¡Y ahora la burguesía venezolana responde!
«Es el gobierno de Maduro el culpable de la especulación»…»Es la decadencia moral lo que ha llevado al país a este estado de cosas».
Oímos a la primera afirmación en el campo de la contrarrevolución y la otra afirmación en el campo de la revolución. En cada una de esas afirmaciones hay una visión que intenta explicar el estado de cosas de la sociedad venezolana.
También, leemos y oímos los defensores del sistema capitalista depredador, y así, nos damos cuenta que ellos nos quieren hacer creer que “el dinero tiene una propiedad multiplicadora”. Como si el dinero pudiera crecer como una planta. En Venezuela la burguesía comercial, la industrial y la financiera pretenden imponernos la mentira de que sus beneficios crecen como las plantas en el Amazonas.
Marx le asignó a este fenómeno “autoexpansión del capital”. La teoría marxista explica que este “milagro” de la multiplicación del capital reside en la compra-venta de la fuerza de trabajo que es lo único con lo que cuenta el trabajador y la trabajadora para seguir viviendo, y así seguir siendo oprimido en el sistema de producción capitalista.
El sistema de producción capitalista mundial ha estado obteniendo beneficios mayoritariamente por vía de la especulación comercial y financiera, y no sólo de la producción de mercancías y por el desarrollo de las fuerzas productivas.
La especulación no es propia de la burguesía venezolana, no es así. La especulación es propia del sistema capitalista.
Para mostrar lo anterior –que la especulación es propia del capitalismo– revisemos la historia reciente de la crisis del imperialismo, fase superior del capitalismo. En la crisis actual del capitalismo que se agudizó en el 2008 los precios de las mercancías suben a través de la especulación.
La crisis inmobiliaria mundial ha provocado que el objeto de especulación –préstamos hipotecarios y viviendas– se desplazara hacia el petróleo y los alimentos, que tienen siempre un mercado garantizado y por ello son muy atractivos para esta sucia práctica. Pero esto no se queda ahí. Esto genera una dinámica monstruosa que conduce a los bancos inversores a comprometer contratos a futuro sobre la cosecha de cereales, acaparando más y más y, en consecuencia, modificando los precios, por supuesto, en alza. La especulación con los alimentos a nivel mundial supone un alto grado de concentración de riqueza y desigualdad.
Palabras de Lenin “El capitalismo se ha transformado en un sistema mundial de sojuzgamiento colonial y de estrangulamiento financiero de la inmensa mayoría de la población del planeta por un puñado de países adelantados; el reparto de ese botín se efectúa entre dos o tres potencias rapaces y armadas hasta los dientes”.
Carácter de la especulación con las mercancías en Venezuela
Los especuladores venezolanos son hijos del sistema capitalista y de las condiciones políticas imperantes en nuestro país. Los especuladores venezolanos apoyándose en el sector burocrático corrupto del gobierno, en la ausencia de planificación de la economía y en la asignación de divisas –sin un programa de importación de bienes– transitan los caminos de la especulación, acaparamiento, generando inflación con el objetivo de distorsionar más la economía venezolana y generar malestar en el pueblo hasta producir un caos social; y así, destruir el proceso revolucionario venezolano.
Acaparamiento, especulación e inflación son tres armas con las que la contrarrevolución –burguesía venezolana e imperialismo– cuenta para atentar contra la Revolución Bolivariana. Dichas armas sólo pueden ser usadas porque en Venezuela aún coexiste una economía social incipiente, marginada –más un proyecto– con la economía de mercado. Más grave predomina la economía capitalista parasitaria, obstaculizando el desarrollo de una economía social.
Marx en su obra La Guerra Civil en Francia, y Lenin en El Estado y la Revolución, esbozaron una concepción sobre cómo podía conquistarse el socialismo. Ellos insistían en que la clase trabajadora no puede iniciar la construcción del socialismo científico sin antes haber destruido el viejo Estado, un nuevo Estado basado en nuevos principios.
¿Por qué un nuevo Estado distinto al capitalista para que triunfe el socialismo científico?
Porque el Estado capitalista sólo sirve a los intereses de una pequeña minoría, la burguesía. El Estado socialista defendería los intereses de la mayoría.
Porque el núcleo del Estado socialista sería los consejos de los trabajadores en las fábricas, campos petroleros, siderúrgica, puertos, oficinas, unidades agropecuarias, y organizaciones como las de amas de casa, juventud, los jubilados. La estructura y organización de la producción del Estado capitalista es la burocracia corrupta que sostiene la burguesía explotadora.
Porque en el Estado capitalista no existe planificación de la economía en función de las necesidades de la población como en el Estado socialista. En la sociedad capitalista se produce o no, en función de que si no hay ganancia no hay producción. En ese sentido, Marx descubrió que el objetivo que impulsa al capitalismo es el máximo beneficio, es decir, la lucha por la apropiación de la plusvalía producida por el trabajo humano.
Porque el Estado socialista nacionaliza todo el sistema financiero, expropia las principales industrias y monopolios del país, que cada vez acumulan y concentran más dinero al apropiarse de una u otra forma de los ingresos por la venta de petróleo.
Porque en el Estado capitalista la producción es anárquica, dirigida por las fuerzas incontrolables del mercado y el afán de lucro individual de los capitalistas.
Porque en el Estado capitalista la producción es social y la apropiación individual. Mientras que en el Estado socialista la producción es social, planificada, y la riqueza social es para todos según sus necesidades.