Súper Punto: Un nuevo caso de cierre totalmente ilegal de una empresa
El pasado Viernes 19 de Julio, tuvimos la oportunidad de conversar con trabajadores de la empresa Súper Punto, una gran compañía del ramo textil en Venezuela, que se dedica a la producción de telas de alta calidad para toda la industria textil.
La empresa, cuenta con varias plantas en la ciudad de Caracas, entre ellas, dos plantas en La Silsa, una en Gramoven y otra en la Calle Colombia de Catia, además de una conocida sucursal de ventas ubicada en La Candelaria. En la misma laboraban alrededor de 300 trabajadores, (lo que a su vez representaba el medio de subsistencia de algo así como 1000 seres humanos, ya que son 300 familias), los cuales quedaron desempleados automáticamente cuando los dueños de la empresa, unos capitalistas de origen norteamericano (¿Qué curioso no? Los tipos son, además de empresarios expoliadores, ¡Yanquis!), de nombres Gary Berman, José Berman y Dany Berman, decidieron, de manera absolutamente ilegal y muy al estilo de la burguesía venezolana durante estos 14 años de Revolución Bolivariana, cerrar súbitamente la empresa, lo cual fue muy bien planeado previamente por ellos, cual crimen perfecto, sólo que en este caso los delincuentes son de cuello blanco, ¡Y vaya qué delincuentes en este caso!
Resulta pues, que los hijos de yanqui dueños de la empresa Súper Punto, decidieron alevosamente cerrar la empresa hace ya casi 2 meses, de Viernes pa´ Lunes, habiendo pagado a los trabajadores su quincena del día Viernes 31 de Mayo, como cualquier quincena normal y corriente, sin notificarles nada a los trabajadores de la empresa, al respecto de que a partir del Lunes, se les liquidaría a todos y amanecerían los portones de la empresa cerrados. Tal fue la sorpresa, cuando al llegar a sus centros de trabajo el día Lunes 3 de Junio, los compañeros trabajadores encontraron los portones cerrados y pegados sobre los mismos, unos avisos de liquidación.
Las verdaderas razones por las cuales los patronos decidieron cerrar la empresa
En una nota de prensa publicada por el diario Ciudad Caracas, al respecto del cierre de esta empresa, se señalaba como causa del cierre, la decisión de los dueños de irse del país, ello, debido obviamente a que, en el marco de las reivindicaciones conquistadas por la clase obrera venezolana, durante la Revolución Bolivariana, se les ha hecho muy difícil a los dueños explotar como les da la gana a los trabajadores de la empresa, lo cual sí podían hacer a diestra y siniestra antes de 1998. Sin embargo, al conversar con los trabajadores de Súper Punto, los compañeros nos explicaron que todo eso es una fachada de los patronos. La razón real del cierre de la empresa, es que los dueños desean ardorosamente salir del sindicato que actualmente existe, ya que el mismo no es un sindicato patronal que se arrodilla ante sus órdenes y designios, sino que, por el contrario, viene luchando desde hace años atrás de manera comprometida, en la defensa de los derechos de todos los trabajadores de la empresa.
Se repite entonces con este caso, el modus operandi tan común entre la burguesía de nuestro país, que utiliza cuando no puede comprar o manipular al sindicato de trabajadores y trabajadoras de su empresa, y que no es otro que cerrar de manera súbita la fábrica, presionando a los trabajadores y trabajadoras para que acepten liquidaciones mínimas, y manteniendo cerrada la empresa hasta lograr torcerle el brazo a los trabajadores y trabajadoras, para luego reabrir la empresa, ya sea con un nuevo nombre para disfrazar el fraude cometido, o con el mismo nombre si tienen poder y son descarados. Por supuesto, con nuevos trabajadores, en la mayoría de los casos jóvenes e inexpertos, sin ningún tipo de experiencia en luchas sindicales y en luchas por reivindicaciones laborales, lo cual les asegura poder producir explotando a estos nuevos trabajadores y trabajadoras al máximo, y por lo tanto, sacando la mayor tajada de plusvalía posible. Como hemos dicho, esta práctica es sumamente común en Venezuela, así como seguramente también lo es en la mayoría de países semicoloniales. De hecho, el último caso al que le hicimos seguimiento desde Lucha de Clases, es el de la empresa Azertia GC y data de apenas unos meses atrás: http://www.luchadeclases.org.ve/venezuela/107-lucha-obrera/7273-entrevista-asertia
El pago de liquidaciones ofrecido a los trabajadores y trabajadoras: Un fraude de cabo a rabo
En lo que respecta a las liquidaciones que les fueron ofrecidas por parte del bufete de abogados de la empresa, los compañeros nos comentaron que todas se encontraban en el orden de los 76.000 Bs, cuando hay numerosos trabajadores de considerable antigüedad, como es el caso de dos compañeros que conocimos ése día y que tienen respectivamente 19 y 28 años de antigüedad. Contrario a ello, la liquidación legítima y legal que debe ser pagada a los trabajadores, según ellos mismos nos explicaron, correspondiente a antigüedades de entre 20 y 30 años sobre la base de los salarios existentes en la empresa, es, calculada a vuelo de pájaro como se dice popularmente, de entre 200.000 Bs. y 300.000 Bs. Vean pues, la íntegra e impecable honestidad de estos empresarios parásitos, que después de décadas de explotar a estos compañeros trabajadores, no les basta con ello, sino que buscan también robarle groseramente el dinero de sus liquidaciones, que con tanto trabajo y esfuerzo se ganaron.
Pero, como si el robo de las liquidaciones a los trabajadores fuera poco, el acto de pago también estuvo totalmente viciado de ilegalidad.
La primera reunión para el pago de las liquidaciones, se realizó en las oficinas sede del bufete de abogados de la empresa, ante lo cual los dirigentes del sindicato de trabajadores de Súper Punto, solicitaron la respectiva inspección ante el Ministerio del Trabajo, del írrito acto de pago, para en efecto, demostrar su ilegalidad. Al ver la presencia de los funcionarios del Ministerio del Trabajo, los abogados se asustaron y cesaron el pago de las liquidaciones ése día, por lo que durante los días siguientes, estuvieron convocando a los trabajadores a reunirse en distintos centros comerciales de la ciudad de Caracas, como el san Ignacio, Líder y el famoso Sambil, pero, no porque en cada uno de estos centros comerciales el bufete tuviese oficinas, sino para tener un simple punto de reunión donde pagar las balurdas (como decimos en la calle) e ilegales liquidaciones a los trabajadores, tratando de evadir a toda costa las sanciones que podrían infringirle los funcionarios del Ministerio del Trabajo. Asimismo, la planilla de liquidación que se le entregó a cada uno de ellos, en la que se debería presentar el cálculo respectivo de cada liquidación y demás detalles de ley, era un simple formato universal para todos los trabajadores.
Con tal de lograr los objetivos del patrono y como buenos lacayos, los abogados incluso amenazaron a los trabajadores, de que cerrarían el bufete si no aceptaban cobrar las liquidaciones que les ofrecieron, y de que, por lo tanto, se quedarían sin siquiera poder cobrar los 76.000 Bs. ofrecidos. De esa manera, trataron de intimidar a los compañeros, para poder doblegarlos.
Por último en lo que respecta al pago de las liquidaciones, los compañeros nos explicaron que todos los cheques de liquidación, tenían fechas del 22 y 23 de Mayo, lo que demuestra que el cierre fue muy bien planeado con antelación, probando que el motivo detrás de todo ello no es otro que buscar salir del sindicato, para luego reabrir con nuevos trabajadores.
Esta, es la verdadera política nacional de la burguesía y sus lacayos hacia el pueblo trabajador, y no las sandeces de progreso, esfuerzo, honestidad y justicia, que nos vende día a día Lorenzo Mendoza a través de sus propagandas televisivas o través de sus fundaciones y programas sociales, o que nos venden partidos burgueses como Primero Matraca, corrijo, Primero Justicia. ¿Cuál progreso y cuál esfuerzo? ¿Cuál justicia y cuál honestidad? Si lo que hacen estos señores es lucrarse del sudor ajeno, hacerse ricos con nuestro trabajo, con el trabajo del pueblo pobre, para luego robarnos lo único que tenemos, es decir, el derecho a trabajar, la oportunidad de ganarnos el pan para poder sobrevivir. Ellos progresan sí, pero gracias al esfuerzo del pueblo, mientras la clase trabajadora se mantiene siempre empobrecida. Las acciones de estos capitalistas Berman, contra los trabajadores y trabajadoras de Súper Punto y sus familias, son el mejor ejemplo de cuál es la verdadera concepción de justicia y honestidad que defiende y profesa la burguesía. Justicia para los ricos, pero nunca para la clase obrera, nunca para el pobre.