Los trabajadores y trabajadoras de la empresa Cerámicas Caribe, ubicada en la ciudad de Chivacoa, estado Yaracuy, vienen dando una lucha fuerte lucha contra los intentos del patrono de pisotear sus derechos y reivindicaciones mínimas desde hace varios años, ante lo cual han resistido de manera consecuente, incluso yendo a huelga y ocupando la fábrica más de una vez.
En esta oportunidad, el dueño de la empresa está tratando de imponer un sindicato patronal, incluso con la ayuda de funcionarios de la inspectoría regional del Ministerio del Trabajo, a fin de contar con una organización sindical que sirva a sus intereses y le permita incumplir con las mínimas reivindicaciones que incluso dentro del marco de las leyes burguesas, le corresponden a los trabajadores y trabajadoras.
Tal y como lo han manifestado en más de una oportunidad estos compañeros y compañeras, el dueño de la empresa ha hecho caso omiso de su responsabilidad legal de discutir la contratación colectiva correspondiente, a fin de que se realicen los aumentos salariales que por ley les corresponden, entre otras reivindicaciones que deben ser discutidas. De hecho, mientras el coste de venta de la cerámica ha aumentado 13 veces en los últimos 3 años, los compañeros y compañeras de Cerámicas Caribe no han recibido ningún tipo de aumento salarial durante el mismo período de tiempo.
Es por esta razón, que estos y estas camaradas se vieron en la necesidad de tomar la empresa nuevamente desde hace un mes aproximadamente, con el objeto de, por un lado presionar al patrono, y por el otro, presionar a los funcionarios correspondientes a tomar cartas en el asunto, sobre todo, cuando después de que fuese rechazado rotundamente tal sindicato patronal en el año 2011, mediante la realización de un referéndum sindical, en el cual la aplastante mayoría de los trabajadores y trabajadoras ratificaron a su actual sindicato clasista y revolucionario, la empresa ha vuelto a tratar de imponer por la fuerza a su sindicato patronal, y esta vez, con la complicidad de los funcionarios Nelson Pereira y María Alejandra Useche de la Inspectoría regional del Ministerio del Trabajo.
Según la entrevista que realizó Lucha de Clases a algunos de los compañeros, la huelga finalmente se levantó el día Jueves 21 de Marzo, dado que el comandante de guarnición del estado Yaracuy, ante la anuencia y complicidad de las autoridades competentes de la inspectoría del trabajo, se comprometió firmemente ante los trabajadores y trabajadoras a tomar cartas en el asunto, a fin de resolver la situación actual de violación flagrante y descarada de sus derechos y reivindicaciones.
Para el día Martes 26 de Marzo, se convocó a una asamblea en las inmediaciones de la empresa, en la que estuvieron presentes tanto el comandante de guarnición, como funcionarios de la Defensoría del Pueblo, el sindicato y trabajadores y trabajadoras de la empresa, asamblea a la cual estaban convocados los representantes del patrono. Los mismos nunca asistieron a la reunión. El propósito de la asamblea era obviamente, resolver la situación actual. Consecuentemente, se convocó a una segunda asamblea para el día Martes 2 de Abril. Los compañeros trabajadores nos informaron que los representantes del patrono nuevamente no hicieron presencia.
Evidentemente, la intención del patrono es ir hasta al final en la defensa de su posición y no dar su brazo a torcer ante las justas demandas de los trabajadores y trabajadoras. Asimismo, los compañeros y compañeras de Cerámicas Caribe nos han manifestado que lucharán hasta el final contra los constantes ataques del patrono hasta vencer y conquistar sus derechos y reivindicaciones, de ser necesario, volverán a la huelga.
Desde Lucha de Clases nos solidarizamos con estos combativos y valientes compañeros y compañeras de la clase trabajadora, y exigimos a los funcionarios competentes del Ministerio del Trabajo a resolver la situación existente como un primer paso, pero, como paso siguiente, exigimos la nacionalización de la empresa bajo control obrero, como única garantía de que la lucha triunfe de manera definitiva, frente a los constantes e interminables ataques de este capitalista parásito, uno más de esos que son el común denominador de la burguesía nacional en nuestro país.