Transpote PublicoSegunda parte del análisis sobre los problemas del transporte público en Venezuela, enfocado en el transporte intraurbano en Caracas y las principales ciudades del país. En esta segunda parte analizaremos las causas fundamentales de la crisis de transporte público  que se manifiestan en estas ciudades.

Índice:

*Primera Parte: El fraude de las cooperativas

*Segunda Parte: La raiz del problema

*Tercera Parte: Estatizacion y Centralizacion

*Cuarta Parte: Sobre el Control Obrero


Crisis de sobreproducción de transporte

Aunque a simple vista parezca lo contrario, esta crisis del transporte público que se manifiesta en Caracas, así como en muchas otras de las principales ciudades del país, es una crisis de sobreproducción de transporte. En otras palabras, hay más transporte – público y privado – del que se necesita, incluso en los momentos en que vemos una enorme cantidad de personas en cada una de las paradas, mientras los vehículos de transporte público transitan abarrotados de pasajeros, sigue siendo una manifestación de la anarquía producto de la crisis de sobreproducción.

Varios elementos objetivos, nos permiten entender por qué si hay tantos pasajeros, y los buses y microbuses están a máxima capacidad, la raíz del problema es que tenemos más transporte del necesario. El principal elemento que podemos identificar es que, en cada una de las avenidas y calles por las que circulan las diferentes rutas de transporte público, hay exceso de vehículos tanto autobuses, y microbuses como personales.

Las colas son producidas por esta enorme cantidad de vehículos. La mayoría de los automóviles personales no llevan más pasajeros que el conductor. Sumado a la enorme cantidad de transportes públicos, impiden que el sistema vial fluya como es debido, y los buses y microbuses pasan más tiempo de lo normal en las innecesarias colas. Debido a esto, cada automóvil de transporte público, incluso aquellos que están totalmente llenos a su máxima capacidad, aborda una menor cantidad de usuarios al día de los que realmente pudieran.

Sin embargo de haber una menor cantidad de autos – y para esto es necesario una planificación centralizada –, los transportes públicos pudieran avanzar más rápido, y de esta manera completar las rutas en menor tiempo, lo que significa atender a un número mayor de pasajeros por cada vehículo, así reduciendo la congestión de usuarios en las paradas en las horas pico.

La crisis de sobreproducción, como lo explica Marx, es una manifestación del libre mercado, y de la lógica del capital. Ya que con el interés de ganar más, en el marco de la libre competencia, y apoyados en las mejorías tecnológicas, que permiten producir más invirtiendo lo mismo o menos, las diferentes compañías ofertan cada vez más y más mercancías – en este caso la mercancía es el servicio de transporte – para extraer la ganancia del mercado, sin embargo la demanda del mercado no aumenta al mismo ritmo en que aumenta la producción u oferta. Esto ocasiona que haya más mercancías de lo que se necesitan.

En el caso de nuestro sistema de transporte “público” intraurbano, especialmente controlado por las cooperativas, no pasa nada diferente. Las diversas líneas que han sido creadas, fusionadas, divididas, etc. colocan cada vez más y más vehículos para las diferentes rutas, con intención de aprovechar las crecientes demandas de la población sobre el servicio. Sin embargo, hemos cruzado desde hace años, la brecha entre la cantidad de transporte necesario en relación a la cantidad de pasajeros. La burguesía es incapaz de identificar esta brecha, ya que para esto es necesario un control y supervisión sobre todas las rutas, para medir la cantidad media de pasajeros en cada ruta, y la cantidad real de transportes que se requieren, para reducirla o aumentarla a lo justo. Por el contrario, esta diversidad de líneas no trabajaran en conjunto, y serán incapaces de hacerlo, mientras tengan que competir entre sí.

Sin embargo, en el supuesto de realizar estas estadísticas, y compartir la información entre unas y otras, la burguesía es incapaz, por su propia naturaleza egocéntrica, de reducir la producción de mercancías en beneficio de la comunidad y del mercado. Más aún es algo imposible, cuando hay una enorme diversidad de líneas y rutas controladas por unas pocas mafias de transporte, de carácter parasitario y que no se interesan más que por sus propios bolsillos. Como es de esperarse, la burguesía es incapaz de llevar a cabo esta tarea, por lo que la única forma objetiva para esto, es la estatización del transporte público, para poder unificarlo y centralizarlo, y de esta manera poder planificarlo.

Metro de CaracasLos bajos costos del Metro de Caracas

Desde el momento en que el servicio del Metro de Caracas fue tomado por la revolución, el estado ha subsidiado el pasaje, tanto para el subterráneo, como para los Metrobuses y ahora el Buscaracas, lo que hace que el pasaje para transportarse por este sistema en general sea mucho mas barato que el sistema privado. Esto hizo que la mayoría de personas que día a día se trasladan de un lado a otro de la ciudad opten por preferir el transporte subterráneo, salvo en las horas pico donde el metro no se da a basto para la inmensa cantidad de personas que hacen uso del sistema, lo que obliga a algunos a utilizar los otros medios de transporte superficiales. Esta migración ha ocasionado que la tasa de ganancia de los conductores se vea enormemente reducida.

Por su parte las burguesías que dirigen las líneas de transporte, al responder solo a la lógica del capital, carentes de un análisis correcto, han optado por aumentar el pasaje una y otra vez, cada vez más. Mientras por el otro lado el pasaje del sistema metro se ha mantenido, con muy pocos aumentos. En la actualidad un viaje en Caracas, en el transporte estatal cuesta 1,5 Bs. mientras que en el servicio privado está en 6,0 Bs. Este continuo aumento en el pasaje de las líneas privadas, ha ocasionado un circulo vicioso, donde cada vez hay más y más pasajeros que usan el metro, colapsandolo.

Mientras las líneas de transporte público, en vista de la reducción progresiva de sus ganancias, responden nuevamente con aumento del pasaje. Repitiendo el círculo vicioso. Lo cual radicaliza mucho más la competencia entre los conductores, que se ven obligados a rivalizar – incluso de forma desleal – entre unos y otros por las reducidas ganancias que pueden obtener hoy en día. Esta lucha anárquica entre conductores, se traduce en una disminución de la calidad del servicio.

En definitiva, la burguesía transportista en su interés de obtener la mayor tasa de ganancia posible y de la forma más fácil, sigue promoviendo medidas, en contra de toda racionalidad, que cada vez la hunde más en esta crisis, afectando a todos los usuarios del transporte público. En ultima instancia, los intereses de unos pocos, siguen prevaleciendo por encima de los intereses de las mayorías.