Las medidas tomadas por el gobierno bolivariano y anunciadas por el camarada presidente Nicolás Maduro, demuestran una clara voluntad de parte de la dirigencia revolucionaria de seguir dando pasos sobre los senderos de la izquierda. Es incuestionable que con estas medidas se pretende proteger a la clase trabajadora. El pueblo en general ha sido bastante receptivo, incluso desde los sectores populares afectos a los partidos de derecha, y menos radicalizados por los discursos oposicionistas, han sido vistas de buena forma, donde podemos escuchar comentarios como “esto lo debieron haber hecho mucho antes” o “acá lo que hace falta es mano dura”.
Sin embargo, desde algunos sectores de la dirigencia del gobierno, se ha tratado de hacer una diferencia entre una burguesía parasitaria y una supuesta burguesía que no es parasitaria, y que puede ayudar a desarrollar las fuerzas productivas del país, para que luego de esto, se puedan generar las condiciones para poder llevar a cabo las tareas socialistas de la revolución – la clásica teoría de la revolución por etapas, primero una etapa democrático burguesa, encabezada por una «burguesía progresista», y apoyada por la izquierda, que nos permita desarrollar las fuerzas productivas y logre una independencia económica y política frente al imperialismo, y luego una etapa socialista, donde por fin procedamos a socializar los medios de producción y completar las tareas de transformación socialista: nuevo estado, nueva sociedad, nueva economía, etc –.
Ante estas posiciones revisionistas del socialismo científico, el líder bolchevique León Trotsky en su obra “La Revolución Permanente”, explica y demuestra el carácter dependiente de las burguesías autóctonas de los países del capitalismo atrasado, ante el capital trasnacional de los países desarrollados, y por lo tanto, su incapacidad de romper las ataduras que les someten ante el imperialismo.
En los países de capitalismo atrasado, como es el caso de Venezuela, el capitalismo llegó a comenzar su desarrollo al rededor de 100 años luego que en las potencias Europeas, e incluso de EE.UU. El pequeño desarrollo industrial en nuestro sub-continente Suramericano, llegó de la mano de las potencias imperiales, e impulsado por éstas. En el cono sur, recolonizado por el imperialismo británico – recordemos que en la fase imperialista del capitalismo, la colonización no ocurre a través de la conquista de tierras (o feudos) para el cultivo, como en el feudalismo, ya que en nuestra época, el interés de las potencias no es más que la extracción nuestros recursos y especialmente de los capitales producidos socialmente por los países de la periferia – quienes construyeron ferrocarriles, etc. y en el caso de Venezuela en específico, fuimos recolonizados luego del boom petrolero impulsado por Estados Unidos principalmente.
Todo esto nos demuestra el por qué del carácter entreguista y clientelar hacia las potencias, de los gobiernos de derecha de todo el siglo XX en latinoamérica, siendo regímenes peones, sometidos ante la bota imperialista.
Mientras que en las potencias, las burguesías ya se habían consolidado, a través de las revoluciones democrático burguesas, de finales del siglo XVIII y principios del XIX, las de nuestros países, eran y siguen siendo en extremo débiles ante las potencias imperiales, como dijimos anteriormente, estas aparecieron muy tarde, por lo que fueron necesariamente sometidas antes las ya desarrolladas burguesías del imperialismo.
¿Que motiva a la burguesía?
La burguesía Venezolana especula, produce menos para escasear las mercancías de primera necesidad (alimentos, etc.) y subir los precios, acapara, no invierte si considera que no ganará la tasa que quiere, etc. Ya que la lógica que motiva la inversión capitalista, no se basa en lo que es correcto o no, o lo que está bien para los otros, sino que se basa única y exclusivamente en la ganancia. Un verdadero buen negocio para cualquier burguesía, es donde se gana mucho y se invierte poco o nada. Su única barrera moral, es lo establecido en la legalidad vigente, e incluso en la mayoría de las veces, esta dispuesta a bordear las leyes o incluso saltárselas, si el riesgo implica una buena tasa de ganancia.
¿Acaso eso no es lo que ocurre en Venezuela?, sabotear la economía del país por medio de esta guerra económica por más de 14 años, implica un riesgo para la burguesía, sin embargo esta bien recompensado por las enormes tasas de ganancias que han conquistado.
¿Dónde esta la burguesía progresista?, si hacemos una inspección objetiva sobre todos y cada uno de los “empresarios” del país, ¿dónde encontraríamos los importadores que venden en base al dólar oficial que recibe de CADIVI?, ¿dónde al productor que compra materia prima importada y vende su producción en base al dólar oficial? ¿donde al comerciante que compra a los revendedores y distribuidores, y solo gana una tasa razonable, vendiendo por debajo de los saboteadores?, ¿dónde al buhonero que compra los bienes de primera necesidad a precio regulado y los vende con una ligera ganancia?. Como vémos no es un problema exclusivo de la gran burguesía o sólo de los sectores de medios y pequeños burgueses. Sino que es algo propio del sistema capitalista en general.
Como hemos explicado anteriormente, la burguesía sólo invierte, si considera que la tasa de ganancia es buena. Y entre mas alta sea la ganancia, mas dispuesta estará a salirse de las legalidades, y demostrar su verdadera moralidad burguesa, su moralidad de clase, para conquistar tales tasas de ganancia.
Cuando el estado le da dólares a la Polar, para que compre el maíz transgénico de monsanto – valga la pena acotarlo –, a precios regulados, estos producen harinas precosidas, de las cuales una gran parte de la harina que está regulada, sale a Colombia donde la venden mucho más cara, y dejan solo una pequeña porción de esta harina en el país. Pero adicionalmente, mezclan ese maíz que compraron a precios regulados, con harina de arroz, y otros cereales, también comprados a precios regulados, y nos venden unas harinas con algún «agregado», las cuales no entran en las regulaciones, y las colocan a tres o cuatro veces por encima de la harina “normal”.
Esta ya comprobado, gracias a las inspecciones que esta llevando a cabo el gobierno bolivariano recientemente, que muchos de estos empresarios, de las grandes cadenas de importación, crean empresas fantasmas en EE.UU. las cuales compran miles de equipos electrónicos al mayor, por supuesto a precios bastante bajos. Luego estas empresas en Estados Unidos, le venden a supuestas importadoras en Venezuela, que son de su misma propiedad, toda esta gran cantidad de equipos, a los costos que saldrían si los compraran al detal, de esta manera la importadora pide una gran cantidad de dólares a CADIVI, con lo que pagan la importación y la diferencia que les queda entre los precios mayor-detal es vendido en el mercado paralelo de divisas. Sin embargo no queda hasta ahí, luego estas importadoras, le venden todo a distribuidoras (de ellos también), a precios calculados en base al dólar paralelo, nuevamente aumentando el costo del producto. Generando una gran cadena inflacionaria artificial.
Podemos seguir, desnudando mas procesos productivos y/o comerciales, donde la burguesía, desde la mas grande, hasta los pequeños comercios y buhoneros, juegan a la inflación para hacerse parte de las enormes tasas de ganancias que este sabotaje genera.
¿Cuál es el papel de la burguesía en la sociedad?
En definitiva, la burguesía, no sólo está dispuesta a destruir el ecosistema, la economía, la sociedad, y a los individuos, e ir en contra de toda legalidad, si la tasa de ganancia que puede obtener con esto, es lo suficientemente buena. Sino que además de todo lo que hemos explicado ya, la burguesía en general, y la de los países de capitalismo atrasado en especial, nunca invierte de su propio bolsillo.
Las burguesías autóctonas en Venezuela nunca tocan su propio capital, por el contrario, todos los proyectos de inversión desde ampliar las instalaciones hasta crear una nueva linea de producción, son cancelados con capital proveniente de terceros. El burgués nunca retira dinero de sus cuentas personales para invertirlo en sus empresas, por el contrario sólo retira el capital de las empresas y lo lleva a sus cuentas personales, es por esto que lo que invierte proviene de la plusvalía que genera la empresa o de lo que recibe de bancos y terceros. Además que los intereses que deben cancelar por estos prestamos son pagados también por lo que la misma empresa produce.
Desde que el capitalismo rige nuestra sociedad, se nos ha hecho pensar, que el capital de alguna forma mágica se reproduce por sí solo. Como si, bajo alguna forma metafisica o espiritual se multiplicara, como dice la biblia que Jesús multiplicó los panes. Sin embargo, esto carece de cualquier lógica racional.
Supongamos que poseemos una cantidad de dinero, y con esta podemos comprar una maquina fotocopiadora, varias cajas de papel bond, suficientes cartuchos o tóners de tinta, y luego de esto montamos un centro de fotocopiado. Si esta ley metafísica fuera verdad, todo este capital – dinero, maquinaria y materia prima –, por sí sólo, y sin que hagamos nada, debería generarnos algún tipo de ganancia, más aún debería reproducirse en otra maquina copiadora y mayores cantidades de resmas de papel, etc.
Aunque parezca ridículo el ejemplo que acabamos de dar, es necesario demostrar de forma simple y clara, las ridículas bases sobre la que se sustenta el capitalismo. Que no son más que una mezcla interminable de constantes incoherencias y argumentos irracionales.
Ahora, volviendo a la suposición, en nuestro centro de copiado, ¿qué es lo que realmente hace falta para poner a funcionar la fotocopiadora y reproducir el capital?. Pues rápidamente podemos afirmar que lo primordial para que este pequeño comercio funcione, es la intervención humana, ya sea a través de nosotros mismos o por medio de un empleado. Entonces vemos que es el trabajo lo que hace reproducir el capital.
Es precisamente también el trabajo, lo que le da valor a la materia y lo convierte en una mercancía, un árbol no tiene valor alguno, hasta que es cortado y/o convertido en madera; el agua que corre libremente, no tiene valor hasta que es procesada en nuestro sistema de aguas blancas o cuando es embotellada. En nuestro ejemplo, lo que le da el valor a las fotocopias que salen de nuestra máquina, es precisamente el esfuerzo físico y mental que hacemos para operarla, y convertir esa hoja de papel en blanco con un valor muy pequeño, en una mercancía con un valor mucho más alto.
Para que un sistema económico funcione, es necesario el trabajo humano, de esto no hay dudas. Sin embargo, en las sociedades divididas en clases un sector minoritario de la sociedad, gracias a que posee la propiedad sobre los medios de producción, se apropia del producto del trabajo de las mayorías, ya sea a través de esclavos, siervos, empleados, etc. De tal forma que esta pequeña minoría, se ve emancipada de la tarea de trabajar. En la actualidad esta relación de explotación esta legitimada a través de la legalidad vigente, en los contratos laborales, donde un patrono, se queda con todo lo que es producido por los trabajadores.
La burguesía invierte una cantidad de capital para conformar una empresa, sin embargo, recibe constantemente, a través del proceso productivo, varias veces lo que invirtió. Mientras que toda esta ganancia se queda en manos de uno o unos pocos. Los trabajadores, que son los que permiten que tal o cual medio de producción funcione y reproduzca el capital del patrono permanentemente, no reciben mas que lo mínimo para vivir.
Retomando el ejemplo, si contratáramos a una persona para que haga el trabajo por nosotros, y le estaríamos cancelando un sueldo de 100 Bs. mensuales, la lógica del capital nos dice que a nosotros nos debería quedar al menos lo mismo, 100 Bs. Bajo esta lógica, ningún patrono esta dispuesto a ganar menos de lo que gana su(s) empleado(s), esto no tiene sentido en el capitalismo, por el contrario, si está dispuesto a ganar muchas veces mas que su(s) empleado(s).
El papel de la burguesía no es mas que poner el capital inicial necesario para crear un medio de producción. Sin embargo, una vez que recupera su inversión, sigue recibiendo ganancias sin invertir nada más, ni capital, ni esfuerzo. Pero, si la burguesía como hemos aclarado antes, no invierte el capital de su propio bolsillo, sino el que produce el trabajo de los empleados, en las empresas de su propiedad y/o de prestamos de terceros. ¿Cuál es el papel de la burguesía en los procesos productivos?
En realidad no juegan ningún papel importante, mas allá de llenarse los bolsillos a costas del trabajo de otros. Si su papel en el capitalismo es poner el capital, no son un mal necesario, puesto que esto también lo hacen los bancos. Más aún, si la banca puede financiar una empresa con patrono, puede también financiar una empresa sin esta figura.
Como hemos visto a través de todo este artículo, la burguesía es inherentemente parasitaria en la sociedad, en los procesos productivos, y en la economía en general. Cuando decimos que la burguesía es parasitaria, no solo se lo decimos a los que especulan, acaparan o se prestan a la guerra económica, nos referimos a que todas sus riquezas son producidas por el trabajo colectivo de la sociedad. Donde la clase trabajadora recibe lo mínimo para vivir, y la clase burguesa se queda con todo lo demás.
Son un parásito que le roban día a día el producto del trabajo a nuestra clase social.
Una economía socialista es necesaria, ya que en ésta, los medios de producción son administrados por los mismos trabajadores, sin jerarquías ni privilegios, de forma democrática y sin imposiciones. Y en beneficio del colectivo y no del individuo. Si esta es la sociedad a la que queremos llegar, no la podremos buscar a través de una “burguesía progresista”, a sabiendas de que tal cosa no existe, sino socializando los medios de producción en manos de la clase trabajadora.