¿Hasta cuándo debemos seguir como pueblo soportando el asedio permanente de la burguesía contra nuestra revolución? Ya llevamos 14 años de guerra económica intermitente, y dos años de guerra económica agudizada y permanente, y a esto se le suman las guarimbas del año pasado, los intentos velados de magnicidio contra el presidente Maduro, el propio magnicidio del presidente Chávez, contra quien el imperialismo inoculó un cáncer de rápido e implacable desarrollo, y ahora, como si fuera poco, una nueva campaña mediática de mentiras y calumnias, donde se intenta colocar a la Revolución Bolivariana ante la opinión pública mundial como un narcoestado.

 

El caso de Leamsy Salazar y el supuesto “clan de los tres soles”: Un nuevo ataque mediático contra la Revolución Bolivariana.

La revolución bolivariana se encuentra bajo un feroz e implacable ataque permanente. Los sectores más conscientes e inteligentes de la burguesía imperialista, y de su lacaya burguesía nacional en Venezuela, saben que el liderazgo del comandante Chávez era uno de los pilares que sostenían y daban extraordinaria solidez a la revolución bolivariana y asimismo, saben que ahora ante su ausenta física, la Revolución es, por lo menos en cierto sentido, más débil.

Por ello precisamente, es que desde que su estado de salud se agravó en Diciembre de 2012 y hasta el momento actual, han tratado de arreciar por todos los medios posibles, su lucha descarnada contra el pueblo trabajador y contra la revolución.

Es desde ésa fecha precisamente, cuando se agudiza la guerra económica en el país con saltos estrepitosos en los niveles especulación, acaparamiento, inflación y escasez, que se han continuado agravando hasta la entrada de 2015, seguido luego por las guarimbas fascistas que abarcaron prácticamente todo el primer semestre del año pasado.

Sin embargo, a pesar de los duros embates que ha recibido la revolución durante los dos últimos años, y a pesar del pesado ariete de la guerra económica, que está golpeando todos los días al pueblo trabajador de nuestro país, a pesar de todo ello, las masas han demostrado una vez más su extraordinaria fortaleza para defender y sostener a la revolución. Las guarimbas fueron finalmente derrotadas y el pueblo está aún resistiendo heroica y estoicamente ante la guerra económica, y ello, impulsa desesperadamente a la burguesía (sobre todo a su ala de extrema derecha), a continuar en la búsqueda de nuevos medios para lograr el tan anhelado fin: la caída de Maduro y el aplastamiento definitivo de la Revolución.

En ése preciso marco, es que debemos entender las y los revolucionarios, el sonado caso de “Leamsy Salazar” y el supuesto “clan de los tres soles”.

En la medida en que la burguesía no logró su objetivo con las guarimbas, y en la medida en que a pesar de la dureza de la guerra económica, la burguesía no ha logrado todavía generar una movilización popular contra el gobierno bolivariano, o una oleada de saqueos y de caos social en el país, la burguesía necesita de nuevos mecanismos de guerra política, social e ideológica contra la revolución, a fin de tratar de lograr su objetivo. He ahí la razón de fondo del escándalo mediático generado por el periódico ABC de España y planificado por el imperialismo yanqui.

Dentro de unos meses serán las elecciones parlamentarias, y la burguesía necesita obtener el mejor resultado (ganar la asamblea si le es posible), a fin de prepararse para convocar un referéndum revocatorio contra el compañero presidente Maduro en 2016.

Por lo tanto, ésta campaña mediática sobre el narcotráfico y el supuesto cartel de los soles, está dirigida a debilitar y desmoralizar a los sectores menos conscientes del movimiento revolucionario bolivariano. Al igual que la burguesía ha hecho con la guerra económica, mediante la cual busca desmoralizar, agotar y desmovilizar a los sectores menos politizados y menos sólidos ideológicamente de las masas que apoyan a la revolución, ahora, con este tipo de acciones de guerra mediática e ideológica, pretenden debilitar y desmoralizar aún más a los sectores más despolitizados e las masas.

 

Las estupideces e idioteces de la “denuncia” publicada por ABC

El 27 de Enero, el diario ABC, publicó en su portal web un artículo de Emili J. Blasco, titulado: “El jefe de seguridad número dos chavista deserta a EEUU y le acusa de narcotráfico.” http://www.abc.es/internacional/20150127/abci-venezuela-cabello-eeuu-201501262129.html

En dicho artículo el periodista señala que, palabras más, palabras menos, la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York, ha abierto una investigación sobre las denuncias de un tal Leamsy Salazar, antiguo miembro de Casa Militar, y, jefe de seguridad y asistente personal del comandante Chávez, quien hasta Diciembre, fue también parte del equipo responsable de la seguridad del camarada Cabello, al respecto del cual éste, señaló al último como líder del “Clan de los tres soles”, una supuesta red de narcotráfico internacional a gran escala, controlada, según ABC, por militares de alto rango de las FANB.

Una de las primeras cosas que pueden leerse en la bazofia, corrijo, en el artículo del periodista de ABC, es que el estado cubano es el protector y acompañante de la ruta de tráfico de drogas desde Venezuela hacia EEUU. ¿A quién carajo se le puede ocurrir decir que el estado cubano o su aparato militar protegen las rutas de narcotráfico de Venezuela a EEUU? Quizás sólo a unos idiotas como los de ABC y quizás también, de la DEA, porque, como parte del aparato de estado yanqui, han podido idearse una campaña mediática mejor.

Para cualquier trabajador honesto con dos dedos de frente, no contaminado por el anticomunismo dogmático que históricamente ha inoculado el imperialismo yanqui en millones de trabajadores y trabajadoras en el mundo, verdaderamente es una sandez vincular al estado Cubano con el narcotráfico.

Si la oposición escuálida ha sido históricamente embrutecida durante estos quince años por los medios de comunicación de la derecha como Globovisión, El Nacional y esa porquería que llaman La Patilla, y su capacidad de raciocinio ha sido reducida a la de una licuadora, luego de años y años de verdadero adoctrinamiento anticomunista y fascistoide (porque esto sí es adoctrinamiento del puro y duro) por parte de estos medios de comunicación, con el cuento éste, de Leamsy Salazar y el cartel de los soles, a muchos escuálidos, seguramente el cerebro se les ha terminado ya de freír.

Ahora, resulta que ya los cubanos no nos envían espías a través de los médicos que laboran en barrio adentro, ni tampoco nos envían microcámaras de espionaje dentro de los bombillos ahorradores (para ver qué y como cocina el asado la viejita escuálida los domingos, porque ello debe ser de suma importancia para la inteligencia cubana y para Fidel Castro), sino que ahora, como guinda de torta, resulta que Fidel y Raúl utilizan a las FAN cubanas para apoyar el narcotráfico desde Venezuela hacia EEUU. Con esto se llevaron el premio mayor. Todos unos genios estos chicos del ABC y la DEA, y en particular Leamsy Salazar.

En segundo lugar, decir que un supuesto cartel dirigido por militares de las FANB controla el monopolio, léase bien, el monopolio del tráfico de drogas, en un país que durante los últimos quince años, ha sido asediado e invadido de manera permanente por el paramilitarismo colombiano, del que a nivel internacional sí es sabido que maneja y controla enormes carteles de producción y distribución de droga en zonas enteras de Colombia, es otra gran idiotez.

Cualquiera que conozca un poco sobre la realidad de la lucha de clases en Colombia durante el siglo XX, sabe que el paramilitarismo ha sido un arma forjada por los sectores más extremos de la burguesía y los terratenientes colombianos, para aplastar a sangre y fuego al movimiento obrero y campesino, y poder así mantenerlo a raya, con el objetivo de evitar cualquier posibilidad de sublevación popular o de avance de las fuerzas de la izquierda en el país hermano.

Pues bien, el paramilitarismo, al que no le basta el financiamiento que recibe de burgueses y terratenientes, durante décadas ha buscado otros métodos de “financiamiento”, como es el caso del narcotráfico, el cobro de vacunas y el secuestro.

En Venezuela, fenómenos como el sicariato, el secuestro, el cobro de vacunas y el narcotráfico, se han agudizado durante la revolución bolivariana, producto precisamente, de la invasión paramilitar de la que todavía hoy somos objeto.

Sobre esa base, es podemos comprender correctamente, como la penetración paramilitar en Venezuela ha jugado un papel clave en el incremento de las cifras de narcotráfico en el país.

Por último, el periodista de ABC señala que, Leamsy Salazar “fue testigo de situaciones y conversaciones que incriminan al presidente de la Asamblea Nacional. En concreto, le vio dar órdenes directas para la partida de lanchas cargadas con toneladas de cocaína y ha aportado evidencias sobre lugares donde se almacenan montañas de dólares en efectivo procedentes de ese negocio ilícito”

Lo último lo dejamos sin comentarios. No queda más que decir que son tan sólo sandeces y sandeces las que conforman la base de “evidencias” (mentiras e idioteces) de esta “investigación” (campaña de difamaciones) que supuestamente está llevando a cabo la DEA, y que el diario de la burguesía española ABC, se está encargando de “difundir” a la opinión pública.

 

No se trata de un ataque contra Diosdado, sino contra la Revolución Bolivariana

Aunque es sabido que entre la vanguardia del movimiento revolucionario, el camarada Diosdado no es precisamente el más querido entre los sectores más radicalizados y politizados del movimiento popular revolucionario, ello no puede derivar en una posición sectaria y ultraizquierdista ante el actual ataque del imperialismo contra su persona y contra la revolución.

Cierto es, que el compañero Diosdado, es un camarada que en reiteradas oportunidades ha sostenido posiciones burocráticas y contrarias al movimiento obrero revolucionario, como cuando tildó a los obreros de SIDOR de guarimberos, y calificó sus protestas por la definitiva aprobación del contrato colectivo, una y otra vez aplazada por sectores burocráticos de las empresas básicas y del gobierno central, como “parte del golpe de estado que quiere dar la derecha”, para finalmente, apoyar las acciones de represión que efectuó la guardia nacional contra la movilización de los obreros sidoristas el año pasado, en la que incluso, se trató de manera mucho más severa a estos compañeros y compañeras, que lo que se trató en muchas oportunidades a diversos elementos y grupos fascistas durante la guarimbas.

De la misma forma, el compañero ha sostenido también en una serie de oportunidades, su oposición frontal a la existencia de corrientes dentro del propio seno del partido, lo cual, es un derecho democrático que debe imperar en toda organización obrera de masas, a fin de garantizar el libre debate de ideas que permita definir a la mayoría de la militancia, de manera democrática y no burocrática, los principios y el programa del partido.

Para que un partido de masas tenga una vida orgánica sana, es necesario el derecho a la libre existencia de corrientes en su seno, que expresen las diversas posiciones de la base del partido frente a las cuestiones programáticas e ideológicas.

Ante esta cuestión, así como ante la cuestión de la lucha sindical en Sidor, nos oponemos a las posiciones sostenidas por el compañero, y ello es y debe ser parte del libre debate democrático de ideas y de crítica que debe existir en el seno del partido y de la revolución.

Pero lo anterior, como ya hemos manifestado, no puede ofuscar nuestro pensamiento y menos aún, derivar en una posición sectaria ante la campaña que ha sido desatada contra el compañero y que en el fondo, está dirigida contra la revolución misma.

Por ejemplo, consideramos que la posición sostenida por el compañero Yuri Valecillo, en su artículo “Ustedes defiendan a Diosdado, yo defiendo a Numa Rojas” http://www.aporrea.org/ddhh/a201832.html, en el cual, el camarada Valecillo sostiene que el compañero Diosdado, como dirigente y “hombre de poder” de la revolución, “tiene quien lo defienda”, haciendo referencia a los cientos de mensajes de solidaridad que ha recibido por parte de la militancia revolucionaria, y por lo tanto, no solidarizándose en lo más mínimo con el camarada Diosdado ante los ataques del diario ABC, es una posición que raya en el ultraizquierdismo.

En líneas generales, coincidimos en las críticas que sostiene el compañero Valecillo en sus numerosos artículos, hacia la quinta columna reformista y burocrática que existe dentro de la revolución, y que actualmente es el mayor enemigo de la revolución y el mayor peligro que tiene ésta ante sí. Asimismo, estamos seguros de que coincidimos en la oposición a las posiciones comentadas más arriba, sostenidas por el camarada Diosdado en determinadas oportunidades, pero, como hemos dicho, ello no justifica una posición sectaria ante la campaña de mentiras desatada en su contra y que además tiene como objetivo principal, asestar un duro golpe moral a la revolución. Es necesario cerrar filas en defensa de la Revolución Bolivariana.

Lo recalcamos una vez más. No se trata de un ataque personal contra Diosdado, sino de una guerra permanente contra la revolución, y en esta oportunidad, la derecha y el imperialismo han utilizado la figura del camarada Diosdado para, a través de ella, atacar a la revolución, generar divisiones en la base militante y desmoralizar a sectores de las masas revolucionarias.

La naturaleza de estos nuevos ataques de la derecha y el imperialismo no puede ser más clara y por lo tanto, desde la Corriente Marxista del PSUV, sección venezolana de la Corriente Marxista Internacional, denunciamos este nuevo ataque de la burguesía apátrida de nuestro país y del imperialismo y rechazamos firmemente la vulgar y mal montada campaña de descrédito y mentiras que con fuerza se desea posicionar y proyectar a nivel nacional e internacional contra uno de los dirigentes principales de la revolución y contra la propia revolución.

Asimismo, apoyamos de manera irrestricta, todas las medidas legales que lleve adelante el camarada Diosdado contra el diario ABC, y esperamos que tales medidas sean llevadas hasta sus últimas consecuencias.

 

El prontuario de mentiras del diario ABC

Por último, en adición a lo expuesto arriba cabe también destacar, que la trayectoria del diario ABC así como del diario El País, contra la revolución, habla por sí sola.

Basta con recordar aquellas infelices notas de prensa y fotografías sobre el estado de salud del presidente Chávez, publicadas a pocos meses de su fallecimiento, que más que dar cuenta siquiera de una labor periodística o investigativa de muy bajo nivel ético, daban cuenta de cómo la burguesía imperialista utiliza abiertamente como un arma de guerra ideológica, a la prensa internacional contra una revolución.

Por aquellos días tanto el ABC, como El País, sacaban cuanta hedionda mentira podían sobre el estado de salud del comandante Chávez, con el claro y bien definido propósito de golpear la moral de las masas revolucionarias de Venezuela, así como la de los trabajadores del mundo que son solidarios con nuestra revolución, para generar en ellos un estado psicológico de derrota, como parte de la guerra nacional e internacional contra la revolución.

Tan putrefacto prontuario, es una prueba más que demuestra que, ahora esta campaña contra Diosdado, no es más que un nuevo ataque contra la revolución para desmoralizar a las masas.

 

¿Hasta cuándo nos seguirá jodiendo la derecha? O, ¿Cómo derrotar de una vez por todas a la burguesía?

¿Hasta cuándo debemos seguir como pueblo soportando el asedio permanente de la burguesía contra nuestra revolución? Ya llevamos 14 años de guerra económica intermitente, y dos años de guerra económica agudizada y permanente, y a esto se le suman las guarimbas del año pasado, los intentos velados de magnicidio contra el presidente Maduro, el propio magnicidio del presidente Chávez, contra quien el imperialismo inoculó un cáncer de rápido e implacable desarrollo, y ahora, como si fuera poco, una nueva campaña mediática de mentiras y calumnias, donde se intenta colocar a la Revolución Bolivariana ante la opinión pública mundial como un narcoestado.

No puede quedar duda entonces, que tal y como hemos explicado, la Revolución se encuentra bajo fuego enemigo sin descanso.

La burguesía venezolana no descansará hasta ver derrotada para siempre a la revolución, y por lo tanto, no cesará en sus acciones golpistas y fascistas, sean del tipo que sean (ora guerra económica, ora guarimba, ora campañas mediáticas, etc.), hasta cumplir con su objetivo.

Ello, debe hacernos entender de una vez por todas, que cualquier tentativa de diálogo, conciliación, negociación o peor aún, de cooperación con la burguesía, es un grave error, y uno que además, según nos enseña la trágica historia de las revoluciones en el siglo XX, se paga muy caro.

Esa, es la primera lección fundamental que debe aprender todo revolucionario de la lucha de clases.

No puede buscarse acercamiento alguno con aquellos que lo que desean es acabar con nosotros. Es absurdo tratar de conciliar con aquellos que lo que desean es nuestra destrucción. Una política de ése tipo conduce a una revolución a la peor derrota.

Lo hemos dicho en muchas oportunidades en nuestras declaraciones y artículos y lo volvemos a decir ahora: Vivimos en una lucha de clases, y la lucha de clases no es otra cosa que la lucha entre opresores y oprimidos, entre los dueños de los medios de producción y aquellos que sólo son dueños de su trabajo, por la apropiación del producto excedente del trabajo social, es decir, de la plusvalía. Eso es la lucha de clases, la lucha entre las clases opuestas por la apropiación de la plusvalía. Los revolucionarios debemos comprender esto para entender correctamente el desarrollo histórico de nuestra revolución.

Partiendo de esta premisa, es que podemos comprender por qué la burguesía odia a muerte a la revolución: La Revolución Bolivariana significó trastocar los privilegios y el usufructo tradicional del excedente del trabajo social, que durante décadas venía llevando a cabo la burguesía, de ahí se deduce el odio visceral de ésta hacia el comandante Chávez, y este odio de clase de la burguesía hacia la revolución no se disipará jamás, por el contrario, constituirá un poderoso estímulo para que ésta como clase, haga todo lo que está en su poder con el fin de aplastar la revolución.

Es por eso, que en vez de buscar dialogar o conciliar con la burguesía, debemos luchar con toda nuestra fuerza para completar la revolución y derrotarla definitivamente.

El poder político que ésta aún tiene y que utiliza todos los días contra la revolución, se basa en el poder económico que posee, que a su vez está sustentado en la propiedad de los grandes medios de producción. He allí el meollo del asunto.

La burguesía puede sabotear todos los días la producción y distribución de alimentos y de los demás bienes de primera necesidad, porque aún es dueña de los grandes medios de producción en el país.

La burguesía puede financiar la guarimba y pagar sicarios y matones para que incendien las calles del país, asedien a la revolución y asesinen a estudiantes y trabajadores de los que luego dirá que fueron asesinados por nuestro gobierno bolivariano, porque todavía es dueña de los grandes bancos y de las principales empresas del país.

La burguesía puede pagar astronómicas sumas de dinero para sobornar y utilizar a elementos cercanos a nuestros dirigentes, como fue el caso del escolta del camarada Robert Serra, o como es ahora el caso de Leamsy Salazar, porque, como hemos dicho, controla los medios de producción y el capital, es decir, controla la riqueza que se produce en el país.

Por lo tanto, la expropiación de los grandes bancos, de las tierras todavía en manos de terratenientes y de los grandes monopolios industriales, es una tarea urgente y necesaria, no sólo para la construcción del socialismo, sino para desarmar a la burguesía en el marco de la aguda lucha de clases que vivimos y por lo tanto, para poder derrotarla definitivamente.

A los marxistas se nos acusa en algunas ocasiones de ser supuestamente dogmáticos por plantear de manera reiterada la cuestión de la expropiación de la burguesía como una cuestión trascendental, esencial e imprescindible para la revolución. Pero nuestro planteamiento es en lo absoluto dogmático. Se trata de una cuestión táctica y estratégica absolutamente racional, basada en el análisis dialéctico de la lucha de clases.

No hay salidas intermedias. O le quitamos a la burguesía de las manos las palancas económicas del país, que utilizan para llevar a cabo la guerra económica y financiar los intentos de golpe de estado y todas las acciones contra la revolución y el gobierno bolivariano, o finalmente, a través de tales mecanismos, la burguesía logrará derrotarnos. Se trata de una cuestión de vida o muerte, y no hay “tercera vía” posible.

La militancia revolucionaria necesita aprender y comprender cuanto antes estas lecciones de la lucha de clases, pero sobre todo, necesitan aprenderlas nuestros dirigentes, porque, a pesar de en cada oportunidad la burguesía nos ha golpeado sin misericordia, lamentablemente nuestro gobierno ha continuado poniendo la otra mejilla.

Hoy ha sido un sucio ataque contra la revolución usando al compañero Diosdado como excusa. Ayer, le quitaron la vida al camarada Robert Serra, y antes de Robert, a numerosos dirigentes populares, sindicales y alrededor de 200 dirigentes campesinos que han dado su vida por esta revolución, incluyendo a nuestro querido cacique Sabino, a lo cual, se le suma la feroz y continua guerra económica.

Hoy se trató de una asquerosa campaña mediática. Ayer, del asesinato de un joven dirigente revolucionario. ¿Con qué nos saldrá la derecha mañana? ¿Esperaremos de manera inofensiva a recibir el siguiente golpe o pasaremos definitivamente a la ofensiva revolucionaria y radicalizaremos de una vez por todas la revolución?

Aprendamos de una vez por todas las lecciones de la historia, y no repitamos los errores del pasado, recordemos el Chile de Allende. Es necesario pasar a la ofensiva revolucionaria, el futuro de nuestra amada revolución depende de ellos. O vencer o morir. Y nosotros debemos vencer.