Los trabajadores alcanzan un acuerdo que recoge  parte de sus reivindicaciones con enormes presiones del Ministerio del Trabajo.

 

El pasado domingo 22, en horas de la madrugada se alcanzó un acuerdo entre la patronal de MMC automotriz y los camaradas de SINGETRAM (Sindicato Nueva Generación de Trabajadores de Mitsubishi)  que supone la vuelta al trabajo. El acuerdo se ha realizado tras casi dos meses  de la toma y tras una enorme presión sobre todo por parte del Ministerio del Trabajo, encabezado por María Cristina Iglesias y los viceministros  Ricardo Dorado y Elio Colmenares.  Desde hace varias semanas se instaló una mesa de negociación en el  MINPPTRASS, con asistencia de la gerencia empresarial,  en las cuales  la directiva de Singetran  luchó dignamente  para llegar a un acuerdo con los patronos en las mejores condiciones para los trabajadores   que nos permitiera sobre todo ganar tiempo para organizar y unificar el movimiento sindical mas allá de las paredes de Mitsubishi, tanto en el sector automotriz como en el estado Anzoátegui y  permitiera dar una lucha más amplia contra las acometidas de los empresarios en los próximos meses.

El pasado domingo 22, en horas de la madrugada se alcanzó un acuerdo entre la patronal de MMC automotriz y los camaradas de SINGETRAM (Sindicato Nueva Generación de Trabajadores de Mitsubishi)  que supone la vuelta al trabajo. El acuerdo se ha realizado tras casi dos meses  de la toma y tras una enorme presión sobre todo por parte del Ministerio del Trabajo, encabezado por María Cristina Iglesias y los viceministros  Ricardo Dorado y Elio Colmenares.  Desde hace varias semanas se instaló una mesa de negociación en el  MINPPTRASS, con asistencia de la gerencia empresarial,  en las cuales  la directiva de Singetran  luchó dignamente  para llegar a un acuerdo con los patronos en las mejores condiciones para los trabajadores   que nos permitiera sobre todo ganar tiempo para organizar y unificar el movimiento sindical mas allá de las paredes de Mitsubishi, tanto en el sector automotriz como en el estado Anzoátegui y  permitiera dar una lucha más amplia contra las acometidas de los empresarios en los próximos meses.

 

Los trabajadores estaban  enfrentándose  no tan solo a los intereses transnacionales sino también al aparato del estado burgués: mercenarios policiales, poder judicial corrompido, medios de comunicación, dirigentes políticos y sindicales reformistas.  Demasiados frentes para un combate, aún estando los trabajadores  bien organizados y contando con la solidaridad de las comunidades. Por ello los trabajadores decidieron con acierto  que era necesario dar un paso atrás que permitiera reagrupar y organizar mejor nuestras fuerzas para las luchas futuras que en las próximas semanas o meses se van a dar entre la clase obrera venezolana y los explotadores.

 

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La mesa de negociación

En esta mesa de negociación, que conducía Ricardo Dorado,  los camaradas recibieron una presión enorme desde el ministerio para llegar cuanto antes a un acuerdo mínimo  respecto a las reivindicaciones de los trabajadores.  En concreto,  eliminar la tercerización dentro de la empresa MMC y que ésta incorporara a los trabajadores de la empresa contratista Induservis, a la cual le había rescindido el contrato. Según el artículo 77 de la ley del trabajo los trabajadores de Induservis deberían por las funciones que ocupan pasar a nómina de MMC.  Sin embargo la posición del ministerio del trabajo fue la de negarse  a la propuesta de la directiva de Singetram por que de hacerlo tendrían que hacer lo mismo (terminar con la tercerización)  en las empresas del estado e instituciones del gobierno como PDVSA, Sidor, gobernaciones, alcaldías, ministerios, institutos.

La actitud de Marea Socialista.

También es  reprobable  la actitud de Marea Socialista ante este acuerdo señalando en una nota en Aporrea  “la buena voluntad” del Ministerio tras las enormes presiones que ha habido contra los trabajadores por parte del mismo  de las que son conscientes y testigos los dirigentes de Marea Socialista, para que los trabajadores de MMC  firmaran un acuerdo con la Multinacional japonesa lo más rápido posible.  Al mismo tiempo han intentado atribuirse ante el movimiento de los trabajadores el logro de este acuerdo que ha sido fruto, no de la política sindical de Marea Socialista, sino  de los esfuerzos de los trabajadores de MMC y Singetram. En Aporrea  Marea Socialista ha publicado una nota  donde señala que "los trabajadores y el Sindicato Nueva Generación de Trabajadores de la MMC y representantes de esta empresa llegaron a un acuerdo final, contando para ello con la intermediación y buena voluntad del Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y Seguridad Social, representado en la mesa de discusión por el Viceministro Ricardo Dorado".http://www.aporrea.org/trabajadores/n131325.html .  Esta  actitud de Marea Socialista ha generado enorme malestar entre los trabajadores de MMC.

Miedo de la burocracia y acuerdo millonario con el imperialismo japonés.

La presión del ministerio del trabajo y de los reformistas corresponde a dos factores: por un lado temían que en el actual contexto de auge general de la lucha obrera en Venezuela, el ejemplo de la lucha de Mitsubishi se extendiera y los camaradas aparezcan con un punto de referencia, como estan empezando a convertirse.  El otro factor es la política del gobierno,  reducir la conflictividad laboral como sea y desactivar cuanto antes  el mayor numero de conflictos.

También en la presión para cerrar la toma de MMC, es muy importante la incidencia  del acuerdo entre PDVSA  y empresas japonesas  para la explotación conjunta de la franja petrolífera del Orinoco, el día 19 de Marzo, Rafael Ramírez estaba en Tokio negociando con el ministro del comercio japonés. También PDVSA estaba buscando una línea de crédito  entre 3000 y 4000 millones de dólares.  Ver en http://lta.reuters.com/article/businessNews/idLTASIE52I0RQ20090319 http://espanol.news.yahoo.com/s/afp/venezuela_jap__n_china_petr__leo .

Es seguro que en esas conversaciones la embajada japonesa y las transnacionales presionaran para que se cerrara cuanto antes el conflicto en Toyota y MMC como condición para la firma del acuerdo. El gobierno venezolano este fin de semana tuvo que lanzar toda una serie de medidas contra la crisis, como la reducción del presupuesto nacional sobre la base de 40 dólares el barril, subida del  IVA de 3 puntos y un aumento del salario  del 20 % en dos tramos del 10%, con la pérdida de poder adquisitivo consecuente. En el fondo son medidas tibias que no van a resolver el problema de financiación del estado y que van a provocar recortes. Al mismo tiempo el estado se va a endeudar en más de 11000 millones de dólares. Esta situación de caída de la renta petrolera  hace que el gobierno esté buscando recursos como sea, por ahora  sin tocar los intereses de los capitalistas en aspectos estratégicos, como producción y distribución nacional de alimentos, nacionalización de la banca. Aunque las amenazas del comandante Chávez contra los capitalistas van en aumento, sobre todo las últimas semanas como hemos señalado en varios reportes.

La lucha continua.  Hay que organizar el movimiento de los trabajadores  por la construcción del sindicato de nuevo tipo frente al sindicalismo reformista y burocrático.

El viernes tras la presión del Ministerio del Trabajo, en una asamblea con unos 1000 trabajadores  se decidió por votación terminar la toma. Los trabajadores se fueron arrechos y algunos  con lágrimas en los ojos.  El acuerdo  recoge toda una serie de reivindicaciones importantes: reincorporación de los trabajadores de Induservis, aunque no la incorporación a MMC como ellos reclamaban, indemnizaciones para las familias de los trabajadores asesinados, pago de los salarios de los días de la ocupación de la planta, el recuento del tiempo de transporte  como parte del tiempo de trabajo y otras demandas que suponen  un logro para los trabajadores después de  más de dos meses de toma  y tantas presiones, pero se vio claramente la actitud del gobierno de liquidar cuanto antes la lucha como fuera cuando los trabajadores tenían esperanzas en que el gobierno actuara en su favor. Se logró garantizar las mismas condiciones contractuales a los trabajadores de Induservis con los de MMC, que  es un paso adelante.

El ministerio del trabajo en vez de intentar aplacar los conflictos obreros debería tomarlos como partida para organizar el poder popular en las empresas la única manera de combatir de un modo efectivo el sabotaje económico.
 El socialismo debe significar como ha señalado el presidente Chávez que los medios de producción estén socializados y en manos del pueblo.  Esta ofensiva de los trabajadores en manos de revolucionarios   debería ser el instrumento perfecto para derrotar el capitalismo en Venezuela, ocupando fábricas para satisfacer las demandas,  establecer el control obrero y de las comunidades en la industria del país y así  profundizar verdaderamente la revolución destruyendo el estado oligárquico, el estado burgués.

 Si cuando los trabajadores ocupan empresas en defensa de sus derecho y  la respuesta del aparato del estado, del gobierno, es presionar a los trabajadores para que cesen sus demandas,   y lleguen a acuerdos con multinacionales imperialistas o con los patronos  para perpetuar la explotación capitalista, lo único que se profundizará es la brecha entre el pueblo, los trabajadores y el gobierno nacional por la contradicción entre los discursos del Presidente y los hechos de sus funcionarios en los ministerios. Con ello solo se consigue la pérdida de confianza en la revolución por parte del pueblo y los trabajadores. Es más necesaria que nunca una autentica dirigencia sindical revolucionario que sustituya al tapón que significa la dirigencia nacional de la UNT  que oscila entre el sectarismo  y el oportunismo y que enrumbe el movimiento de los trabajadores en una línea auténticamente revolucionaria en el seno del movimiento bolivariano.

En estos días tendrá lugar una inspección técnica que permita devolver a los patronos la empresa. El fin de la toma va a permitir  a los camaradas poder concentrarse en la  unificación del movimiento sindical entorno a su propuesta de sindicato de nueva generación   siendo conscientes que esto es una tregua en la lucha.  También esta lucha nos  permite  apreciar, comprender  que en  el nivel  alcanzado  sólo se podía conseguir una victoria  con la presión del resto del sector automotriz y del movimiento obrero.  Para las futuras luchas que se avecinan los trabajadores de MMC, VIVEX y MACUSA salen  fortalecidos y con una autoridad ganada entre amplios sectores de la clase explotada  tomándolos como un ejemplo a seguir.  Las multinacionales del sector automotriz para mantener sus operaciones en todo el mundo ante la crisis económica mundial están recortando empleos y pidiendo ayudas millonarias. Las concesiones del ministerio del trabajo van a significar nuevos demandas de las multinacionales automotrices y más ataques  a los trabajadores en las próximas semanas y meses.  Nuevas luchas se preparan para los trabajadores en el futuro. ¡Ahora la tareas de los trabajadores de MMC es organizarse mejor fuera de las paredes de la planta para ser el punto de referencia que necesita la clase obrera venezolana para junto a las comunidades tomar el poder  y constituir un estado revolucionario que sustituya el contrarrevolucionario estado burgués con todos sus ministerios y funcionarios que son el mayor obstáculo para el avance de la revolución al socialismo!