En Gran Bretaña, un puñado de plutócratas super-ricos controla nuestras vidas. A escala mundial, según Oxfam, tan sólo 85 multimillonarios, que podrían caber confortablemente en un autobús de dos pisos, poseen más riqueza que la mitad de la población mundial en su conjunto.
Los ricos se están llenando los bolsillos. Mientras que el 1% más rico de Gran Bretaña se lleva 10 peniques de cada libra de la renta total, el 50% de la población con menores ingresos sólo recibe 18 peniques.
High Pay Center reveló que aunque el salario promedio anual era alrededor de £ 26.500 (32.300 €), los ejecutivos de las mayores empresas que cotizan en la Bolsa de Londres (agrupadas en el índice FTSE 100) se llevaron cada uno a su casa un promedio de 4,3 millones de libras en 2012 (5,25 millones €). Mientras que la mayor parte de los trabajadores no ganan el «salario medio», esto significa que nuestros patrones deben » trabajar » tan sólo 24 horas para ganar lo que ingresa el promedio de los trabajadores en un año.
Tesco obtuvo un beneficio antes de impuestos de 2 mil millones de libras en el último ejercicio y pagó a su patrón, Philip Clarke, £ 1,2 millones; Sainsbury ganó £ 788 millones, y entregó a su patrón, Justin King, £ 4,3 millones. Ninguna compañía paga un salario «digno» a sus empleados, que necesitan reclamar subsidios estatales. Esto significa que nuestros impuestos subsidian efectivamente sus ganancias, comprimiendo los salarios al nivel más bajo.
Se está incrementando más rápidamente el número de trabajadores pobre a medida que se hunden los niveles de vida. Las investigaciones demuestran que alrededor de una quinta parte de las personas que utilizan los bancos de alimentos, lo hacen debido a sus bajos salarios. Millones de personas se ven obligadas a depender de los subsidios estatales para sobrevivir. Pero incluso esta fuente de ingresos está siendo recortada por la coalición de gobierno, que se ha negado a actualizar el subsidio con la tasa de inflación.
Esto ha provocado un abismo cada vez mayor entre los ricos y el resto de la sociedad. De acuerdo con Natalia Alonso, jefa de la oficina de Oxfam en la Unión Europea: «La brecha entre ricos y pobres en el Reino Unido y España pronto podría llegar a ser la misma que en Sudán del Sur o Paraguay.»
Esto confirma una vez más la famosa afirmación de Marx, sobre la miseria creciente de la clase obrera. Esta afirmación fue constantemente ridiculizada por los defensores del capitalismo y los reformistas del movimiento obrero. Hoy en día, el pronóstico de Marx se confirma gráficamente a diario.
El capitalismo significa desigualdad creciente. Con la crisis, la clase capitalista pretende exprimir más trabajo no remunerado de la clase obrera para sí misma. Se busca recortar el «salario social» y el estado del bienestar. Es por eso que están planeando recortar el gasto público al nivel de 1948. En otras palabras, todas las reformas que conquistamos en el período de la post-guerra han de ser destruidas.
En lugar de estar a la defensiva, los sindicatos tienen que pasar a la ofensiva. En lugar de hacer ofertas para recortar los salarios, tienen que organizar una acción efectiva coordinada. Esto significa unificar todas las luchas. Por encima de todo, tienen que vincular la lucha por los salarios y las condiciones de vida con la necesidad de derrocar al capitalismo.
Sólo con un programa de este tipo podemos construir un movimiento que pueda deshacerse de este gobierno de coalición de los ricos y de la sociedad brutal que representan. Esto significa luchar por políticas socialistas.