En los últimos meses se ha popularizado mucho en Venezuela las “huelgas de hambre”, por parte de algunos estudiantes de derecha; como marxistas y miembros de la juventud revolucionaria, debemos analizar estos hechos con el cuidado que el caso amerita. ¿Cuáles son los intereses que están detrás?; ¿Cómo combatir?; ¿La respuesta por parte del gobierno es la correcta?.
En Venezuela se han producido últimamente dos “huelgas de hambre”, que han llamado la atención de los medios de comunicación burgueses. La primera se produjo el pasado mes de enero, y en el mes de febrero, se fue extendiendo a varios estados del país y contaron con un buen número de estudiantes, declarándose en huelga de hambre; sus objetivos: 1) Lograr que el gobierno venezolano otorgara el permiso para el ingreso de una delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA), con el cometido de supervisar supuestas violaciones de los derechos humanos; 2) Exigir la liberación de delincuentes que ellos llaman presos políticos. En esta “huelga” el gobierno cedió a sus exigencias, sin darse cuenta que habría la puerta para próximas y mayores huelgas de hambre, por cada paso atrás del gobierno la oposición pide 10 más.
La segunda “huelga de hambre” se ha producido poco tiempo después de la que acabamos de mencionar, pero los supuestos objetivos de esta ultima son diferentes: mayores “presupuestos universitarios”. Ceder ante la primera “huelga de hambre”, ha estimulado la segunda, si esta triunfa, estimulará una tercera y así sucesivamente.
Aunque la segunda huelga, pareciera tener objetivos diferentes (mejor presupuesto universitario, mejores becas, y mejores condiciones en nuestras universidades), un análisis con mayor profundidad, es suficiente para darnos cuenta de que esto no es así, dichas huelgas de hambre, en el fondo, tienen los mismos objetivos que la anterior (agitar a la base social de la derecha y desmoralizar a la base chavista); ¿Cómo se llega a esta conclusión?, cualquier persona medianamente inteligente sabe que cualquier institución, organismo, asociación, cooperativa, consejo comunal, club, etc., donde las bases no intervengan en la toma de las decisiones y en la administración de las mismas, generará a la larga corrupción, amiguismo, nepotismo, tráfico de influencias, desviación de los recursos, peculado, etc., entonces luchar solamente por un mejor presupuesto universitario, sin cambiar la estructura actual de élite, es poca cosa, de nada sirve que a las universidades se le aumente el presupuesto un 1.000%, si no existencia transparencia en la administración de los recursos, rendición de cuentas periódicas a la comunidad universitaria a la cual se debe, libre acceso a los libros de contabilidad, y una real y efectiva participación de la Contraloría Social Universitaria compuesta por los voceros de los profesores, estudiantes, administrativos y obreros de nuestras Universidades. No hacerlo así, es seguir dejando las decisiones en el manejo del presupuesto bajo el amparo de una pseudoautonomía, en una minoría de “universitarios”, donde el dinero destinado tanto para los servicios estudiantiles, como para los otros sectores, se seguirá desviando para beneficiar los intereses de las “autoridades”, como está sucediendo en estos momentos.
Estos estudiantes burgueses, que de repente salen en los medios de comunicación como mártires, nunca antes han luchado en contra de la burocracia universitaria y a favor de los derechos de los estudiantes, los mismos se hacen de la vista gorda al no criticar los lujos y prebendas que se dan las autoridades universitarias, sus grandes viáticos, sus continuos viajes al exterior, sus carros lujosos, etc.
Para comprender estos hechos, debemos primero entender la situación de la derecha venezolana en estos momentos. La oposición ha vislumbrado a través de sus errores que no pueden mantener a sus base social en permanente agitación y movilización, las grandes manifestaciones en contra de la reforma constitucional o apoyando el canal contrarrevolucionario RCTV han pasado. Pero necesitan mantener la estrategia de desgaste a toda costa, antes se estaba desarrollando movilizaciones colectivas, grandes marchas, que ocupaban la atención de los medios de comunicación, ahora son sustituidas por actos individuales, necesitan tener algunas victorias, que suban la moral de la derecha venezolana y así comenzar una vez más su agitación; estas “huelgas de hambre” se enmarcan como parte del respectivo plan de desgaste a largo plazo que se ha fijado la contrarrevolución, es parte de la guerra de los medios de comunicación, del sabotaje, acaparamiento de productos de primera necesidad para la población venezolana (hasta las toallas sanitarias han desaparecido de los abastos), estrategia con fines políticos de los empresarios golpistas, sumado al intento de aislamiento internacional que la contrarrevolución nos quiere imponer. El objetivo: aumentar la confianza de la derecha y desmoralizar a las bases de la revolución.
La respuesta del gobierno
Desde el comienzo de las “huelgas de hambre” el gobierno ha asumido una posición muy vacilante, demostrando que están dispuestos a realizar concesiones y que instalarán mesas de negociación, se han mandado una y otra vez representantes de los ministerios a hablar con los huelguistas y estos “señores”, se envalentonan, respondiendo con una gran soberbia, dicen: “nosotros no hablaremos con los representantes de los ministerios, sino con el mismo ministro”; cuando otro grupo de estudiantes los invitaron a debatir, contestaron: “nosotros no debatiremos con ellos, solo debatiremos con Chávez”. Como el gobierno no ha asumido una posición firme, ellos creen que pueden pedir cualquier rosario de cosas y que las mismas si presionan lo suficiente serán concedidas.
¿El gobierno debe negociar?
Para un revolucionario las negociaciones con la burguesía es la última posibilidad que tiene y solo se debe producir cuando esté completamente acorralado, cuando no exista otra alternativa, es la misma situación que se le presentan a los trabajadores de una empresa luego de alguna lucha por mejores condiciones de vida y son derrotados, cuando deben aceptar las condiciones humillantes del patrón. Las negociaciones deben ser entendidas como una tregua, una pequeña pausa antes de las próximas luchas, luego las batallas se reanudaran, nunca y bajo ninguna circunstancia se debe entender como una concesión duradera. Todo el que defienda una tregua prolongada con la burguesía es un imbécil, o un tonto útil, no entiende absolutamente nada de la sociedad, creer que existe conciliación entre la revolución y la contrarrevolución es vivir en la más grande utopía. La historia nos ha enseñado que todo dirigente que defiende la conciliación de clases, lo único que hace es engañar a los obreros y venderse a la clase poderosa, a la burguesía.
En la Venezuela de hoy, estas concesiones a la derecha son completamente absurdas, y más conociendo el historial de los últimos años, ¿Cuántas veces el Presidente, y su gobierno ha ofrecido la mano a esta burguesía, y ha sido respondido con nuevos intentos de desestabilizar y sabotear la economía? El gobierno no debe dejarse chantajear, si alguien no quiere comer que no lo haga. Nuestra tarea debe ser preocuparnos y luchar por los que quieren comer y no tienen alimentos.
La situación de las universidades
El presupuesto universitario ha sido un tema de discusión desde hace bastante tiempo, y el tema de las universidades un tema de gran debate entre todos los venezolanos, si bien es cierto los servicios estudiantiles han empeorado desde hace algún tiempo, tomando en cuenta el caso de la Universidad de los Andes (ULA), ya no existen la rutas de transporte, los buses están en pésimas condiciones, no hay suficientes chóferes, en las bibliotecas no se compran libros ni revistas desde hace mucho, los libros que existen esta maltrechos del uso, las becas estudiantiles alcanzan apenas los 200 Bs, faltan insumos en los laboratorios y departamentos. Pero también se puede evidenciar una deplorable administración, se observa, por ejemplo que la Universidad le asigna recursos a los decanatos, donde parte de los mismos se destinan para comprar camionetas de lujo que tiene un valor aproximado a los 250.000 Bs, o se demuelen completamente cafetines cuya estructura no requería ni siquiera de reparaciones, para construir otro similar en su lugar (ejemplo: cafetín de la Facultad de Medicina).
La forma de luchar por mejores condiciones de nuestras universidades, es luchando por mejores presupuestos. ¡Por supuesto que sí!, pero, al mismo tiempo se debe luchar por un cambio radical en la estructura de poder y de decisión dentro de la universidad, los estudiantes y trabajadores deben tener el derecho de participar en la toma de decisiones en todos los niveles, practicar una verdadera Contraloría Social Universitaria, elegir y ser elegidos en aquellas direcciones donde sea pertinente la participación activa y protagónica de los mismos.
La universidad en una sociedad que marcha hacia el socialismo debe estar integrada a los planes de desarrollo del país, en ellas se debe investigar y solucionar los problemas de la industria y de la sociedad de acuerdo a la planificación estratégica de la nación. Los obreros que trabajamos en las universidades, en la medida que luchamos por reivindicaciones inmediatas, también debemos defender los derechos de todos los proletarios, de nuestro pueblo bolivariano en su conjunto, y nada mejor que un plan de producción que permita el respectivo consumo nacional debidamente planificado, de acuerdo a las reales necesidades e intereses de toda la sociedad, en consecuencia, los obreros universitarios tiene un muy importante papel que jugar en los planes de desarrollo del país.
Movimiento estudiantil de izquierda
El movimiento estudiantil ha perdido muchas de las antiguas tradiciones de lucha en Venezuela, anteriormente el movimiento estudiantil era mucho más poderoso y combativo. En los años 60 y 70 fue impulsada por las revoluciones cubanas y el ejemplo del “Che” Guevara, (para mejor compresión de la vida del “Che”, leer: El Che Guevara ¿un icono?), en aquel entonces, los estudiantes se veían obligados a organizarse para alcanzar sus reivindicaciones inmediatas, y al ser golpeados por los gobiernos de turno, se fomentaba una mayor cohesión dentro del movimiento estudiantil.
En los actuales momentos, muchos estudiantes de clase media, sobre todo, al ver a representantes del gobierno, que hablan de revolución, igualdad social, socialismo y justicia, y que al mismo tiempo tienen salarios que sobrepasa con creces el salario de cualquier obrero, crea en grandes masas de la juventud el desanimo y el pesimismo, logrando como consecuencia lógica despolitizar a parte de esta masa cautiva.
Si bien es cierto, que en determinadas circunstancias la juventud universitaria puede servir de termómetro de los sentimientos del proletariado, también sabemos que en una revolución las contradicciones de clases se agudizan mucho más que en épocas normales, esto hace que se produzca divisiones mucho más claras entre los jóvenes proletarios y los jóvenes burgueses. Pero mientras los jóvenes obreros están en las fábricas tratando de ganarse la vida, la burguesía manda a sus hijos a las universidades, donde estos crean sus movimientos contrarevolucionarios.
También, las ideas dominantes en Venezuela son las ideas de la clase dominante, es decir la burguesía, esto se hace especialmente evidente entre la clase media y la juventud universitaria, sus ideas son un simple reflejo de las ideas burguesas de ascenso social, del individualismo, consumismo, fetichismo, etc. Al mismo tiempo de mantener estas ideas por sus condiciones de vida, ven en el presidente y en la revolución un obstáculo para el logro de sus objetivos egoístas, piensan: “mis objetivos de ascenso social estarían completamente garantizados, sino fuera por el presidente que quiere cohibir mi desarrollo”. Para combatir estas ideas debemos combatir la base económica que la sustenta, es decir las relaciones económicas que se reproducen en la sociedad. Mientras la burguesía siga manteniendo el poder económico, y en sus manos estén las palancas fundamentales de la industria, la tierra, el comercio y la banca, seguirán utilizando su enorme poder económico, para difundir sus ideas dentro de la sociedad y en la sociedad se mantendrán estas ideas procapitalistas.
Un papel de suma importancia en todo esto es la determinación de los líderes de cada clase social, igual que en una guerra, la valentía y decisión de los generales juega un papel decisivo en la moral de la tropa, en la lucha de clases no es diferente. La burguesías demuestra cada día su determinación de acabar con la revolución, valiéndose de cualquier herramienta, legal o ilegal, no le importa quien tenga que ser apartado de su camino. Mientras que un gran grupo de miembros del estado muestra cobardía y vacilaciones a cada paso, se da un paso progresista y a los dos días se retroceden dos pasos, se llama continuamente a la derecha a negociar y esta responde con patadas en la cara. Es completamente ingenuo pensar que las vacilaciones del gobierno no es importante en la conciencia de las masas de la pequeña-burguesía, estas piensan: “después de tantos años, no se han resuelto los problemas mas importantes de la sociedad (como son: vivienda, alimentos, delincuencia, empleo, etc.), si los objetivos no son resolver estos grandes problemas, entonces lo único que quiere el gobierno es perdurar en el poder”, la revolución debe luchar consecuentemente por aumentar las condiciones de vida del proletariado, la juventud y de las clases medias, esa es la única forma en que las podremos ganar a las filas de la clase obrera.
Dentro de los “movimientos” u organizaciones de izquierda en las universitaria podemos distinguir dos grandes grupos los reformistas y los ultraizquierdistas, entre los primeros podemos encontrar casi todo tipos de individuos, los que siguen al presidente honestamente y los que están ahí es por sus intereses individuales, estos dicen “voy a militar en aquel movimiento, y así cuando me gradué conseguiré un trabajo en el gobierno”. Con los ultraizquierdistas la situación se complementa, ellos decepcionados de los reformistas giran al otro extremo. Es el precio que se debe pagar por el reformismo.
Es completamente absurdo pensar que se puede ganar a la mayoría de estudiantes con la simple creación de algún movimiento estudiantil, si bien es cierto, la determinación, el coraje, decisión y la fe en la revolución de los estudiantes revolucionarios pueden jugar un papel muy importante. Pero no ganaremos a las grandes mayorías de los estudiantes siempre que persista la corrupción en los altos funcionarios del gobierno, sus elevados sueldos, mientras persista el sabotaje económico de la derecha y la subida de alquileres de manera progresiva, la única y perdurable forma en que contemos con el apoyo de estas masas estudiantiles es con el avance de la revolución y eliminando para siempre los viejos vicios.
El verdadero peligro no son estos sifrinitos que han decidido hacer una pijamada, y comer a escondidas como han sido capturado en los videos que ya conocemos, los verdaderos peligrosos son quienes están detrás de ellos, grandes empresas y terratenientes, debemos quitarle su poder económico.
¡Transformación en la estructura universitaria, ya!
¡Mejores presupuestos, controlados por todos los miembros de la comunidad universitaria!
¡La única salida es el avance de la revolución!