Ante los gravísimos hechos acaecidos el día jueves  4 de junio del presente año en las instalaciones de la empresa del Estado, INVEVAL, los trabajadores revolucionarios de de la misma queremos denunciar ante el pueblo venezolano el ataque de corte fascista a que fue sometida la empresa y varios de nosotros por parte de un pequeño grupo de personas que hacen vida en la empresa,  infiltrado y manipulado  por elementos de la derecha fascista, que siguiendo directrices de agrupaciones contrarrevolucionarias como el partido Primero Justicia y Gente de Petróleo, arremetieron contra estas instalaciones recuperadas por la Revolución y que se encuentran bajo control obrero.

Ante los gravísimos hechos acaecidos el día jueves  4 de junio del presente año en las instalaciones de la empresa del Estado, INVEVAL, los trabajadores revolucionarios de de la misma queremos denunciar ante el pueblo venezolano el ataque de corte fascista a que fue sometida la empresa y varios de nosotros por parte de un pequeño grupo de personas que hacen vida en la empresa,  infiltrado y manipulado  por elementos de la derecha fascista, que siguiendo directrices de agrupaciones contrarrevolucionarias como el partido Primero Justicia y Gente de Petróleo, arremetieron contra estas instalaciones recuperadas por la Revolución y que se encuentran bajo control obrero.

 

En la mañana del citado día este grupo de personas cerró violentamente las puertas de acceso a la planta de la empresa, así como al área de oficinas, y profiriendo amenazas e improperios contra los trabajadores que trataban de ingresar a la fábrica agredieron físicamente al trabajador Orly Yánez, destruyéndole inclusive una cámara filmadora cuando trataba de registrar las acciones del grupo de vándalos. Es bueno informar al pueblo de Venezuela que estas personas, que supuestamente son trabajadores de la empresa, han saboteado constantemente todas las acciones de las autoridades legítimas de la empresa: el Consejo de Fábrica y la Junta Directiva, por lograr el buen funcionamiento y la producción de la empresa. En esta tarea han llegado a dañar deliberadamente maquinaria de la fábrica e, incluso, supuestamente, a hurtar costosas herramientas (actualmente el CICPC investiga estos hechos). No cumplen con ninguna de las normas de seguridad establecidas por Inpsasel, agreden permanentemente a los otros trabajadores, no disimulan en ningún momento su rechazo al gobierno revolucionario del presidente Chávez, burlándose del mismo y festejando con licor el triunfo del fascista Capriles Radonsky en la gobernación de Miranda. El ciudadano Julio Rangel, por ejemplo, la persona que atacó al trabajador Orly Yánez, no es la primera vez que descarga su violencia contra sus compañeros, ya en el pasado se le abrió un expediente ante la Inspectoría del Trabajo por este mismo tipo de acción. Desgraciadamente, la legalidad burguesa que aún impera en Venezuela unida a fallas en la constitución estatutaria de Inveval ha impedido a la dirección obrera de la empresa aplicar las sanciones correspondientes a estos elementos reaccionarios para expulsarlos de su seno.

 

Resulta sumamente sospechoso que, en momentos en que el presidente Chávez lanza desde Ciudad Guayana, el día 21 de mayo, la consigna del control obrero para las empresas nacionalizadas, se produzca este acto fascista en contra de una empresa emblemática para el movimiento obrero venezolano y mundial por llevar 4 años implementando dicho control obrero a través de su Consejo de Fábrica. Tampoco es casualidad que una de las primeras acciones de estos individuos, luego de soldar las puertas de la empresa, haya sido cambiar los candados de las aulas de las misiones educativas (Misión Robinson y Misión Rivas) que funcionan en la empresa, impidiendo de esta forma el acceso a la enseñanza a las personas de las comunidades que estudian allí. Esto recuerda mucho a las acciones de las bandas de Primero Justicia en contra de las misiones luego que asumiera la gobernación de Miranda el golpista Capriles Radonsky, de quien, seguramente, reciben instrucciones y dinero los golpistas de Inveval.  

 

Lo que ha ocurrido el día 4 de junio fue un vulgar golpe de estado en contra de las autoridades legítimas de la empresa, el Consejo de Fábrica y la Junta Directiva, por parte de una banda fascista igual que como hicieron sus mentores (Capriles Radonsky y compañía) el 11 de abril de 2002 contra el presidente Chávez. Por eso le hacemos un llamado al pueblo del municipio Carrizal, a los Consejos Comunales, a las Misiones, a los Batallones del PSUV, a la Milicia Militar (cuyas oficinas en la empresa también fueron clausuradas por los golpistas),  a los sindicatos, a las autoridades del Ministerio del Poder Popular para Ciencias, Tecnología e Industrias Intermedias, al cual está adscrita la empresa, a que juntos produzcamos otro 13 de abril y rescatemos las instalaciones de INVEVAL para el pueblo  expulsando de las mismas a la banda de Capriles Radonsky.

 

¡Fuera los fascistas de Inveval!

¡Inveval es del pueblo!

¡Viva el control obrero!

  

Consejo de Fábrica de Inveval

Junta Directiva de Inveval

Sindicato Socialista de los Trabajadores de Inveval (SINSOTRAIN)