La CMR marchó junto a dirigentes sindicales del estado.
La conmemoración del primero de mayo en Mérida tuvo un marcado carácter combativo. Desde las diez de la mañana comenzó la concentración en la plaza Glorias Patrias, que si bien no contó con una asistencia masiva, debido a que la marcha se había suspendido por un Decreto de la Directora de la Corporación de Salud Estado que prohibía la masiva concentración de personas como medida preventiva contra el virus AH1N1, así como por la movilización de trabajadores y militantes revolucionarios para la marcha de Caracas; participaron dirigentes de diferentes organizaciones sindicales y obreras: Sindicato de Obreros de la Universidad de los Andes (SOULA), Sindicato Socialista Unido de la Construcción, Sindicato de Obreros de la Gobernación del Estado Mérida, Sindicato de Trabajadores de la Corporación Merideña de Turismo, Sindicato de Trabajadores de Trolmerida, Frente de Obreros Socialistas Universitarios, UNT-Mérida y miembros de la Corriente Marxista Revolucionaria (CMR)y de la Unidad Socialista de Izquierda (USI).
Cabe destacar, que el ambiente revolucionario de la jornada se pudo apreciar en las distintas consignas vociferadas por los marchantes, que expresaban la necesidad de la unidad de la clase obrera venezolana en torno a un programa auténticamente socialista, que nos permita completar la revolución y acabar definitivamente con todas las lacras que ha creado el capitalismo en la sociedad.
Igualmente, desde un camión a la cabeza de la manifestación, Gerardo Sosa, Secretario General del SOULA y Alí Quero militante de la CMR, se dirigieron a los presentes y destacaron la significación histórica de ese día para el moviendo obrero mundial, repudiaron la manipulación politiquera que las autoridades de la ULA han hecho de la reducción de 6% en el presupuesto de la universidad, denunciaron el mal uso de los recursos que hacen las mismas y se pronunciaron a favor de que se abran los libros de contabilidad y de una gestión revolucionaria de la educación por consejos de trabajadores, estudiantes y profesores que se coordinen entré sí. Asimismo, dichos compañeros exigieron la derogación de la fascistoide Ley de Universidades de 1970 y de la Ley Orgánica de Educación (LOE) y su sustitución por nuevas leyes que sean discutidas en todas las instituciones educativas del país. Además, dedicaron unas palabras a la crisis global del sistema capitalista y sus repercusiones en nuestro país y concluyeron en que la única medida decisiva contra las crisis del capitalismo es acabar con él.
La marcha continuó sin contratiempos hasta llegar a la plaza Bolívar. Allí tomaron la palabra dirigentes de los sindicatos mencionados anteriormente. Especialmente emotiva fue la participación de una compañera trabajadora del Trolebús, quien es una de las siete mujeres embarazadas de los cincuenta trabajadores del trolebús de la ciudad que han sido despedidos recientemente de forma injustificada. Otra intervención destacada fue la del compañero Eduardo Molina, militante de la CMR, quien resaltó los logros de la revolución bolivariana a lo largo de estos diez años y explicó como estos logros están en peligro si no se toman medidas decisivas contra los capitalistas y los burócratas. Al mismo tiempo, Eduardo repudió el asesinato del compañero Yoban Antonio Ortega, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes del Instituto Tecnológico de Ejido, quien falleció por una lesión cerebral provocada por una bala disparada, según se maneja extraoficialmente (pero con gran probabilidad) por un efectivo de la policía del estado.
La actividad culminó a las dos de la tarde con una ofrenda floral ante la efigie del Libertador en la plaza Bolívar, luego de unas palabras de Gerardo Sosa, Juan Lobo y Hugo Peña (Coordinadores del FOSUR y de la UNT-Mérida, respectivamente); quienes expresaron, entre otras cosas, que los trabajadores del trolebús no se quedarán solos en su lucha.
Finalmente, es importante acotar que la Corriente Marxista Revolucionaria jugó un papel de vanguardia, tanto en la organización del evento como en su realización. Se distribuyeron mil copias de nuestro volante, se vendieron cuarenta números de El Militante, participamos activamente en las labores de agitación y alzamos con orgullo una pancarta que decía: ¡Que la crisis la paguen sus responsables: los capitalistas!