Los heroicos trabajadores de Colombia han hecho un llamamiento a la solidaridad internacional – una solicitud que apoyamos plenamente. Pedimos a nuestros lectores y seguidores que lleven a cabo actividades de solidaridad en cada país.
Los trabajadores y campesinos están en grave peligro porque el Estado quiere desalojarlos de la autopista Panamericana que mantienen bloqueada en el suroeste del país.
Uribe, el presidente de Colombia, declaró el estado de excepción y envió a la zona a paramilitares y a la policía. Las fuerzas de seguridad han atacado a los manifestantes indígenas desarmados con todo tipo de armas, desde machetes a rifles de largo alcance.
Algunas informaciones hablan del asesinato de 3 indígenas y decenas de heridos.
Estas protestas también coinciden con una oleada de huelgas que incluye a los 18.000 trabajadores de la caña de azúcar, que han declarado su solidaridad con las comunidades indígenas y a los trabajadores judiciales.
En la medida que la represión continúa, se ha convocado una huelga nacional el 23 de octubre contra el estado de emergencia. Hacemos un llamamiento a la solidaridad con los trabajadores colombianos y campesinos que se enfrentan a la represión.
Colombia es el bastión del imperialismo de EEUU en América Latina. Los militares colombianos está capacitados y equipados por sus colegas norteamericanos. La excusa que se utiliza para esto es la guerra en curso contra la guerrilla de las FARC.
El gobierno colombiano es el principal agente imperialismo del imperialismo de los EE.UU. en la zona, amenazando a los gobiernos de Venezuela y Ecuador con su ejército fuertemente armado. Hace sólo un par de meses, Uribe, poco después de haberle infligido duros golpes a las FARC, parecía estar montado en el caballo de la popularidad. Ahora, tiene que recurrir a la fuerza para sofocar la disidencia, incluso en el mismo aparato estatal.
Ahora, las masas de los trabajadores y campesinos en Colombia están empezando a movilizarse. El gobierno de Uribe se ha visto obligado a declarar el estado de emergencia y liberar los poderes represivos del estado. Los paramilitares y la policía han llevado a cabo una campaña de asesinatos contra líderes indígenas y activistas sindicales durante algún tiempo, y que lo más probable es que ahora se acelere.
Tenemos informes de 70 heridos en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los pueblos indígenas en el Estado del Cauca, donde 8.000 personas se reunieron el domingo para demandar a Uribe que explicara sus promesas incumplidas sobre la tierra y la violencia contra dirigentes indígenas. Algunos informes afirman que unos 20.000 se reunieron allí en una asamblea (minga) para discutir la represión contra los dirigentes indígenas.
Los grupos indígenas se unieron a los sindicatos en sus reclamos para que cese la violencia desatada contra ellos. La central sindical colombiana, la CUT, llamó a una jornada de lucha hoy y a una huelga general el 23 de octubre contra el estado de emergencia decretado por Uribe. Apoyamos incondicionalmente estas acciones.
La huelga en el sector judicial, que duró 42 días e implicó a 32.000 trabajadores paralizó el sistema judicial del país. Esa fue la razón esgrimida por el gobierno de Uribe para declarar el estado de emergencia. Los trabajadores están exigiendo la independencia del poder judicial del gobierno y aumentos de sueldo. Y se han negado a ceder en sus reclamos pese a las medidas adoptadas contra ellos.
Los heroicos trabajadores de Colombia han hecho un llamamiento a la solidaridad internacional – una solicitud que apoyamos plenamente. Pedimos a nuestros lectores y seguidores que lleven a cabo actividades de solidaridad en cada país.
¡Abajo el imperialismo de EEUU!
¡Que se revoque el estado de emergencia!