El sábado por la noche un oficial de las fuerzas especiales de la policía griega asesinó Exarchia (cerca de Atenas) a un joven estudiante de 15 años, Alexandros Grigoropoulos (a sólo 200 metros de donde tenemos nuestro local). Esta es la forma moderna y “democrática” en que un policía respondió a las consignas habituales contra la policía de un pequeño grupo de estudiantes de secundaria, normales y totalmente desarmados, que se encontraban frente a él. El oficial de policía disparó contra el grupo de estudiantes en una zona donde hay muchos cafés llenos de gente y a las nueve de la noche, cuando se reúne en la zona muchos jóvenes para pasar la noche.
El sábado por la noche un oficial de las fuerzas especiales de la policía griega asesinó Exarchia (cerca de Atenas) a un joven estudiante de 15 años, Alexandros Grigoropoulos (a sólo 200 metros de donde tenemos nuestro local). Esta es la forma moderna y «democrática» en que un policía respondió a las consignas habituales contra la policía de un pequeño grupo de estudiantes de secundaria, normales y totalmente desarmados, que se encontraban frente a él. El oficial de policía disparó contra el grupo de estudiantes en una zona donde hay muchos cafés llenos de gente y a las nueve de la noche, cuando se reúne en la zona muchos jóvenes para pasar la noche.
Este ataque fascista, brutal y no provocado por parte de la policía griega ha creado un sentimiento extenso y profundo de repugnancia en toda la sociedad griega. Recuerda a todos las acciones criminales de las fuerzas policiales griegas en el pasado, los años negros de la dictadura de los coroneles (1967-1974), pero también ha servido para recordar a la mayoría de las personas los métodos brutales de la policía griega durante los últimos cuatro años de gobierno de la derecha. Hace dos años en Tesalónica, seis oficiales de policía golpearon brutal y despiadadamente a un estudiante chipriota, provocándole heridas graves, tanto físicas como psicológicas. En el mismo período un oficial de policía hirió gravemente a un joven profesor utilizando un puño de hierro.
Regularmente muchos inmigrantes son golpeados por la policía griega, sobre todo en las comisarías de Atenas, como demuestran muchos vídeos que han sido emitidos en distintas emisoras de televisión griegas. Todo esto son sólo unos cuantos ejemplos de las acciones «democráticas» del estado burgués griego en los últimos años de gobierno de Nueva Democracia (ND).
Este asesinato ha tenido un gran impacto sobre todos los trabajadores y en particular sobre la juventud griega. La noche del asesinato, miles de jóvenes se movilizaron espontáneamente en Atenas, Tesalónica y Patras, para demostrar su furia, hubo enfrentamientos con la policía durante toda la noche. Hoy había planificado otra concentración en el centro de Atenas, que tendrá una participación mayor que la de ayer.
Desde primeras horas de la mañana, los estudiantes han ocupado muchos institutos por todo el país. En el momento de escribir este artículo, los estudiantes universitarios están reunidos en masivas asambleas generales para decidir qué hacer. El Sindicato de Estudiantes de Secundaria ha decidido convocar una huelga de tres días y los sindicatos de primaria también han decidido salir mañana a la huelga. El KKE (Partido Comunista Griego) y el Syriza, frente de izquierdas del Synaspismos, también han decidido participar hoy en la concentración.
Un elemento importante a destacar es que el miércoles de la semana pasada, antes del asesinato, la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Griegos en el sector privado y público (GSEE y ADEDY) ha decidido convocar una huelga general contra la pobreza y la amenaza del desempleo para la clase obrera griega. Sin duda, la huelga general será muy distinta después del asesinato del joven Alexandros.
El gobierno griego ha intentando calmar a la población prometiendo un «castigo ejemplar» para el oficial de policía implicado en el tiroteo, pero el ambiente que existe en la sociedad hace que este tipo de promesas tengan un carácter muy limitado. Las últimas encuestas demuestran que ND está un 6-7 por ciento detrás del PASOK. El voto combinado de los partidos obreros supera el 60 por ciento. Existen todos los factores para que en el futuro cercano caiga el gobierno.
Los marxistas apoyamos enérgicamente y participamos activamente en el gran movimiento contra el terror policial, pero también explicamos que el asesinato del joven Alexandros no fue un accidente, sino que es la expresión de la naturaleza reaccionaria del estado burgués y del actual gobierno de ND. El terrorismo de estado, para la clase dominante, es un arma necesaria que apoya al sistema capitalista. La violencia policial es el alma gemela de la pobreza, la explotación y las privatizaciones.
La brutalidad policial es un método de la guerra de clase contra los trabajadores. La clase dominante organiza la violencia de clase contra los jóvenes y trabajadores y por eso debemos reaccionar, todo el movimiento obrero debe movilizarse utilizando los métodos de la lucha de clases. Si las organizaciones de masas de la clase obrera no movilizan todas sus fuerzas, cometerán un serio error dejando el movimiento en manos de los anarquistas y grupos ultraizquierdistas que insisten en métodos ciegos y aventureros. La quema de automóviles y tiendas como «método de lucha» tiene el efecto contrario del que se desea. Estos métodos dan excusas a la policía que busca presentarse como «la protectora de la propiedad del pueblo». Ayuda a desviar la atención de la responsabilidad que tiene la policía y criminaliza a la juventud.
Creemos que los sindicatos, los partidos obreros, el PASOK, el KKE y el Synaspismos, las organizaciones de masas de la juventud, deben unirse inmediatamente en un frente único tanto contra el gobierno como contra el ataque generalizado lanzado por la burguesía griega. El objetivo de la huelga general debe ser derribar al gobierno y comenzar la lucha por un gobierno socialista de izquierdas, que se base en el movimiento obrero, en los pobres urbanos y rurales, para poder aplastar las instituciones represoras del estado, acabar con la opresión y aplicar un verdadero programa socialista. Sólo con la expropiación de las principales empresas capitalistas y poniéndolas bajo control obrero, se podrá erradicar de una vez por todas la violencia y esclavitud capitalistas.