A mediados del mes de diciembre del año pasado, el gobierno empezó a tomar medidas revolucionarias como ocupar 47 fundos en la zona del sur del lago de Maracaibo y la anterior Asamblea Nacional entregó la Ley Habilitante para que el Presidente Chávez pudiera tomar medidas aún más revolucionarias.
Sin embargo, se ha devaluado la moneda, se vetó la Ley de Universidades y en la rendición de cuentas el camarada presidente Chávez abrió la posibilidad de entregar la Ley Habilitante en el mes de Mayo. La derecha está exigiendo más concesiones, pero las bases revolucionarias quieren acción y medidas concretas para resolver los problemas de vivienda, desigualdad y pobreza.
La crisis es del capitalismo
Como explicó correctamente el presidente Chávez, la emergencia nacional que vivimos en diciembre, no era exclusivamente provocado por las fuertes lluvias, sino también por décadas de déficit habitacional que había generado el capitalismo. La falta de un plan serio de construcción de viviendas e infraestructura durante el periodo de la IV República, combinado con un crecimiento de la población, ha condenado a muchos a vivir en condiciones realmente infrahumanas y ahora hay decenas de miles de damnificados.
A esta situación crítica hay que añadir la crisis de la economía venezolana: 2010 cerró con un crecimiento negativo de -1,9%, el segundo año consecutivo de recesión. Según varios pronósticos, la perspectiva para el 2011 es un crecimiento mínimo del PIB de 0,1%. Para evitar despidos masivos y un empobrecimiento del pueblo, el gobierno ha intentado circular más dinero, a través de becas, programas sociales, etc.
Pero el problema con esta política keynesiana es que la inflación dispara: El 2010 cerró con una inflación de 27,2% y varios analistas prevén una inflación de 32% para el 2011. El poder adquisitivo de los trabajadores se va disminuyendo cada día, por los fuertes aumentos de precio de los alimentos.
El meollo del problema es que los capitalistas son incapaces de desarrollar la economía nacional. Según sus propias encuestas, realizada por Venamcham, apenas 25% de las empresas encuestadas, invertirá en el desarrollo de nuevos productos. En otras palabras, hay una huelga de capital, promovida con el propósito de sabotear la economía y desprestigiar el gobierno revolucionario.
La nacionalización de la banca: Una necesidad
Para ganar las elecciones presidenciales del 2012 hace falta una actitud audaz, pero también mucha firmeza. Mientras decenas de miles están sin techo, los capitalistas están embolsillandose, como siempre: La banca privada obtuvo entre enero y octubre 2010 ganancias netas por 1.847,7 millones, más de 80% de esta cifra proviene de comisiones.
El día 26 de enero vimos el verdadero rostro de esta burguesía parásita, cuando el camarada Chávez llamó por teléfono en plena cadena nacional a Pedro Rodríguez, presidente del Banco Provincial en Venezuela, insistiéndole que ayudara con la construcción de viviendas en la urbanización San José del Ávila en Caracas. El Banco Provincial es parte de una compañía multinacional española y tiene aproximadamente 22% del mercado financiero venezolano.
A pesar de sus enormes ganancias, estos señores niegan levantar un plan serio para la vivienda. El presidente Chávez ha amenazado con la expropiación, si no se cumple la ley. Esto es, sin la menor duda, una línea correcta y debe ser llevado a cabo. La burguesía financiera ha mostrado que no le interesa desarrollar Venezuela y dignificar la vida del pueblo. Los revolucionarios debemos sacar la lección de esta situación y actuar con urgencia: La banca debe ser estatizada para elaborar un plan de créditos, no solo con el objetivo de construir viviendas, sino también industrializar todo el país.
2012: El gran desafío
Para ganar las elecciones del 2012 es necesario un programa para completar la revolución. El socialismo no se consigue mientras las principales palancas de la economía siguen en manos de la burguesía apátrida. Hace falta un plan socialista, basado en la propiedad social sobre los medios de producción, para así reactivar la economía.
Nuestro partido debe tener un programa en estas líneas, pues necesitamos que la revolución avance para no caer. Durante los últimos doce años hemos visto grandes avances; Las misiones sociales, Mercal y PDVAL, Las universidades bolivarianas, Barrio Adentro y CDI, etc, etc. Pero todo esto está en peligro, si la contrarrevolución logra tomar el poder.
Los resultados de las elecciones parlamentarias del pasado 26-S fue una gran advertencia. Los escuálidos lograron movilizar sus fuerzas y muchos camaradas chavistas de base se quedaron en casa, cansados del lento avance de la revolución. Para evitar la abstención en el futuro, es necesario animar las bases. Y la única manera de animarlas es avanzando por el camino de la revolución socialista: Quitándole el poder a la burguesía y construyendo los consejos de trabajadores y el control obrero en todos los espacios.