El domingo 15 de mayo alrededor de 150.000 personas nos manifestamos en unas 40 ciudades a lo largo y ancho de todo el Estado español dentro de la convocatoria del movimiento DEMOCRACIA REAL YA. Las manifestaciones más concurridas fueron las de Madrid, con más de 25.000 asistentes, seguida de Barcelona con unos 15.000. Inmediatamente después de dichas manifestaciones, y siguiendo el ejemplo de la Puerta del Sol en Madrid, en decenas de ciudades se han ocupado las plazas centrales en acampadas permanentes que, según han ido pasando los días, se han ido tornando más multitudinarias.
El papel de la juventud
El ambiente en muchas de las manifestaciones que hubo era una especie de “¡Basta ya, hacía falta hace tiempo una cosa así!”. Todos los que asistimos a las manifestaciones podemos dar fé del auténtico entusiasmo existente.
Aunque el cuerpo central de asistentes a las manifestaciones del 15 de mayo era de jóvenes, sobre todo universitarios de hasta veinte y pocos años, también había muchos jóvenes de la generación inmediatamente anterior. Realmente había asistentes de todas las edades, incluidos muchos veteranos que se sintieron rejuvenecer.
Un veterano sindicalista se expresaba así en el facebook sobre la manifestación de Málaga: «tengo más de sesenta años y el día 15 estuve en la manifestación de Málaga, lo que para mi fue una gran satisfacción. Hacía años -desde los setenta- que no tenía la sensación de participar en algo importante, y lo del día 15 lo fue.”
Tradicionalmente, la juventud ha anticipado movimientos que están en ciernes en el conjunto de la sociedad en general y de la clase trabajadora en particular. Dentro de la propia historia española, así pasó con las movilizaciones universitarias de 1930, en el inicio del movimiento que precedió a la proclamación de la República en 1931; o, más recientemente, en las movilizaciones de 1986-87.
Un movimiento con precedentes
La campaña DEMOCRACIA REAL YA empezó a gestarse hace varios meses en el seno de las redes sociales. Aunque en su seno y en su plasmación original han colaborado diferentes activistas de izquierda bastante veteranos, el sello principal en su gestación y desarrollo antes del 15 de mayo se debe fundamentalmente a jóvenes que han entrado en la participación política al calor de los diferentes acontecimientos que se han sucedido en el último periodo: asociaciones estudiantiles que lucharon contra el ‘plan Bolonia’ que privatizaba la universidad, la huelga general del 29 de septiembre, o la ley Sinde contra la libertad de expresión y contra la libertad de descargas digitales.
El precedente más significativo, anterior al 15 de mayo, tuvo que ver con la jornada de protesta convocada el 7 de abril en varias ciudades por la campaña JUVENTUD SIN FUTURO (campaña de izquierdas creada inicialmente en Madrid, como espacio de coordinación de las asociaciones críticas y de base de las universidades públicas de Madrid, con una fuerte presencia de militantes de IU y otros grupos de izquierda). El 7 de abril hubo manifestaciones por la tarde en más de una quincena de ciudades, destacando la de Madrid con más de 5.000 asistentes.
Anteriormente había habido diferentes movilizaciones universitarias en Madrid u Oviedo, junto con una movilización en enseñanzas medias el 30 de marzo convocada por el Sindicato de Estudiantes, aunque esta última muy poco significativa.
Gian Luca Limatola, militante del área de juventud de IU en Avilés, escribió un artículo en el número dos de la revista LUCHA DE CLASES sobre estas luchas:
“Hoy, 7 de abril, miles de estudiantes están diciendo basta. El 14 y 15 de mayo otras manifestaciones seguirán. Los recursos de toda IU se tienen que poner para servir a estas luchas. Estamos seguros que es solo el principio y nosotros tenemos que ser una parte importante y reconocible de estos movimientos, integrados y determinados hacia el cambio de este sistema. Participar en todas las asambleas que se van creando es fundamental, poniendo nuestros intereses particulares por debajo de los del movimiento general, bien como trabajadores o bien como estudiantes, y ayudar a organizar el conflicto”.
Este hecho, el movimiento del 7 de abril de JÓVENES SIN FUTURO, que tuvo importancia en Madrid, pero apenas incidencia en Barcelona, es una de las cosas que está detrás de que de manera clara la cifra de asistentes al 15 de mayo haya sido por primera vez en las manifestaciones celebradas en el último año, sensiblemente superior en Madrid a Barcelona. El 7 de abril en Madrid labró el camino del 15 de mayo.
El otro elemento que influye en esta diferencia entre Madrid y Barcelona estriba en algo que ha tenido muy poco espacio en la prensa: el sábado 14 de mayo una gigantesca manifestación convocada por los sindicatos UGT, CC.OO., y CGT llenó las calles de Barcelona: en Barcelona está habiendo luchas desde hace semanas por parte de los funcionarios públicos, y parte del descontento sí se está canalizando a través de las luchas del movimiento de empleados públicos.
No es el lugar para ahondar en ello, pero después de las manifestaciones de Murcia de enero y febrero de decenas de miles de empleados públicos, esta situación en Cataluña anticipará probablemente movilizaciones en los siguientes meses en todas las comunidades autónomas de los empleados públicos ante los ajustes posteriores que el Gobierno del PSOE se verá abocado a hacer después de las elecciones del 22 de mayo.
Por último, no hay que dejar de señalar el impacto de la revolución árabe, que ha conmovido las conciencias de todo el planeta. Todos tenemos ya innumerables testimonios de compañeros que habían decaído en su actividad, y han vuelto a recuperarla. Donde cundió el desaliento, algunos vieron esperanza con la movilización de los jóvenes y trabajadores árabes. Eso ha golpeado la imaginación, en primer lugar de la juventud.
En definitiva, tras la inicial expectación que desencadenó la huelga general del 29 de septiembre, la firma del pacto de las pensiones por parte de los dirigentes sindicales de UGT y CC.OO. supuso un jarro de agua fría para la gran mayoría de activistas de izquierda. El 7 de abril abrió la senda de una respuesta de la juventud que estaba en ciernes. A esto le ha seguido el 15 de mayo, que ha significado definitivamente un referente donde expresarse. Estas movilizaciones han sido, a pesar de la falta de medios materiales, una vía de escape por donde se ha expresado muchísima frustración acumulada tras tres años de dura recesión, con todo tipo de dramas personales, cuando los parados se acercan a los cinco millones.
Cuestionamiento del capitalismo
Después de menospreciar esta convocatoria, ahora determinados medios de comunicación, junto con sociólogos que defienden el orden establecido, tratan de trivializar una cosa tan seria como que decenas de miles de personas salgan a la calle, se intenta simplificar y ocultar parte de la realidad. Se agarraban para ello a algunos comentarios que aparecían en el preámbulo del Manifiesto inicial de DEMOCRACIA REAL YA, que aludían al carácter “asindical” y “apartidista” de los convocantes originales que, a priori, podía ocasionar algunas dudas al respecto sobre algunas de las intenciones de los redactores originales del Manifiesto.
Algunos de los comentaristas burgueses plantean que este no es un movimiento de izquierdas. Vamos a profundizar en esto.
Para empezar, la verdad es que una gran parte de los activistas originales que en muchas ciudades han hecho posible esta movilización están organizados en la izquierda, aunque no fueran los redactores originales del Manifiesto. Convocaron esta manifestación del 15 de mayo porque ‘era lo que había organizado’. Cayo Lara afirmó ayer en el programa Los desayunos de TVE lo que es un hecho:
“Nuestros hijos, nuestros amigos forman parte de ellos, de DEMOCRACIA REAL YA… Formamos parte de ellos…”
Yo particularmente participé el domingo en la manifestación en Sevilla, que pudo tener seis o siete mil asistentes. Desde que había unas 200 personas congregadas en la Plaza de España, yo estuve allí. Pude ver con mis ojos cómo militantes de tres grupos diferentes de izquierda desenrollaban sus pancartas o repartían sus panfletos antes de que la manifestación arrancase, sin levantar ningún tipo de hostilidad. Probablemente porque los propios asistentes les reconocían como a algunos de los promotores de la manifestación.
La parte más animada de la manifestación, que coreaba mayor número de eslóganes, era la que se encuadró detrás de un chico con un megáfono del SAT (el Sindicato andaluz de trabajadores) donde no era difícil reconocer que allí había militantes del SAT, lógicamente.
Igualmente, en Málaga, asociaciones estudiantiles que se definen como progresistas, junto con otros activistas, muchos de ellos afiliados en IU, jugaron un papel capital en la convocatoria del campus universitario.
Ahora bien, el propio movimiento se ha expresado en las manifestaciones, ha hablado, ha planteado consignas. Nuevos asistentes se han sumado a los redactores de los manifiestos originales y a los activistas que han sacado las manifestaciones ¿Las ideas que está aportando este movimiento, que está balbuceando, se apartan mucho, en esencia, de muchas de las ideas de fondo que defendemos los militantes tradicionales de la izquierda, incluso de los de la izquierda anticapitalista?
Veamos las consignas. Los gritos más coreados en casi todas las ciudades aludían a los banqueros, a la situación de los jóvenes precarios, los hipotecados, contra el bipartidismo,… Muchas de las consignas o cartelitos que llevaban los manifestantes atañían a problemas concretos que padecían y que encontraban por fin una canal de expresión.
Otras consignas, que eran coreadas masivamente, eran más conocidas: “el pueblo unido jamás será vencido”, «ha empezado, la revolución» «no es la crisis, es el sistema», “esta mierda no es democracia”, «luchar, crear, poder popular» «lo llaman democracia y no lo es» «que no, que no tenemos miedo», y otras, revelan un grado de politización y de cuestionamiento del sistema importantes. Este tipo de cosas se han gritado en muchas ciudades, en particular cuando, como en la Puerta del Sol, se han venido juntando 15 o 20.000 asistentes a la caída de la tarde, y confluyen activistas con jóvenes. Ahí se expresa el movimiento.
Plataforma y manifiesto último de DEMOCRACIA REAL YA
Este ambiente influye incluso en los mayoritariamente jóvenes que acampan más continuadamente. Por ejemplo, esta última madrugada de hoy, el periódico Público ha dado a conocer la que parece que es la última publicación de los acampados en Madrid, de esta misma madrugada. En ella podemos leer:
“…La Democracia Real se opone al descrédito paulatino de las instituciones que dicen representarlos, convertidas en meros agentes de administración y gestión, al servicio de las fuerzas del poder financiero internacional.
(…) Democracia Real significa poner nombres propios a la infamia que vivimos: Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo, OTAN, Unión Europea, Las agencias calificadoras de riesgo como Moody’s Y Standard And Poor’s, Partido Popular, PSOE, Pero hay muchos más y nuestra obligación es nombrarlos. Es preciso construir un discurso político capaz de reconstruir el tejido social, sistemáticamente vulnerado por años de mentiras y corrupción. Los Ciudadanos hemos perdido el respeto a los partidos políticos mayoritarios, pero ello no equivale a perder nuestro sentido crítico. Antes bien, no tememos a la POLÍTICA. Tomar La palabra es POLÍTICA. Buscar Alternativas de participación ciudadana es POLÍTICA (…) No llamamos a la abstención, pedimos la necesidad de que nuestro voto tenga una influencia real en nuestra vida.”
Es decir, se lucha contra la política oficial e instituciones oficiales “convertidas en meros agentes de administración y gestión, al servicio de las fuerzas del poder financiero internacional”. Marx y Engels escribieron que “El Ejecutivo del Estado moderno no es otra cosa que un comité de administración de los negocios de la burguesía”.
No son ideas simples, son ideas que se cuestionan el sistema capitalista, si bien no plantean una alternativa al mismo, algo obvio, partiendo de que esa misma resolución está tomada por consenso y abarca también a jóvenes que recién han entrado en la política.
Y sí van acompañadas desde hace bastantes días de toda una lista detallada de reivindicaciones sociales concretas, mayormente muy acertadas, que cuestionan de arriba abajo la actual política entreguista al capital del Gobierno del PSOE:
- Eliminación de los privilegios de la clase política (Equiparación del salario de los representantes electos al salario medio español más las dietas).
- Jubilación a los 65 años.
- Reparto del trabajo fomentando las reducciones de jornada y la conciliación laboral hasta acabar con el desempleo estructural (es decir, hasta que el desempleo descienda por debajo del 5%) hasta acabar con el desempleo juvenil.
- Derecho a la vivienda (por ejemplo, expropiación por el Estado de las viviendas construidas en stock…).
- Servicios públicos de calidad. Por ejemplo: contratación de personal sanitario hasta acabar con las listas de espera; contratación de profesorado para garantizar la ratio de alumnos; transporte público barato, de calidad…
- Control de las entidades bancarias: prohibición de cualquier tipo de rescate o inyección de capital a entidades bancarias: aquellas entidades en dificultades deben quebrar o ser nacionalizadas para constituir una banca pública bajo control social…
- Fiscalidad: Aumento del tipo impositivo a las grandes fortunas y entidades bancarias; recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio…
- Libertades ciudadanas y democracia participativa: no al control de internet. Abolición de la Ley Sinde …
- Reducción del gasto militar.
Todas ellas son reivindicaciones asumibles por el movimiento obrero. La lucha en el día a día por ellas debería ser una prioridad para muchos de nuestros dirigentes, empezando por los de los sindicatos UGT y CC.OO.
Este movimiento refleja el mismo malestar y rabia acumulada que se expresó en las movilizaciones de los funcionarios en Murcia, la manifestación de Juventud Sin Futuro, las huelgas espontáneas contra los recortes en Catalunya y la masiva movilización sindical del 14 de mayo en Barcelona, con 200.000 asistentes, prácticamente silenciada por los medios de comunicación. A pesar de la normal confusión en un movimiento de estas características, la mayoría de las consignas son de gran calado y apuntan contra los ricos, contra los bancos, contra el «sistema»… reflejando un cuestionamiento profundo del sistema capitalista y la democracia burguesa en su conjunto.
Adónde va el movimiento
Todo movimiento de lucha tiene un nacimiento, un desarrollo y un final. La columna central de las manifestaciones del 15 estaba formada por la juventud (sobre todo universitaria), aunque ahora se han incorporado nuevos sectores. El intento del ministro de Interior, Rubalcaba, por desalojar a los acampados, en la madrugada del martes, fue respondido esa misma tarde por miles de personas que llenaron la Puerta del Sol.
Claramente, la tendencia del movimiento es al alza. En las conversaciones de muchos de los participantes en las concentraciones sale el ejemplo de las manifestaciones del 13 de marzo de 2004, cuando decenas de miles de manifestantes se manifestaron ilegalmente en la jornada de reflexión electoral, en aquel momento contra el PP.
El Gobierno del PSOE lo tiene muy complicado para reprimir violentamente las manifestaciones. Tienen el ejemplo de esta semana en la Puerta del Sol: en este contexto, más represión significa más manifestantes. Tendrán que aguantar hasta las elecciones.
La idea generalizad que hay es repetir un día de concentraciones y manifestaciones masivas este próximo sábado, previo a las elecciones. José Luis Centella, secretario General del PCE ha mandado una carta a toda la militancia del PCE llamando a asistir a estas movilizaciones que pueden suponer un nuevo punto de inflexión.
Llegados a este punto ¿Qué pasará el domingo electoral o el lunes después de las elecciones? Probablemente sea el momento escogido por el Gobierno para intentar desalojar las plazas. El movimiento obrero y la izquierda política tenemos que estar alertas para impedir ninguna violencia contra los acampados.
Hoy en El Mundo, nuestro coordinador Cayo Lara ha anunciado que el día 23 de mayo, después de las elecciones, va a plantear a los integrantes de la plataforma Democracia Real Ya que en Izquierda Unida están «dispuestos» a reunirse con ellos para hablar de sus reivindicaciones. Eso, junto con lo que ha planteado el compañero Centella por el PCE, es lo correcto. Junto a eso, los militantes que desde IU participamos en las protestas tenemos que ofrecer un horizonte, y sobre todo un programa y una alternativa política más amplia y organizada de lucha.
Necesidad de la alianza con el movimiento obrero organizado
En el primer número de LUCHA DE CLASES, aparecido a principios de febrero, justo cuando la firma del pacto de pensiones hacía aparecer para muchos activistas que durante mucho tiempo la lucha iba a estar casi paralizada, nosotros escribimos:
“La lucha en Murcia demuestra cómo los trabajadores pasaron de la frustración a la furia, ante la última medida de ajuste de Valcárcel contra los funcionarios, entrando en ebullición, pero la potencial furia que existe en otras zonas del Estado no es menor. En zonas como Andalucía hay tremendo problemas de carestía en zonas jornaleras que pueden expresarse con luchas muy radicalizadas. En general, las tradiciones históricas que tiene la clase trabajadora en el Estado español es la de luchas que a veces son sorpresivas y fulminantes.”
“Desde ninguna asamblea o área de la juventud de IU podemos participar en esta campaña dando la impresión de tener un interés meramente coyuntural, de cara las elecciones. Además, en un contexto de reorganización de la izquierda, podemos educar a muchos nuevos compañeros en cómo trabajar con compañeros de otras tendencias políticas de la izquierda, de forma compañera y amistosa.
“Independientemente de que en diferentes ciudades haya manifestaciones en los próximos días, hay una fecha sobre la que trabajar, para que se dé una respuesta lo más masiva posible, que es la del 14 y 15 de mayo, que ya ha sido lanzada por diferentes colectivos desde hace semanas. Desde IU Juventud también tenemos que explicar que los jóvenes no podemos movilizarnos solos. Tenemos que ampliar el movimiento, invitando a asistir al mismo a todos los sindicatos de clase, asociaciones de vecinos y partidos políticos de izquierda que quieran luchar por una salida para la juventud obrera (…).
Pero las elecciones pasan, las luchas pasan (se ganen o se pierdan): lo que va a determinar que una movilización posterior, que son permanentemente necesarias dentro de los continuos agravios que vamos a sufrir en este contexto de crisis, sea mayor depende del grado de organización del movimiento obrero y juvenil. Por eso, para nosotros como jóvenes de IU, al mismo tiempo que participamos y demostramos en la acción ser los máximos impulsores consecuentes de estas luchas, debemos explicar a los jóvenes más conscientes que se deben afiliar a la organización permanente que es IU, pues toda lucha o campaña coyuntural acabará, pero no las consecuencias de fondo que la provocaron, que tienen su origen en el sistema capitalista.”