En los días recientes nos ha llamado mucho la atención los casos de corrupción ventilados a la luz pública, los cuales deben ser abordados con la rigurosidad y seriedad que ameritan, debido a que afectan directamente la moral revolucionaria y la esperanza del pueblo por la construcción del socialismo en Venezuela.
La corrupción y la impunidad ha sido un karma que ha vendido arrastrado el Proceso Bolivariano Venezolano, un mal que siempre afecta con más fuerza a los sectores más vulnerables de la sociedad venezolana (los militantes de base de la Revolución Bolivariana), lo que puede ocasionar un descontento y lo que es peor una desmovilización de las bases más comprometidas con el legado del Presidente Hugo Chávez poniendo el peligro el futuro del Proceso Revolucionario en Venezuela.
Nosotros como marxistas apoyamos los esfuerzos que por parte del Gobierno Revolucionario se están haciendo en contra de la corrupción en nuestro país y estamos totalmente de acuerdo con los procedimientos jurídicos tomados al Diputado Richard Mardo y la camarilla de primero justicia, asó como también, con los sectores más radicales de la oposición en Venezuela. Sin embargo pensamos que como revolucionarios debemos profundizar mucho más esa Lucha contra la Corrupción, debido a que la misma no distingue color ni simpatía política, y muchas veces se viste de rojo rojito.
Por eso siempre en nuestros análisis y perspectivas hacia el proceso venezolano, alertamos sobre la peligrosa quinta columna que está enquistada en nuestras instituciones, partidos y grupos. Este sin lugar a duda es el principal peligro que tiene la Revolución Bolivariana.
Pongamos un ejemplo recientemente que me permite ejemplificar con mayor claridad esta hipótesis: Los últimos funcionarios detenidos por forjamiento de documentos en el SAIME Táchira, los funcionarios de Indepabis, Ferrominera y los que sabotearon el convenio China-Venezuela los cuales descubrieron que en su mayoría era militantes activos del partido de ultraderecha Primero Justicia, bien, estamos de acuerdo que son unos traidores a la patria y a su pueblo, que deben ser juzgados con todo el peso de la ley.
Pero camaradas, quienes ponen a estos funcionarios en esos cargos, algunos de mucha responsabilidad política e institucional, son parte de la Dirección Política de la Revolución Bolivariana, que muchas veces replican las políticas cuarto-republicanas del puntofijismo venezolano, es decir al mejor estilo adeco-copeyano en donde el amiguismo, nepotismo y tráfico de influencias juegan un papel protagónico.
Ahora bien, ante esta realidad ¿Qué debemos hacer los revolucionarios y sobre todo los que creemos en la construcción del socialismo en Venezuela y en el mundo? Atacar la corrupción cualquiera que sea su origen, sobretodo más aun si se trata de nuestras estructuras internas. ¿Cómo hacer esto? Una herramienta fundamental para esto, es profundizar en los clásicos del marxismo para hacernos de las herramientas científicas necesarias, que permitan enfrentarnos a ese cáncer que tanto daño le hace a nuestra revolución.
También, es que necesario que nos organicemos los que de verdad queremos una revolución socialista en Venezuela, bajo un programa socialista, es por ello que hacemos un llamado a la noble clase obrera, a los jóvenes, campesinos y militantes de base para dar la batalla, al igual que a nuestros dirigentes más comprometidos, les reiteramos: la única manera de acabar con la corrupción es poner en manos de los trabajadores y el pueblo los medios de producción, impulsar la real democracia participativa con los consejos de trabajadores, consejos comunal y de campesinos.
Otra cosa dirigida a nuestros líderes, o a los camaradas con responsabilidad de dirección: Está muy bien que se haga pagar a esos funcionarios que fueron descubiertos, pero pregúntele a cualquier militante de base cuando se dirige a alguna institución pública, cómo aún están infectadas de quintas columnas y corruptos que desprestigian mucho la administración de la dirección revolucionaria, así que pónganle lupa a eso. La lucha contra la corrupción no se debe quedar meramente como slogan publicitario debe ser acción revolucionaria de nuestro día a día.
Por nuestra Revolución Bolivariana, por defender el verdadero legado del comandante Hugo Chávez frías, luchemos contra la corrupción y por la construcción del Socialismo en Venezuela y en el Mundo.