El pasado 22 de septiembre del 2015, a 7 años de la ocupación de las instalaciones, salió en gaceta oficial la expropiación de la fábrica de franelas Gotcha ubicada en el sector La Morita, en Maracay – Edo. Aragua. Luego de una lucha resistencia contra las humillaciones del patrono y la ineficiencia del estado, por más de 7 años. Gracias tambien por la solidaridad de la clase trabajadora y dirigentes políticos como la diputada María León, quien entonces ejercía como Ministra de la Mujer.
La ocupación de esta fábrica se inició cuando las trabajadoras intentaron formalizar un sindicato, basándose en las herramientas que les proporcionan las leyes, para defenderse de las incontables irregularidades laborales a las que les sometía el empleador. Sin embargo esto bastó para que el patrono despidiera a todas las trabajadoras involucradas.
A través de esta lucha las trabajadoras de Gotcha descubrieron todas las irregularidades sobre las que se basaba el dueño de la empresa para enriquecerse vilmente sobre la explotación de decenas de mujeres, madres de familia. Es el caso de las más de 20 empresas que tenía el patrono, en las cuales rotaba anual o semestralmente a las trabajadoras, con un procedimiento de “despido y contratación” sin cancelarle nada a las costureras, y peor aún sin informárselo. Mientras ellas creían que trabajaban para una única empresa, el patrono las removía de una empresa a otra, para evitar que las trabajadoras acumularan prestaciones sociales, e incluso para evadir impuestos frente al estado.
Luego de que la Inspectoría del Trabajo declarara el reenganche de las trabajadoras que organizaban el sindicato y fueron despedidas, el patrono procedió al cierre de la empresa, dejando en la calle a más de 100 trabajadoras, sin reconocer sus pasivos laborales.
Es por esto que las trabajadoras tomaron las instalaciones de la fábrica el 22 de septiembre del 2008 en protesta hasta que se respondieran tan sólo por sus derechos laborales contemplados en las leyes vigentes. Sin embargo, la lucha se hizo eterna, mientras los funcionarios del estado eran comprados por los esbirros del patrono y saboteaban el proceso de reclamo frente al Ministerio del Trabajo y sus instituciones.
Esta es la razón por la cual las trabajadoras deciden reactivar la empresa por cuenta propio, y bajo Control Obrero. Es decir bajo la administración democrática de la empresa, sin patrono y sin privilegios. En palabras de Wendy Rondón trabajadora de Gotcha:
“Entonces llega el momento que uno como trabajador, como ser humano sabe que llego a un limite y tienes que decidir. ¿Cuál es nuestra única opción? Se agoto, se agoto, ¿por que la gente esta acostumbrada a una figura patronal? ¿Te sientes seguro bajo una figura patronal?, ¿No te crees capas de tú como trabajadora?, que eres quien mantiene la empresa, mantienes al país, ¡porque los trabajadores son los que mantienen al país¡ eres capas de llevar una empresa bajo control obrero que si es factible. No es fácil, no es fácil, pero es mucho más fácil si esta saliendo de ti que si dependes de otras personas, lo que quiera la figura patronal, que nunca quiere el beneficio para los trabajadores, su bien estar, su tranquilidad, no porque el vive de tus necesidades, yo necesito que tu necesites para que entonces tengas que venir para yo darte y esa es una lucha continua. ¿Qué estamos haciendo? Hoy nosotros vamos más halla de unas reivindicaciones, nuestra conciencia va más halla, hemos crecido demasiado como para volver a caer…, llega el momento en que tu dices, vamos a asumir, vamos a llevar a esta empresa a lo que fue una vez, pero que garantice el bienestar a sus trabajadores, sirva a la comunidad y sea una empresa socialista”
La fábrica ha sido expropiada y puesta en manos de las trabajadoras, lo cual aunque representa un pequeño paso adelante para el movimiento obrero, pero un paso gigante para las trabajadoras que han llevado a cabo una guerra de resistencia contra el sistema capitalista, en todos los frentes posibles, frente a las humillaciones de la burguesía, el estado burgués, la corrupción, el tráfico de influencias, y la desidia de los funcionarios del estado.
La situación actual
Luego de la expropiación no nos espera un paraíso, sino una nueva lucha. La dirección de la empresa es un proceso vivo lleno de contradicciones que son latentes en el día a día de la fábrica. El Control Obrero que se ha mantenido por más de 7 años de forma heróica, no ha sido una garantía para acabar con la explotación capitalista sobre las costureras. Ya que al estar imposibilitadas de competir contra los grandes capitalistas, debido a que sus costos de producción y la falta de apoyo del estado, les impiden tener una producción propia a precios competitivos en el mercado. Es por esto que desde la ocupación se han mantenido funcionando como una tercerizadora. Algunos pequeños empresarios les llevan las piezas cortadas (franelas principalmente) y ellas se encargan de la costura, cobrando una comisión por esto.
Esto ha llevado a un proceso de autoexplotación, donde las trabajadoras se exigen a sí mismas igual o incluso más de lo que les pediría un patrono, en la medida en que toda la ganancia de la empresa es retribuida a las mismas costureras en partes iguales, cuanto más puedan producir entre todas, más podrán ganar, y siguen estando sometidas a un proceso de trabajo explotador y alienante. Frente a estás limitaciones, las trabajadoras de Gotcha deben luchar para lograr acabar todas las formas de explotación, incluso las autoimpuestas, y lograr un régimen de trabajo liberador, además integrándose y colaborando con las comunidades vecinas, de caras a la construcción de una empresa con fines socialistas. Las tareas por delante aún son cuesta arriba.
¿Ahora que?
El próximo sábado 7 de mayo se estará realizando la elección de comités de trabajo, para formalizar las tareas colectivas de la empresa, y para garantizar que la administración de la empresa siga funcionando de forma verdaderamente democrática.
Entre las tareas que tienen por delante las trabajadoras de la empresa están, las de cambiar realmente las relaciones de producción, para que ellas puedan producir por y para sí mismas, sin la dependencia de empresarios capitalistas, en forma de tercerización, sino a través de la venta directa de su propia producción.
También se estará creando una Comité de Prevención Laboral para establecer condiciones de salud e higiene en los puestos de trabajo que permitan laborar en mejores condiciones que las heredadas del periodo en que la empresa se manejaba a cargo del patrono. Es decir, es necesario el establecimiento de un horario de trabajo correcto y acorde a la LOTT, donde además se reduzca la jornada laboral hasta al menos 6 horas diarias, y se realicen actividades de recreación para las trabajadoras y sus familias, para que todo esto les permita ver a las instalaciones de la empresa, no como un centro de autoexplotación, sino como un lugar ameno de integración con el resto de las trabajadoras, pero también con las comunidades vecinas.
Del mismo modo se encuentran en discusión para la creación de fondos, para el beneficio de las mismas trabajadoras como Caja de Ahorros e incluso un Fondo de Salud Autoadministrado, que funcione en calidad de póliza de seguros. Pero además también se establecerán de recursos para el mejoramiento de las instalaciones, especialmente los puestos de trabajo. Los cuales desde que la empresa existe no cuenta con las mínimas regulaciones contempladas en las normas para la salud laboral, como es el caso de la ausencia de ergonómicas, entre otras.
La nueva lucha de las trabajadoras es para la implantación de un régimen de trabajo que permita dignificar la vida de las costureras, bajo un trabajo liberador.