El pasado 04 de abril, los trabajadores de la fabrica de helados EFE, perteneciente al monopolio Polar, paralizaron la empresa, en protesta por las condiciones laborales a las que la empresa somete a los trabajadores, sin tomar en cuenta la seguridad e integridad física de los trabajadores que laboran en ella. Todo esto aunado a la negativa del patrono de negociar un contrato colectivo acorde a las necesidades de los trabajadores y a las condiciones actuales del país.
Contrario al discurso populista que los medios de comunicación dan a conocer en relación a la empresa de alimentos Polar, de que la empresa respeta a sus trabajadores, en la practica es todo lo contrario. Se les ha hecho una persecución a los delegados sindicales que han dado la lucha en contra de los abusos de la empresa y por las reivindicaciones para todos los trabajadores. Dejando ver la verdadera cara del capitalismo, que no es otra que
En esta oportunidad, a las discusiones del contrato colectivo y de las mejoras a las condiciones de salud laboral, que desde meses atrás están estancadas gracias a la negativa patronal de sentarse a negociar, se le suma una nueva problemática, que atenta contra todos los obreros de la empresa.
En los pasados meses, la empresa instaló un nuevo sistema de seguridad, con el alegato de que este nuevo mecanismo les mejoraría y facilitaría la respuesta operativa en caso de algún accidente. Sin embargo, posterior a la instalación de este «moderno» sistema de seguridad, dentro de las instalaciones de EFE, se presento un conato de incendio.
Para sorpresa de los trabajadores, el moderno mecanismo recientemente instalado, no realizo la apertura de las puertas automáticas, según el protocolo de respuesta que dicho mecanismo opera. A pesar de que el conato de incendio no paso a mayores, por haber sido controlado oportunamente. En el supuesto caso, de que este pequeño accidente hubiese pasado a niveles mayores, nos pudiéramos preguntar ¿Que hubiese pasado con los trabajadores y trabajadoras de la planta?, de seguro las consecuencias hubiesen sido fatales para todos y cada uno de los obreros.
A continuacion se encuentran las declaraciones de uno de los delegados de la empresa: