En altas horas de la noche del Miércoles, fue dada a conocer a todo el país, la terrible noticia del macabro asesinato del camarada y compañero de luchas Robert Serra y de su esposa, María Herrera. Según las declaraciones del ministro de Interior y Justicia, Rodríguez Torres, los cuerpos de ambos, fueron encontrados sin vida en su residencia actual, ubicada en La Pastora.

Asimismo, éste explicó que «Según las primeras experticias y basados en los principios de la investigación, no se trata de un hecho azaroso, estamos en presencia de un homicidio intencional y ejecutado con gran precisión».

En ése mismo orden de ideas, agregó que fue un asesinato planificado, organizado al detalle y ejecutado con técnica en un lapso entre 15 y 20 minutos, utilizando un arma punzo penetrante, lo que ocasionó un shock hipovolémico a ambos camaradas, lo que finalmente, les causó la muerte. Es decir, que el compañero Robert y su esposa María fueron apuñaleados varias veces, ocasionándoles una aguda hemorragia y como consecuencia de ello, un paro cardíaco y/o respiratorio.

Este hecho terrible y macabro, ha enlutado y golpeado duramente a todo el pueblo trabajador y al movimiento revolucionario en su conjunto, y ante tan siniestro hecho, desde Lucha de Clases – Corriente Marxista del PSUV nos solidarizamos con los padres y demás familiares de los camaradas Robert y María, así como con toda la militancia de base del PSUV y con el movimiento popular en general.

De igual forma, enviamos nuestro mensaje de temple y de fortaleza a los familiares, amigos y a toda la militancia revolucionaria en general, y hacemos un llamado a continuar luchando con tenacidad para llevar el legado del presidente Chávez a la práctica.

¿Quiénes están detrás de tan horrendo asesinato?

Aunque anoche el ministro de Interior y Justicia enfatizó que no se daría ningún adelanto sobre el móvil del suceso hasta que avanzaran las investigaciones, sus declaraciones del día Jueves evidencian a todas luces que el móvil fue político. Una vez más, la ultraderecha fascista avanza en sus planes siniestros de arremeter de manera salvaje y feroz contra la Revolución Bolivariana, contra su dirigencia y contra sus bases.

Si según el ministro torres, la evidencia hasta ahora recabada demuestra que este horrendo crimen no fue cometido por el hampa común, sino que por el contrario, fue realizado por “expertos” de manera muy planificada y con una técnica depurada, entonces, se torna muy evidente la posibilidad de que este crimen haya sido organizado por la ultraderecha fascista utilizando como instrumento de ejecución a paramilitares, o a sicarios.

Con éste horrendo crimen la ultraderecha fascista, que ya había sido derrotada hace unos meses cuando la movilización popular revolucionaria puso fin a las guarimbas, busca ahora continuar su plan de imponer una escalada de violencia fascista y acciones terroristas en el país, con el único objetivo de derrocar por la fuerza al gobierno bolivariano encabezado por el presidente Maduro, y aplastar al movimiento Revolucionario.

Recordemos las palabras del psicópata fascista Lorent Saleh, cuando expuso en un video interceptado por los cuerpos de inteligencia el estado, las intenciones del ala fascista de la burguesía venezolana de contratar a mercenarios expertos, militares y paramilitares de origen colombiano, como francotiradores para asesinar en la ciudad de Caracas a cuadros medios del movimiento popular, pero también, como lo explicó en su momento el Ministro Rodríguez Torres, para asesinar selectivamente a 20 dirigentes de la Revolución.

No queda duda entonces, que detrás de este macabro crimen, están las manos putrefactas y necrófagas de los sectores fascistas de la burguesía venezolana.

Las lecciones que debemos aprender del horrendo asesinato del compañero Serra

Como lo dijera alguna vez el gran revolucionario ruso León Trotsky, la lucha de clases es la “ley de leyes” en nuestra sociedad. Con ello, nos referimos a que la lucha de clases entre los oprimidos y los opresores, entre las masas trabajadoras y la burguesía, es una realidad inexorable de la cual no puede abstraerse el movimiento revolucionario, y ante la cual más bien, es necesario prepararse política y tácticamente, a fin de poder lograr una victoria decisiva de la revolución sobre las fuerzas de la reacción.

Esto quiere decir, que no hay un solo día en que la burguesía no se organiza y se prepara para mantener su dominio y su poder sobre el resto de la sociedad, y para defenderlo a costa de lo que sea y mediante los medios que sean necesarios, a fin de poder continuar gozando de sus riquezas y lujos opulentos, y continuar pisando a los pobres y oprimidos de nuestro país, como lo hicieron durante el último siglo.

Desde la llegada del comandante presidente Chávez al poder, no ha habido un solo día en que la burguesía toda, desde su ala más “democrática” hasta su ala más “fascista”, haya descansado en su afán de tratar de derrotar y aplastar a la revolución, ya sea por la vía violenta o la “democrática”, o por una combinación de ambas, que es como de hecho lo ha venido intentando durante los últimos años.

Es por lo tanto este horrendo crimen, una consecuencia más de toda la larga lista de actos violentos de corte fascista, que las y los revolucionarios y la sociedad en general, ha tenido que presenciar y sufrir durante los últimos 15 años. Mil y un intentos de golpe de estado, paros empresariales, guerra económica, paro petrolero, asesinatos de dirigentes campesinos, obreros y populares, guarimbas en 2004, guarimbas ahora en 2014, asquerosas campañas mediáticas y un largo etc.

Esa es precisamente la “ley de leyes” a la que Trotsky se refiere. Las revolucionarias y revolucionarios verdaderamente resteados con este proceso, no podemos pretender hacernos falsas ideas sobre una revolución “pacífica” que nada más se debate en las urnas electorales. Si bien la actitud del gobierno y el pueblo revolucionario ha sido pacífica de cara a la oligarquía y la derecha, estos sectores nunca han pretendido tal pacifismo, asesinando líderes obreros, campesinos y dirigentes políticos.

La burguesía y sus políticos juegan “a las elecciones” cuando les conviene, y cuando no, entonces empuñan las armas de la violencia para arremeter contra la revolución y contra nuestro pueblo trabajador, como lo hicieron anoche, de manera morbosa y cruel, contra el compañero Serra y su esposa, que ahora además dejan huérfano a su pequeño niño de 8 meses.

De manera que, si no nos preparamos para propinarle una derrota definitiva a la burguesía, entonces nuestra revolución tiene los días contados, y la única manera de vencer a la burguesía y a la derecha en la lucha de clases, es arrancándole de sus manos de una vez por todas, las grandes palancas de la economía nacional, que no son otras que los bancos, las industrias, los monopolios comerciales y los grandes latifundios aún en manos de terratenientes, al mismo tiempo que desmantelamos el viejo, podrido, corrupto y cuarto republicano aparato de estado burgués, reemplazándolo por un estado obrero comunal, construido sobre la base de las comunas, y de los consejos de trabajadores y trabajadoras.

¡¡¡Camarada Robert, los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos!!!

¡¡¡En honor a nuestros mártires, derrotemos de una vez por todas a la burguesía!!!

¡¡¡Expropiación de la burguesía y movilización de las milicias populares

para derrotar al paramilitarismo fascista!!!

¡¡¡Chávez vive, la lucha sigue!!!