El acontecimiento que recientemente estremeció los cimientos de la burocracia bolivariana (el triunfo de la contrarrevolución en las elecciones parlamentarias) obliga a los marxistas a precisar las tareas urgentes de organización de los trabajadores y de las trabajadoras sobre la base de un programa revolucionario marxista.
Las masas con el voto a favor de la contrarrevolución posiblemente han dado inicio a una revolución política que debe derrotar el agotado reformismo. Igualmente puede brindar la oportunidad de derrocar la burguesía y desmantelar el Estado burgués.
Las demandas, que empiezan a surgir de parte de las organizaciones de la burguesía, en cuanto a derogar leyes progresistas que protegen el pueblo venezolano, han obligado a organizaciones de bases a movilizarse con el fin de cerrar filas en defensa de las conquistas sociales y económicas. El 08 de diciembre, estas organizaciones se concentraron en la Plaza Bolívar de Caracas con el objetivo de analizar las causas de la derrota del 6D, en ella estuvo presente el vice-presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
La lucha de clases y la revolución en Venezuela han dado un viraje táctico
Concretamente, esto significa que hemos entrado en una fase más revolucionaria de la historia de la revolución bolivariana, en la que hay que apreciar todos los acontecimientos desde el punto de vista de la revolución y la contrarrevolución nacional e internacional.
El viraje táctico consiste en el rechazo contundente del pueblo a la visión reformista con todos sus males: burocracia, corrupción, conciliación de clases, sustentación de la burguesía.
Esto demuestra que existe una crisis ideológica que es consecuencia de la crisis de la dirección del proletariado, y que mientras éste, el proletariado, no la resuelva, iremos de crisis en crisis. Esto no significa que nuestra lucha, que es la lucha de los oprimidos y de los explotados, no pueda obtener éxitos y nuevas posiciones para la revolución. Pero éstas mantendrán siempre un carácter precario puesto que, al profundizar la crisis del imperialismo, van a reforzar la voluntad contrarrevolucionaria de la burguesía mundial de acabar con los procesos revolucionarios.
La crisis de dirección del proletariado mundial no es un fenómeno subjetivo, abstracto, fenomenológico, provocado por el bajo nivel de conciencia del proletariado, sino objetivo, concreto, dada la existencia real de aparatos burocráticos que son las direcciones reconocidas del movimiento obrero y de masas.
La principal tarea para superar la crisis de dirección del proletariado pasa por la construcción de partidos marxistas con influencia de masas en todos los países del mundo, y del partido mundial de la revolución socialista. Estos sólo podrán construirse si se lleva hasta el fin, en el seno del movimiento de masas, una lucha implacable contra todas las direcciones burocráticas y reformistas. Esto es independiente del hecho de que estas direcciones puedan verse obligadas a dirigir coyunturalmente ciertas luchas progresivas o revolucionarias bajo la presión del movimiento de masas. En una conjunción excepcional de circunstancias, estas luchas pueden llevarlas incluso a romper con la burguesía e instaurar un gobierno obrero y campesino, como lo consideró el Programa de Transición.
La revolución continúa en Venezuela y en el mundo. Burgueses no pasarán
En Venezuela, con el triunfo de la contrarrevolución el 6D, se abre una brecha que se traduce en la agudización de la lucha de clases, sobre todo, con la intención bien clara de la contrarrevolución de barrer la revolución bolivariana. La fase o expresión superior de la lucha de clases es la revolución socialista. Esto nos lleva a decir que la revolución es permanente con sus flujos y sus reflujos. La revolución continúa.
Pero, desde el punto de vista histórico y del desarrollo permanente de la revolución socialista, Trotsky tenía plena razón: “si después de la revolución de febrero, no sobreviene la de octubre, es decir la conquista del poder por un partido marxista revolucionario, que exprese y se apoye en la organización revolucionaria del movimiento de masas, no existen posibilidades de que la revolución adquiera un carácter permanente”.
La burguesía no pasará. Las organizaciones de base establecidas a lo largo del país estamos conscientes que la contrarrevolución viene con todo. En este momento es una necesidad Unidad Cívico Militar para defender los intereses del pueblo venezolano, de Latino América y del Caribe. Estamos conscientes que la salida no es la conciliación de clases, sino la Revolución Socialista que significa la expropiación de los grandes medios de producción y la nacionalización de la banca privada.
¡Unidad Cívico Militar a defender el pueblo de los ataques de la contrarrevolución!
¡Organización de la clase trabajadora sobre la base de un programa marxista!
¡Burgueses no pasaran!
¡Defensa del pueblo en la calle!
¡REVOLUCIÓN SOCIALISTA!