grecia-junio2011

grecia-junio2011Este panfleto fue editado por los marxistas griegos de Marxistiki Foni y repartido en las manifestaciones de este fin de semana. A continuación lo traducimos al español para nuestros lectores. Podemos decir con orgullo que nuestros camaradas en Grecia han sido la única organización de la izquierda griega que ha participado todos los días en el movimiento desde el principio, defendiendo las ideas del marxismo. Los marxistas griegos no están participando sólo en Atenas sino también en Patras, Iraklion, Thessalonika, Komotini y Rodas.

Están presentes en la plaza Syntagma y se han dirigido a la Asamblea Popular a pesar de las dificultades por la forma un tanto caótica de organización de las asambleas. Han sufrido ataques de algunos elementos de la ultraderecha (probablemente agentes de la policía), pero han sido protegidos por los militantes de base de Syanspismos (Coalición de Izquierda y Progreso). Uno de los principales activistas sindicales de Synaspismos, dijo a un miembro de Marxistiki Foni el viernes: «¡Vosotros habéis salvado el honor de la izquierda!», refiriéndose a la falta de una presencia organizada de ninguna fuerza de izquierda en el movimiento.

A continuación, el Manifiesto de los marxistas griegos:

¡Nos tienen miedo! ¡Extender los Comités de Acción!

El movimiento de masas en las plazas de las grandes ciudades ha sembrado el terror en el gobierno, los directores del FMI y la UE y la clase dominante. Con el fin de chantajear y aterrorizar a la población en revuelta, agitan el fantasma de la bancarrota de Grecia y el retorno del dracma, y ​​»predicen» que, si la gente no capitula aceptando voluntariamente la reducción de sus los niveles de vida en favor de los acreedores y usureros, los trabajadores griegos «volverán a la Edad de Piedra» (27/05/11, Real FM, el Sr. G. Alogoskoufis, ex ministro de Hacienda).

En un esfuerzo desesperado para frenar el movimiento obrero, se organizó una reunión de líderes políticos, tratando de enviar un mensaje de «unidad nacional» sobre la base de un programa de austeridad y recortes sin fin. Pero la avalancha del descontento popular ha obligado a la dirección de «Nueva Democracia», que también son culpables de crímenes contra los trabajadores, a dudar antes de aceptar responsabilidades gubernamentales, por temor a quedar rapidamente «quemados» y descartados como un gobierno de reserva para los capitalistas.

La ausencia completa de las fuerzas políticas organizadas del movimiento de la izquierda es inaceptable y perjudicial en todos los sentidos. Los dirigentes de la izquierda – a diferencia de los miles de activistas de base de izquierda – durante todos estos días, desde que el movimiento nació en las plazas, están jugando el papel de simples observadores, temerosos del movimiento de las masas.

En un intento de justificar políticamente su ausencia del movimiento, exigen certificados de «madurez» al movimiento, calculando cínicamente que este movimiento se «desinflará» ( en el caso de la dirección del Partido Comunista). En otros casos se muestran de acuerdo con la naturaleza apolítica de un sector de los manifestantes que convocaron a través de internet y tienen miedo a explicar abiertamente, de manera creativa, posiciones políticas e intervenir en el movimiento (como en caso de los líderes de SYRIZA). Mientras tanto los sectarios, apoyándose en incidentes aislados con algunos manifestantes que llevaban la bandera griega, caracterizan el movimiento como ¡»nacionalista» y «reaccionario»!

Sin embargo, el movimiento de las plazas se desarrolló como un verdadero movimiento de masas y este despertar, además de su ira y su militancia, naturalmente, trae como «equipaje» todos los prejuicios políticos e ideológicos que se han alimentado en el período anterior (confusión política, las opiniones negativas en contra de todos los partidos, las ilusiones patrióticas). A través de la participación en el movimiento mismo, las masas aprenden por la experiencia vivida a no confiar en los cuentos patrióticos de la burguesía y sus políticos. Buscarán respuestas más profundas a los males del capitalismo y se superará la actual fase inicial de las ilusiones «interclasistas» de la revuelta así como la falta de demandas políticas específicas. El movimiento comenzará a adquirir características políticas de clase claras.

El movimiento ya se empieza a dar cuenta de su poder. Los miles de personas que se han manifestado entienden que son el factor más decisivo en los acontecimientos políticos. Pero como ya hemos subrayado, la ocupación de grandes plazas de las ciudades por miles de personas indignadas no es suficiente. Tenemos que hacer una contribución organizada, con método, pero decisiva a la lucha de la clase obrera. Lo que se necesita son las armas que se han desarrollado históricamente para la lucha por el cambio social, huelgas bien organizadas y unidas y huelgas generales, manifestaciones masivas, ocupaciones de fábricas y puestos de trabajo y, sobre todo las ideas revolucionarias y el programa del marxismo. Sólo el desarrollo revolucionario del factor político subjetivo permitirá que el movimiento termine en victoria.

¡Todos a la calle contra los bandidos del capital y sus lacayos!

1. Establecer comités de acción en los barrios y los puestos de trabajo, responsables ante la asamblea general y coordinados a nivel nacional.

2. Por una huelga general de 48 horas la semana que viene, con las siguiente demandas principales: cese del pago a usureros y prestamistas, uso de la enorme cantidad de los fondos para elevar el nivel de vida de los trabajadores y combatir la pobreza y el desempleo, cancelación inmediata del nuevo paquete de recortes del gobierno, y el restablecimiento de los derechos y conquistas arrebatados por la UE/FMI y el gobierno.

3. Si el gobierno no atiende a esto, la lucha se deberá transformar en una huelga general indefinida hasta la caída del gobierno y la elección de uno nuevo comprometido en llevar a cabo un programa en beneficio de la mayoría.

4. La única alternativa permanente a la esclavitud y la injusticia del capitalismo es la lucha por establecer una economía socialista planificada y un estado controlado democráticamente por la clase obrera y los pobres de las ciudades y el campo. Por la elección de un gobierno de la Izquierda (SYRIZA, el Partido Comunista y otras tendencias de izquierda y colectivos), que se base en las instituciones democráticas del pueblo y aplique un programa que rompa la «cadena» del capitalismo e inicie el proceso de construcción de los Estados Unidos Socialistas de Europa y del mundo.