías, tierra inmuebles del gobierno.
Más aún, lejos de este mundo de promesas fantásticas, en el verdadero y desagradable mundo de la vida diaria, el costo de la vida galopa veloz para alejarse del alcance de la clase trabajadora. Esto está añadiendo aún más problemas a los que ya hay de pobreza y desempleo.
Los supermercados propiedad de las cadenas multinacionales han anunciado que están congelando sus precios, pero esto ha sido después de frecuentes e injustificados aumentos. ¡En Grecia venden sus mercancías un 20% más caro que en los otros países de la UE, donde los estándares de vida son casi el doble que los de Grecia! Y sin embargo, el gobierno, que bien enterado que está de todo esto, se limita simplemente a pedirle que “se aguanten” y mientras envía a uno de sus ministros que se pasee por los mercados y quioscos locales.
Los trabajadores del sector público han respondido a las “bonificaciones” gubernamentales con una serie de huelgas, en las que se han involucrado los profesores universitarios, maestros de escuelas técnicas, maestros de secundaria y trabajadores hospitalarios. Incluso se les han unido oficiales de policía, así como los bomberos y trabajadores portuarios, por mencionar sólo algunos de los sectores que participaron en la huelga.
Los trabajadores del sector público entienden muy bien que ahora es el momento correcto para recuperar por lo menos una parte de lo han perdido desde que Simitis formó su gobierno.
El presidente de la central de trabajadores de Grecia (GSEE) ha planteando el problema del número de personas que han perdido sus trabajos en el sector privado, pero al mismo tiempo mantiene su política de pasividad. Ha felicitado al gobierno por su paquete de bonificaciones y ha anunciado que exigirá un aumento de los salarios del 6 % (!), porcentaje que resulta absurdo cuando los trabajadores “privilegiados” del sector educativo han rechazado aumentos del 10% y exigen al menos el doble.
Las actuales luchas y todas las que inevitablemente vendrán en las próximas semanas y meses previos a las elecciones, nos dan una idea clara de lo que sucederá después de las elecciones. No importa qué partido gane las elecciones, intentará retirar cualquier ganancia que puedan lograr los trabajadores en este período (lo cual es más probable si gana Nueva Democracia). ¡Ése será el período en que las luchas en los sectores públicos y privados encontrarán su verdadero despertar!