En varias oportunidades el camarada Chávez ha llamado al sector privado a invertir y unirse al gobierno para levantar la economía. Esto por supuesto que sin ningún efecto al oído de la mayoría de ellos y con la participación hipócrita de otro sector que dicen ser “empresarios socialistas”. Por otro lado tenemos sectores de genios sectarios que afirman que existe una política de gobierno destinada a aplastar las luchas de los trabajadores. Todo este conjunto lanza mensajes confusos a los revolucionarios en momentos donde lo fundamental para la revolución es la claridad política.
En varias oportunidades el camarada Chávez ha llamado al sector privado a invertir y unirse al gobierno para levantar la economía. Esto por supuesto que sin ningún efecto al oído de la mayoría de ellos y con la participación hipócrita de otro sector que dicen ser “empresarios socialistas”. Por otro lado tenemos sectores de genios sectarios que afirman que existe una política de gobierno destinada a aplastar las luchas de los trabajadores. Todo este conjunto lanza mensajes confusos a los revolucionarios en momentos donde lo fundamental para la revolución es la claridad.
Si bien es cierto, que toda una capa de funcionarios burócratas no está interesada en expropiaciones o control obrero, ni que decir de apoyar los derechos de los trabajadores o sindicatos revolucionarios, son capaces de traicionar el proceso y aliarse con los empresarios para golpear a estos últimos. Hace unos meses era común verles afirmando que debido a la crisis ya no habría más expropiaciones y haciendo un llamado a la calma al sector privado, todavía hoy. Pero ante está situación no todo está dicho.
El gobierno ha tomado hasta la fecha 602 fundos, 12 agroindustrias y ocho empresas, 14 bancos intervenidos y uno nacionalizado, e incluso a transnacionales como Cargill, le fue expropiada una trilladora de arroz que paso a ser mixta a nombre del ALBA. Esto sin nombrar la nacionalización de Éxito y de otras empresas.
Esto genera un grito alarmante no solo de la burguesía, sino también en sectores que se dedican a criticar el juego desde la comodidad de las gradas, esta es una lucha de fuerzas vivas y de nuevo decimos: nada está totalmente dicho.
En un principio se comenzó por la nacionalización de SIDOR, Cantv, las eléctricas y las empresas que ocupaban la Faja Petrolífera del Orinoco. A estas le siguió las cementeras Holcim, Cemex y Lafarge. Luego varias industrias relacionadas con la alimentación y con la nacionalización del Banco de Venezuela, con los bancos intervenidos se creó el Banco Bicentenario, con lo que el Estado pasa a manejar el 25% de los depósitos.
Durante la inauguración de los mercados Bicentenarios, Chávez afirmo «Esto tiene que estar bajo el control obrero y con una nuevas relaciones de trabajo, nuevas relaciones de producción para acabar con la explotación». En el mismo acto ordena la expropiación de tierras que ocupa las Empresas Polar en el centro de la ciudad de Barquisimeto Edo. Lara. Días después ante un intento de saboteo por parte del grupo Polar advirtió que podría ordenar la expropiación de la Polar toda de ser necesario.
El mantener estas empresas bajo la llamada propiedad social abre el debate y la lucha en otro terreno. El control de las empresas ¿Quién y cómo debe gerenciar las empresas de propiedad social?
Es aquí donde nos coloca el terreno de lucha, en la conformación de los concejos de trabajadores y concejos de fábrica, en la extensión de un modelo de control obrero que rija sobre estas empresas.
La Industria Nacional de Artículos de Ferretería INAF, lleva 4 años bajo control obrero y funciona sin patrón, esta empresa es un modelo de cómo se debe llevar el control obrero de la producción, y así lo vio el camarada Chávez al ordenar su expropiación a finales de Octubre pasado.
Los empresarios que dicen ser socialistas, que digan ¿como funcionas sus empresas por pequeñas que sean?, ¿como se manejan los excedentes? ¿Impulsan el control obrero en sus empresas?, ¿Cómo funciona su concejo de trabajadores? Allí se puede ver que tan socialistas son.
La burocracia no ejerce un control absoluto de la situación, los trabajadores organizados pueden y deben marcar el camino en las fabricas, en las comunidades, en los planes de desarrollo y más importante aun, dentro del PSUV.
No hay nada fuera del movimiento obrero
No hay nada fuera del PSUV.