El pasado 14 de Enero se llevó a cabo en la sede del INTI una asamblea con la participación del Sindicato Bolivariano de Trabajadores del INTI, los delegados y delegadas de prevención y el Consejo Socialista de Trabajadores y Trabajadoras de dicha institución. La reunión, tuvo como objeto el análisis, discusión y revisión de las propuestas que en materia de desarrollo agropecuario realizara días antes el ahora ministro de agricultura, Wilmar Castro Soteldo.

Cada una de las propuestas fue evaluada colectivamente, a la vez que se realizaron propuestas concretas sobre los criterios que deben ser tomados en cuenta para la puesta en práctica de dichas políticas.

Entre varias propuestas discutidas, la primera con la que los trabajadores y trabajadoras de la institución entraron en contradicción, fue la del cambio de sede física del INTI, de la ciudad de Caracas, donde se encuentra actualmente, hacia la ciudad de San Carlos, en el estado Cojedes.

Esta propuesta es legalmente inviable en la medida en que la Ley de Tierras, actualmente vigente, establece claramente a la ciudad capital como sede administrativa de la institución.

Un cambio de sede física de la oficina principal de la misma, sólo podría efectuarse a través de una reforma o de una derogatoria de la ley, y ello sólo puede ser llevado a cabo por la Asamblea Nacional, que en la actualidad está en manos de la contrarrevolución burguesa. ¿Tiene por lo tanto algún sentido plantear políticas que impliquen la reforma de una ley que, además de ser una de las conquistas históricas bandera de la Revolución Bolivariana, hoy debe ser defendida hasta las últimas consecuencias de las ya conocidas pretensiones de la asamblea burguesa de derogarla? Los compañeros y compañeras del SINBOTRAINTI y de las demás organizaciones obreras de la institución, consideran firmemente que no tiene ningún sentido plantear hoy políticas que impliquen una reforma de la Ley de Tierras.

Por otro lado, en la sede central del INTI hay entre 900 y 1000 trabajadores. Actualmente hay mucha incertidumbre en la base trabajadora sobre la propuesta de cambio de sede, sobre todo en lo que respecta a la cuestión de la estabilidad laboral, pero también en lo que respecta a las posibles repercusiones de orden social y familiar, que un cambio de sede generaría inevitablemente.

Los trabajadores y trabajadoras que ya llevan varios años laborando en la institución, al igual que sucede con cualquier trabajador o trabajadora de cualquier centro de trabajo público o privado, han desarrollado ya toda una dinámica de vida familiar y social en torno a su trabajo. Tienen hijos que estudian en la ciudad de caracas o en su área metropolitana, tienen su residencia ubicada también en ése ámbito geográfico, y por lo tanto, todo ello obliga a una profunda revisión de la propuesta de traslado de la sede central de la institución hacia la ciudad de San Carlos.

Por ello, los compañeros del SINBOTRAINTI han demandado a las autoridades de la institución, se aclare la cuestión de la estabilidad laboral y de la vivienda de los trabajadores y trabajadoras, en caso de que pudiera concretarse dicha propuesta, a fin de poder hallar una salida revolucionaria a las contradicciones que están planteadas actualmente.

Por otro lado, sobre la base del conocimiento y la experiencia agraria que han adquirido durante varios años de labor en la institución, los camaradas del SINBOTRAINTI consideran firmemente que los nudos críticos, los problemas, los conflictos y las limitaciones burocráticas no tienen como solución el traspaso de la sede física de la institución. Si ése es el planteamiento, los camaradas del SINBOTRAINTI consideran que, precisamente, ello sólo significaría trasladar los mismos problemas y trabas burocráticas de un lugar geográfico a otro, y no resolver los problemas realmente.

Por el contrario, los compañeros consideran que es necesario llevar a cabo una revisión profunda de dichas trabas burocráticas y problemas administrativos, pero con la participación activa y protagónica de clase trabajadora y los campesinos como sujetos fundamentales, a fin de poder llevar adelante el desarrollo de las fuerzas productivas del país en el ámbito agropecuario, y resolver de forma definitiva el flagelo burocrático que afecta negativamente y limita la producción agrícola nacional.

Más aún, las y los camaradas del SINBOTRAINTI consideran que sólo a través de la democratización del poder para la toma de decisiones entre la clase trabajadora y el campesinado, sólo a través del control

obrero y campesino sobre la gestión del INTI, es que pueden resolverse los conflictos y contradicciones que existen actualmente, y no trasladando la sede administrativa de un lugar a otro, como ya hemos explicado.

Concretamente, si se expande la capacidad para la toma de decisiones al directorio que está en Caracas, y además se conforman los 24 directorios regionales del INTI, que están contemplados en la Ley de Tierras, eso sí, con la participación activa de la clase obrera y de los campesinos y campesinas, puede entonces fluir el proceso de toma de decisiones de manera muchísimo más eficiente, a la vez que se da respuesta a los problemas concretos de la producción en cada estado, resolviendo de esa forma la cuestión planteada por el ministro Castro Soteldo, de la necesidad de evitar que las y los campesinos deban trasladarse a Caracas para efectuar solicitudes o trámites.

En ése sentido, los compañeros y compañeras del SINBOTRAINTI, como movimiento laboral revolucionario naciente, vienen llevando a cabo un profundo debate con las distintas organizaciones de base de los trabajadores y trabajadoras, a partir de la Constitución Bolivariana, de la propia Ley de Tierras y de otros instrumentos legales de la revolución, a fin de plantear desde la clase obrera soluciones a las trabas burocráticas y problemas administrativos que vienen presentándose en la gestión pública de la producción agrícola.