El imperialismo no ha podido derrotar la revolución. Por eso, ahora más que nunca no podemos ser cómplices de la burocracia que lo que tiene a cambio son privilegios robados a los camaradas del día a día. Por ello, la revolución no puede seguir permitiendo tener en los puestos del estado y a ningún otro nivel a burócratas con unos sueldos muy por encima de un obrero cualificado. ¿Qué sucede? Simple, ese camarada es fácilmente alejado de la realidad de las masas y es totalmente invadido por los placeres de las comodidades.
Un gran ejemplo nos dio el comandante Che Guevara con ética revolucionaria. Cuando fue ministro, se negó a recibir una paga muy cómoda y rechazó los privilegios. Quedándose sólo con el pequeño sueldo de comandante del ejército revolucionario.
La revolución venezolana es mantenida por una moral, por la ejemplaridad del verdadero cuadro que en cada momento está a la vanguardia. Podemos ver, que «camaradas» que ocupan actualmente puestos ejecutivos y de otra índole no son suficientemente mantenidos en su bola burocrática por una ordenanza o papel. Y si así pasase, sus días están más cerca que lejos decretados por el pueblo.
¡Camaradas! La revolución la hace el pueblo. Un ejemplo claro fue cuando la revolución atravesaba momentos de grandes contradicciones y fue salvada por el alto nivel de conciencia de las masas en el 2002 saliendo a las calles con la fuerza armada revolucionaria y lograron derrotar a la burguesía y establecer el hilo constitucional que era la voluntad del pueblo venezolano. ¡Claro! No podemos olvidar que la voluntad del pueblo venezolano, es la voluntad de las masas a nivel internacional, es la voluntad del pueblo de Bolívar, la voluntad de América latina.
Parece que en las situaciones más contradictorias vemos a cada momento saltar la talanquera a uno que otro «revolucionario». Claro, porque la contrarrevolución está en todos lados aprovechando las debilidades de algunos «cuadros» en los puestos principales del PSUV. Pero a esos camaradas les recordamos que en los momentos más críticos de las revoluciones, los pueblos que han sido desposeídos por las clases dominantes y por los reformistas, son los que en realidad han jugado su pellejo. Por solamente mencionar el ejemplo del pueblo cubano con el comienzo del ejército revolucionario; no fue gracias a la burguesía o a los reformistas que se tomó el poder, sino fue gracias a los campesinos que no tenían mucho que perder y por supuesto al pueblo. Cabe mencionar esa idea totalmente contrarrevolucionaria estalinista de apoyar a las burguesías nacionalistas progresistas, que condujo a los estalinistas cubanos a apoyar a Batista y oponerse a Castro.
Las conclusiones son simples; los burócratas reformistas no son los que mantienen las revoluciones, sino el pueblo con un alto nivel de conciencia.
Escrito por RUBEN PACHECO, sábado 02 de febrero de 2013. Miembro de la CMI-Mérida, JPSUV- El Vigía, edo. Mérida.
Un anciano enfadado, un ucraniano trastornado y la Tercera Guerra Mundial
Sí, has leído bien el título. Un anciano enfadado en Washington y un presidente psicológicamente trastornado en Kiev han estado ocupados urdiendo conjuntamente un plan que podría empujar al mundo al abismo.
