Presentamos este trabajo de Tom Trottier, de la Liga Internacional de Trabajadores de EEUU, donde examina la historia y el contexto del movimiento de personas Lesbianas, Gays, transgénero y Bisexuales (LGTB). Aquí se explica el vínculo de su lucha con el capitalismo y la sociedad de clases. También mira su historia en los Estados Unidos, los avances hechos durante la Revolución Rusa (y los efectos de la contrarrevolución estalinista) así como la historia moderna del movimiento.
Desde la rebelión de Stonewall en la ciudad de New York en 1969, se han producido grandes avances en el logro por la igualdad de derechos para lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero. Sin embargo, aún hoy en día, todos los que conforman la comunidad LGBT siguen enfrentándose a la discriminación, y a veces a la violencia. A medida que el capitalismo se hunde a escala mundial, las clases dominantes de cada país tenderán a buscar un chivo expiatorio para distraer a la gente de la lucha por cambiar este sistema decadente, y reemplazarlo con el socialismo y la democracia de los trabajadores. La clase dominante continuará con su estrategia de “divide y vencerás”, una herramienta para dividir la unidad de la clase obrera. En esto está incluido el uso de la homofobia y el intento de dividir a la gente sobre la base de la sexualidad.
¿Cómo puede la comunidad LGTB defender los logros del movimiento y seguir avanzando hacia la verdadera libertad e igualdad? ¿Por qué necesita este movimiento unir su lucha con la lucha por el socialismo? Este documento es un intento de abordar algunas de estas cuestiones y de aprender de las lecciones del pasado, de manera que el futuro pueda ser cambiado para mejor.
Roles de género y sexualidad en el comunismo primitivo
El movimiento LGTB es un desarrollo moderno, pero tiene sus raíces en los movimientos pasados. Sin embargo, primero es necesario conocer que la homosexualidad entre los humanos ha sido integrada en las sociedades del pasado, de diversas maneras. “El comunismo primitivo” hace referencia a la forma de sociedad en la que vivieron los humanos la mayor parte de nuestra existencia, por decenas de miles de años antes del surgimiento de la sociedad de clases. Fueron estas sociedades en las cuales la gente vivía y se organizaba colectivamente para satisfacer la comida, la vestimenta, el cobijo y otras necesidades de la comunidad. A manera de ejemplo, los nativos americanos no tenían concepción de la propiedad privada ni de la propiedad de la tierra antes de la colonización europea de América.
La derecha afirma que la homosexualidad es “antinatural”. Si por esto se entiende que no se encuentra en la naturaleza, es claramente falso. La actividad homosexual se puede observar en muchos animales. Sin embargo, dado que el comportamiento humano, romántico y sexual, es tan diferente del comportamiento de los animales, no sería productivo ilustrar una comparación tan similar.
La sexualidad humana es un fenómeno complejo y multifacético, En ella hay componentes genéticos, biológicos y psicológicos, y todo esto interactúa dinámicamente dentro de un contexto o una sociedad en particular. La sexualidad y el comportamiento humano se desarrollan a partir de esto y de su interacción con las restricciones de la sociedad, o con la ausencia de estas restricciones. Cabe señalar que la diversidad y las diferencias surgen en esta esfera, como sucede con cualquier otro aspecto de la vida humana.
La sociedad puede tratar de establecer ciertos límites, y lo ha hecho con la creación de roles de géneros para dos sexos: masculino y femenino. La vida, aún así, arroja una curva a dichas normas, por ejemplo, con los nacimientos de niños inter-sexuados (anteriormente conocidos como hermafroditas, estamos hablando de personas que nacen con genitales masculinos y femeninos, o por lo menos con “genitales ambiguos”). Se estima que esto ocurre en al menos 1/10 del 1 % de todos los nacimientos.
Se debe entender que muchos aspectos de los roles de género y de las identidades sexuales son creados por la sociedad. Varias sociedades, a través del tiempo, han definido los roles de género y las identidades sexuales de diferentes maneras. Cuando dos sociedades diferentes entraron en contacto, esta interacción, en muchos casos, condujo a cambios dramáticos, en la medida en que una sociedad que intenta dominar a la otra, consecuentemente, le introdujo cambios.
Por ejemplo, Engels explica en su libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, que las primeras sociedades humanas evolucionaron dentro de una etapa del comunismo primitivo, donde predominó el matrimonio por grupos y el linaje estaba trazado a través de la madre (linaje materno). Engels menciona, además, los efectos sobre el matrimonio grupal por parte de los misioneros españoles, quienes condenaron esta práctica. Esto tuvo un efecto decisivo en el pueblo colonizado.
Sin embargo, Engels nunca mencionó y no podía ser consciente del hecho de que el comportamiento homosexual y los diferentes roles de género fuesen aceptados en muchas de estas sociedades. Algunos nativos americanos también tenían el berdache, una persona que nacía varón, pero que jugaba un papel que podría considerarse diferente de los roles generales, femeninos y masculinos, que prevalecían en las sociedades comunistas primitivas americanas.
Conocemos acerca del comportamiento homosexual en las sociedades comunistas primitivas en América debido a los escritos de los misioneros y exploradores españoles y franceses. Estos castos y célibes clérigos encontraron esto repugnante y pecaminoso. La homosexualidad fue brutalmente reprimida por los españoles, que habían venido a América por tres cosas: Dinero, Gloria y Dios. En muchos casos, los colonizadores españoles tenían perros que desgarraban físicamente a quienes participaban del comportamiento homosexual. Muy pronto, cualquier comportamiento homosexual, que continuó existiendo, no se divulgaba y tenía que ser escondido de la vista.
Engels explica cómo la sociedad desarrollada pasó del matrimonio por grupos a la monogamia, al desarrollo de la propiedad privada de los medios de producción, y cómo los niños comenzaron a trazar su linaje a través del padre en lugar de la madre, pues esto permitía que el hombre dejara en herencia las propiedades a sus hijos. Cada vez más, la sociedad se dividió en la familia individual: una mujer y un hombre y sus hijos. Había sanciones estrictas si la mujer violaba la “santidad del matrimonio”, debido a que el hombre quería asegurar que su propiedad se transmitiera a sus hijos, pero por supuesto, se le permitió muchas distracciones alternativas.
Se necesitarían muchos volúmenes para explicar completamente cómo la homosexualidad fue reprimida durante siglos. Este documento no puede hacerlo, pero podemos tener una apreciación de cómo el capitalismo estadounidense integró y reguló la sexualidad.
Capitalismo: la superestructura
Como marxistas, entendemos que la base fundamental para el análisis de la sociedad es observar cómo las personas se organizan ellas mismas para proveer comida, ropa y cobijo, reproducirse y criar una nueva generación. Esta es la base económica, la infraestructura. Sin embargo, hay otras instituciones que regulan y mantienen la sociedad, y los marxistas llamamos a esto “la superestructura”. La superestructura, en última instancia, debe ajustarse a la base económica de la sociedad; sin embargo, la base económica de la sociedad puede contener una amplia variedad de instituciones superestructurales que puede cambiar a lo largo del tiempo.
Engels explica en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado:
“De acuerdo con la concepción materialista, el factor determinante de la historia es, en última instancia, la producción y reproducción de la vida inmediata. Pero esto en sí mismo es de un doble carácter. Por un lado, la producción de los medios de subsistencia, de comida, ropa y cobijo, y las herramientas necesarias para ello; por el otro, la producción de los mismos seres humanos, la propagación de la especie. Las instituciones sociales bajo las cuales viven los hombres de una época histórica definida y de un país definido son condicionadas por ambos tipos de producción: primero por el grado de desarrollo de la mano de obra, y segundo por el desarrollo de la familia. Cuanto menos éste desarrollado del trabajo, y cuanto más limitado sea su volumen de producción y, por lo tanto, la riqueza de la sociedad, más preponderantemente hace que el orden social parezca estar dominado por lazos de parentesco. Sin embargo, dentro de esta estructura de la sociedad basada en lazos de parentesco, la productividad del trabajo se desarrolla más y más; y con esto, la propiedad privada y el cambio, las diferencias de fortuna, la posibilidad de utilizar la fuerza de trabajo de los demás, y por lo tanto la base de los antagonismos de clase: nuevos elementos sociales, que se esfuerzan en el curso de las generaciones para adaptar la vieja estructura de la sociedad a las nuevas condiciones, hasta que finalmente, la incompatibilidad entre los dos lleve a una revolución completa. La vieja sociedad, construida en grupos basados en lazos de parentesco, estalla en pedazos en la colisión de las clases sociales recientemente desarrolladas; en su lugar una nueva sociedad aparece, constituida en un Estado, cuyas unidades inferiores ya no son los grupos basados en lazos de parentesco sino en grupos territoriales, una sociedad en la cual el sistema familiar está completamente dominado por el sistema de propiedad, y en el cual los antagonismos de clases y las luchas de clase conforman el contenido de toda la historia escrita hasta el momento, ahora desarrollada libremente”. (Prefacio de la primera edición, 1884).
El capitalismo, como otras sociedades de clase, ha desarrollado instituciones sociales las cuales, como Engels explicaba, son condicionadas por la infraestructura económica. Como mencionamos arriba, los marxistas llamamos a esto la superestructura. La familia individual en sí misma sería considerada parte de la superestructura; a pesar de que precede al capitalismo, era un componente de éste desde el inicio. Sirve para permitir que la función de la sociedad sea reproducir la próxima generación permitiendo que la propiedad privada sea transmitida a la futura generación. El Estado es otro ejemplo. Al igual que todas las sociedades de clase, el capitalismo necesita un ejército, policía, tribunales y prisiones para proteger su propiedad de naciones extranjeras y de la mayoría de la población de su propio país que posee poco o nada. Sin un Estado, ¿por qué la mayoría tendría que soportar la opresión y la explotación? La clase dominante necesita estas instituciones para mantener sus riquezas y privilegios.
Las instituciones religiosas, las cuales juegan un papel en el mantenimiento de la conformidad ideológica, proveen de algún apoyo social y económico a las personas devastadas por el capitalismo (caridad). Pero en el fondo, defienden el status quo socio-político, y han reforzado la dominación masculina sobre la mujer y todo un código moral que limita la sexualidad del núcleo familiar al binomio hombre-mujer.
A pesar de que estas instituciones deben tener puntos de vista que reflejen las necesidades del sistema económico fundamental, esto no significa que el sistema no pueda existir sin estas instituciones superestructurales particulares. Por lo tanto, en el capitalismo de hoy en día, las viejas religiones institucionales (catolicismo, protestantismo convencional), han perdido mucha influencia en la sociedad. Sin embargo, en el nacimiento del capitalismo estadounidense, la religión jugó un papel importante y tuvo mucha influencia en el Estado.
Estados Unidos en sus inicios
La represión de la homosexualidad comenzó en EEUU tan pronto como los europeos desembarcaron. Como se explicó anteriormente, los indígenas sintieron la ira de los europeos desde el principio. Muchas de las colonias americanas adoptaron leyes contra la «sodomía». Se estima que al menos siete hombres fueron ejecutados específicamente por sodomía entre 1607 y 1740. Muchos otros fueron a parar a la cárcel o se les aplicaron otras penas, algunos fueron ejecutados y/o torturados por linchamiento de una turba enfurecida.
Incluso durante la guerra revolucionaria de 1775-17783, hubo soldados del ejército revolucionario que fueron juzgados por cargos de sodomía. La represión contra los homosexuales en el ejército, literalmente, se remonta a George Washington. ¡Incluso después de la revolución americana, había leyes contra la sodomía en los diversos estados, que no han sido eliminadas a nivel nacional hasta el año 2003! La continua persecución de los homosexuales hace que sea menos probable que la gente se esfuerce por reconocer este problema. Dada esta opresión, la vida de las lesbianas y de los homosexuales se hizo clandestina.
Es interesante observar que los estalinistas y maoístas, muchos de los cuales afirman que la homosexualidad es un subproducto de la decadencia del capitalismo y de la decadencia de su sociedad, no parecen tener una explicación de por qué el capitalismo estadounidense tuvo la necesidad de reprimir brutalmente algo que no debería existir en sus inicios.
La revolución bolchevique
Mientras que las personas LGTB se enfrentaban a la represión estatal en los EE.UU., la victoria de la revolución obrera en Rusia significó una nueva libertad. ¡A las mujeres se les dio la igualdad jurídica y el derecho al voto antes que las mujeres de los EE.UU. tuviesen este derecho! Los bolcheviques pusieron fin a la criminalización y detenciones de prostitutas, pero detuvieron a los proxenetas o sus patrones. También trataron de ayudar a la transición de las prostitutas a otras formas de empleo, proporcionando capacitación para el trabajo y la vivienda. También hubo intentos de proporcionar atención para cuidar niños, así como comedores y lavanderías públicas comunes.
Además de esto, los bolcheviques eliminaron las leyes contra la homosexualidad. El gobierno soviético envió delegados a la Liga Mundial para la Reforma Sexual, creada por el reformador alemán Magnus Hirschfeld, a quien podríamos describir como un activista de los derechos homosexuales.
«En palabras del Dr. Baktis sobre de la Revolución Sexual en Rusia: En cuanto a la homosexualidad, sodomía, y cualesquiera otras formas de sexualidad que se consideran violaciones morales por los códigos legales europeos, la ley soviética la trata de la misma manera como los llamados coitos naturales. Todas las formas de las relaciones sexuales son considerados asuntos privados.” (Citado en el libro El Surgimiento de un Movimiento Gay y Lésbico, de Barry Adam)
Estalinismo
El progreso en la Unión Soviética fue de corta duración. El socialismo debe construirse sobre la mejor tecnología y la más alta productividad desarrollada por el capitalismo. Una de las razones por las que el socialismo es superior al capitalismo es porque pretende utilizar la división internacional del trabajo en beneficio de la humanidad en su conjunto, mientras que, bajo el capitalismo, esta división del trabajo y la competencia en última instancia agravan la crisis del sistema.
Los bolcheviques consideraban la revolución rusa sólo como el primer paso en la revolución mundial, que la revolución se extendería a Finlandia, Alemania, Austria, Hungría y así sucesivamente. La revolución sí se extendió. Sin embargo, la ausencia en estos países de una dirección marxista revolucionaria experimentada, la cual podría ayudar a orientar a la clase obrera hacia la toma del poder político y económico, con el tiempo dio lugar a que triunfara la contrarrevolución.
Los capitalistas no eran lo suficientemente fuertes como para derribar directamente la revolución, pero la revolución quedó aislada en un país atrasado, y esto significó que se produjo un desarrollo peculiar. Una casta burocrática se elevó en la Unión Soviética, encabezada por Stalin, quien tomó el poder político en sus propias manos, manteniendo al mismo tiempo la economía estatalizada y planificada. Poco a poco, esta burocracia fue eliminando todos los restos de la democracia soviética y exterminó físicamente a los marxistas que dirigieron la revolución rusa.
No está de más decir, que el régimen estalinista distorsionó el marxismo y el socialismo. Las políticas giraron 180 grados y fueron «justificadas» con la retórica política. Estos cambios incluían, en 1934, la re-penalización de la homosexualidad y las detenciones en masa de los homosexuales en Moscú, Leningrado, Jarkov y Odessa.
El predominio del estalinismo en el movimiento comunista mundial significó que la comunidad LGTB no iba a encontrar un aliado allí para conducirla hacia la liberación de la opresión.
Capitalismo: Divide y vencerás
El capitalismo estadounidense moderno también fue bastante implacable en la opresión de los gays, lesbianas y personas transgénero. Además de la legislación contra la sodomía y la persecución policial, a la homosexualidad se le dio una desaprobación social extrema. Cualquier forma de vivir una vida propia como homosexual tenía que hacerse de una manera clandestina.
Esto se reflejó en toda la cultura capitalista estadounidense. A modo de ejemplo, las películas hechas en los años desde 1930 a principios de 1970 tendieron sobre todo a ignorar la homosexualidad, pero si había un personaje gay, esta persona era retratada como un villano o un payaso, y lo más probable era que se suicidase antes del final de la película.
Los marxistas entienden que la ideología capitalista también ejerce su influencia en la ciencia y la medicina con el fin de perpetuar, justificar y hacer cumplir su propia visión del mundo. ¡Este fue el caso de la corriente oficial en la psiquiatría en Estados Unidos, la cual planteaba la homosexualidad como un trastorno en su manual de diagnóstico hasta el año 1974! Esto se utilizó para justificar literalmente la tortura, tales como tratamientos de choque, lobotomías y otros métodos, de modo que el paciente pudiera corregirse y ser “correcto».
Curiosamente, una madre estadounidense escribió a Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, por su hijo homosexual en 1935. Freud le contestó escribiéndole el 9 de abril de ese año. Aquí hay una parte de lo que Freud tenía que decir:
«La homosexualidad seguramente no es ninguna ventaja, pero tampoco es algo de lo que avergonzarse, no es un vicio, no hay degradación, no puede ser clasificada como una enfermedad; consideramos que es una variación de la función sexual producida por una cierta detención del desarrollo sexual. Muchas personas altamente respetables de los tiempos antiguos y modernos han sido homosexuales, varios de los más grandes hombres de entre ellos (Platón, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, etc.). Es una gran injusticia perseguir la homosexualidad como un crimen, y es una crueldad también.» (Citado en Gay/Lesbian Almanac, Un Nuevo Documental de Jonathan Ned Katz)
El objetivo de esta cita es mostrar la diferencia en el enfoque de Freud frente al enfoque de la comunidad médica estadounidense de la época. Los marxistas no estamos de acuerdo en que la homosexualidad sea una «detención del desarrollo sexual». Sin embargo, la cita anterior muestra que, en ese momento, Freud estaba por delante de sus correligionarios norteamericanos. Al parecer, hasta 1974, la Asociación Americana de Psiquiatría prefirió consultar a las instituciones religiosas antes que a su «padre fundador», el propio Freud.
Los 50’s
Durante la Segunda Guerra Mundial, más de 12 millones de hombres y mujeres se unieron o fueron reclutados en las fuerzas armadas de Estados Unidos. Irónicamente, esta guerra, puso en movimiento muchas cosas que contribuirían al nacimiento del movimiento LGTB en los EE.UU.
Aunque los militares de EE.UU. darían de baja deshonrosamente a los hombres y mujeres homosexuales de las fuerzas armadas, con la atroz guerra en pleno auge, no se le dio prioridad a esto. A medida que la guerra cesaba, comenzó la cacería de brujas. Curiosamente, los dos principales centros para los militares de EE.UU. donde dieron de baja a personas por homosexualidad fueron la ciudad de Nueva York y San Francisco. En ese momento, una baja deshonrosa y una acusación de homosexualidad eran tan perjudiciales para una persona que muchos no regresaban a casa, pero seguían viviendo en las grandes ciudades, Nueva York y San Francisco, en particular. Esto condujo al crecimiento de una cultura gay de forma clandestina.
Dialécticamente, la conformidad de la cultura capitalista estadounidense provocó su opuesto en la creciente comunidad LGTB clandestina. La década de 1950 fue un punto álgido del auge económico y de poder para el imperialismo EE.UU. La clase dominante puso en marcha la amenaza roja, sobre todo para destruir a la izquierda en el movimiento sindical. Debemos recordar que el Partido Comunista tenía la dirección de once sindicatos del CIO (Congreso de Organizaciones Industriales) en ese momento. La caza de brujas de los McCarthistas[1] dirigió su ira contra los comunistas, simpatizantes de izquierda y los «pervertidos», es decir los homosexuales.
Es difícil para quienes no vivíamos en ese entonces imaginar la vida en aquellos días. En la ciudad de Nueva York de la década de los 50´s, una mujer podía ser arrestada por ¡vestirse de una manera que la hacía parecerse demasiado a un hombre! Aun así, un miembro del Partido Comunista, Harry Hay, formó una organización conocida como Mattachine, que era una organización que defendía los derechos de los homosexuales, y que existió a través de los años 50’s y 60’s, al igual que las Hijas de Bilitis, una organización lesbiana. Cabe señalar que a pesar de que Harry Hay fue un miembro leal del Partido Comunista de los Estados Unidos (PCEUA) durante años, su trabajo a favor de los derechos de los homosexuales no tenía la aprobación del partido, que estaba dominado por la ideología estalinista.
Los 60’s
El movimiento de los Derechos Civiles y la revuelta de las masas negras dieron pie al renacimiento del movimiento de mujeres y a un movimiento de masas contra la guerra de Vietnam. Dada la represión y la hipocresía de la década de 1950, ésta dialécticamente condujo a la revolución sexual de la década de 1960. Los logros de estos movimientos finalmente llevaron a la Rebelión de Stonewall, donde los homosexuales y las lesbianas se enfrentaron físicamente a la represión policial que estaba dirigida directamente a los espacios sociales de la comunidad. El Frente de Liberación Gay se organizó con su lema, «¡Salgamos del armario, a las calles!»
Todos estos movimientos -negro, las mujeres, los miembros LGTB- incluían miembros de todas las clases sociales de la sociedad y perseguían derechos democráticos básicos. La clase gobernante de Estados Unidos utilizó a los líderes de la clase media de estos movimientos para mantenerlos dentro de los límites «seguros» del capitalismo. Han utilizado a gente de color, mujeres y políticos homosexuales elegidos abiertamente para que todos sientan que tienen «un lugar en la mesa.» Las primeras marchas del Orgullo Gay eran de naturaleza política, mientras que hoy en día, son más parecidas a un gran carnaval, y están cada vez más cooptadas con anuncios, especialmente de la industria de bebidas alcohólicas.
Ciertamente, estos movimientos han obligado al sistema capitalista a aplicar algunas reformas. Los bares gais ya no son allanados por la policía. Las leyes contra la sodomía están fuera del marco jurídico. En el momento de escribir estas líneas, seis estados y el Distrito de Columbia permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Sin embargo, los logros todavía están muy lejos de la verdadera igualdad. Las leyes federales (y algunas leyes estatales) todavía permiten una discriminación en el empleo basada en la preferencia sexual, identidad y expresión de género. La igualdad en el matrimonio sin el reconocimiento federal significa que los miembros de la comunidad LGTB no pueden apadrinar a su pareja para la ciudadanía, en la forma que las parejas heterosexuales lo hacen.
También hay que entender que el capitalismo, tanto a escala mundial como en los Estados Unidos, sigue estando en crisis, la clase dominante y sus elementos más reaccionarios seguirán buscando desesperadamente chivos expiatorios, y la comunidad LGTB continuarán siendo uno de ellos.
El Partido Demócrata
El Demócrata Bill Clinton fue elegido presidente en 1992, prometiendo la eliminación de la discriminación contra los homosexuales en el ejército de los EE.UU. dentro de sus primeros 100 días en el cargo. Los líderes de la clase media del movimiento LGTB lo apoyaron como la persona que iba a luchar por la igualdad para lesbianas y gays. Estos mismos líderes todavía abogan para que la comunidad LGTB apoye a los Demócratas como el partido que logrará una igualdad real. ¿Cuál fue el resultado?
Además de sus políticas anti obreras de la «reforma» del estado del bienestar, las políticas que dan a la policía más poder para «luchar contra el crimen», y el tratado de Libre Comercio de los tres países del norte, Bill Clinton implementó el «Do not Ask, Do not Tell», (No preguntes, ni digas nada) que mantuvo la discriminación contra lesbianas y homosexuales en el ejército. También hay que recordar que fue Bill Clinton quien firmó la Ley de Defensa del Matrimonio. Esta fue la primera vez en la historia que fue convertido en política nacional un mecanismo para impedir la igualdad de matrimonios. Con amigos como los Demócratas, ¿quién necesita enemigos?
Al igual que Bill Clinton antes que él, Barack Obama se ha propuesto como un amigo de la comunidad LGTB. Se comprometió a eliminar la política militar del «No preguntes, no digas nada», pero tardó dos años en hacerlo. Esa política se continuó ejecutando. Frente a la votación de la Proposición 8 en California, Obama y el Partido Demócrata nacional siguen una política que no admite la igualdad de matrimonios.
Curiosamente, a medida que la crisis del capitalismo se profundiza y los Demócratas lanzan ataques contra los trabajadores y recortan los programas sociales y de educación, temen perder la próxima elección. Recientemente, los demócratas han tratado de aplicar más reformas para la comunidad LGTB para que así puedan presentarse como reformadores progresistas. Como, por ejemplo, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, consiguió que la igualdad de matrimonios fuese aprobada. El gobernador de California, Jerry Brown tiene una ley aprobada para enseñar la historia de la comunidad LGTB en las escuelas públicas. Irónicamente, Brown y los Demócratas están recortando dinero para la educación y despidiendo maestros. Entonces, ¿quién va a enseñar este nuevo plan de estudios?
En última instancia, los Demócratas representan a la misma clase que los republicanos. Se basan en la continuación del capitalismo. Esto les obliga a moverse en contra de la clase obrera y a jugar la carta del «divide y vencerás». Son falsos amigos. La comunidad LGTB tiene que depender de sus propias fuerzas, en alianza con la clase obrera en general.
El movimiento LGTB y la clase obrera
El movimiento obrero, a lo largo de los últimos años, adoptó políticas que apoyan al movimiento LGTB y la lucha por la igualdad. Los sindicatos del sector público, tales como la federación de empleados públicos AFSCME y los maestros, han estado a la vanguardia de este cambio. Los sindicatos necesitan la máxima unidad para vencer a los patrones y el movimiento LGTB necesita el apoyo del movimiento obrero, que representa el poder de la clase obrera.
Un interesante ejemplo histórico de los dos movimientos trabajando juntos de la mano fue el boicot a la cerveza Coors en San Francisco. A principios de la década de 1970, el Sindicato de Camioneros estaba organizando un boicot de la cerveza Coors, que había luchado siempre brutalmente contra los sindicatos. La familia Coors también dio (y aun da) grandes cantidades de dinero a grupos y políticos de derechas.
El activista gay Harvey Milk se unió a la campaña de los Camineros. Tuvo éxito en la organización de la presión desde la comunidad y en los bares y clubes gays para conseguir que dejaran de vender cerveza Coors. El boicot fue un éxito y ambos movimientos se fortalecieron. A través de este esfuerzo común, los Camioneros de San Francisco dieron más de apoyo y simpatizaron con los objetivos políticos de la comunidad LGTB. Esta es una lección que hay que seguir para aplicarla hoy en día.
La necesidad del socialismo
En febrero de 2011, el Comando Nacional de Gays y Lesbianas dio a conocer un estudio sobre la discriminación contra las personas transgénero y de personas no conforme con su género. Los resultados confirman lo que muchos ya conocen. Las personas transgénero y de género no conforme tienen cuatro veces más probabilidades de vivir en la extrema pobreza, la mitad indica que han sido acosados y/o han recibido malos tratos en el trabajo; 1 de cada 4 informaron de que habían sido despedidos por un empresario, como consecuencia de su sexualidad; al 19% se le había negado una casa o apartamento y el 11% habían sido desalojados; al 19% se le había negado cuidados al tratar de recibir servicios de atención médica; y el 22% había sido acosado por la policía.
Este trato discriminatorio se suma en una sociedad donde la falta de viviendas es cada vez mayor y millones están desempleados sin esperanza de encontrar trabajo. Esta discriminación en el acceso a servicios de salud debe verse en el contexto de una sociedad en la que muchas personas no tienen cobertura de salud o el servicio es inadecuado y caro.
Todos recordamos el brutal asesinato de Matthew Shepard[2]. Este es un ejemplo de cómo el capitalismo intenta redirigir el odio de los ricos y su horrible sistema hacia un hombre joven que sólo estaba tratando de vivir su vida. A menos que cambiemos esta sociedad, el capitalismo va a crear las condiciones en las cuales se llevarán a cabo más asesinatos y ataques como éste.
Con el fin de garantizar una sociedad con plena igualdad y que esté libre de prejuicios, hay que transformar el capitalismo en socialismo. El socialismo eliminaría la necesidad de mantener a las personas divididas y permitiría a todos desarrollar su potencial individual. El socialismo sería una sociedad en la que el trabajo, los alimentos, la ropa, la vivienda, la atención de la salud, el transporte, las prestaciones de jubilación y otras cosas estarían universalmente disponibles ¿Por qué la capacidad de una persona para recibir estos beneficios debería depender de casarse con la persona adecuada, o de nuestra propia capacidad de conseguir el «trabajo adecuado» cuando no hay trabajos disponibles?
Con el fin de transformar la sociedad, necesitamos la máxima unidad de la clase obrera. los trabajadores y jóvenes LGTB deben jugar un papel central en esta lucha, en unidad con el resto de la clase obrera.
El socialismo y las relaciones humanas
No hay manera de saber con precisión cómo las relaciones humanas, especialmente las románticas, se desarrollarán en el socialismo. Sin embargo, podemos estar seguros de que la gente sería libre de explorar su propia sexualidad, libre de la coerción estatal o religiosa, y que el sexo no sería otra de las mercancías, como es en el capitalismo. Bajo el capitalismo, la necesidad económica y las “normas» sociales ejercen una enorme cantidad de presión sobre la gente cuando se trata de sus relaciones personales. La eliminación de las restricciones de la sociedad de clases permitirá a las personas escoger libremente sus interacciones mutuas y consentidas entre sí.
O, como explica Engels en El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado:
«La completa libertad de matrimonio por lo tanto sólo puede establecerse de manera general, cuando la supresión de la producción capitalista y de las relaciones de propiedad creadas por ella haya eliminado todas las consideraciones económicas adjuntas que aún ejercen una poderosa influencia sobre la elección de un compañero de vida. Entonces no quedaría otro motivo, excepto la inclinación mutua».
Otro problema en las relaciones humanas bajo el capitalismo es el hecho de que las personas se dividen en clases. Esto crea divisiones artificiales y agrega dinámicas de poder a las relaciones humanas que el socialismo puede eliminar. Las personas serán simplemente personas y no tendrán un cierto «estatus». Habrá solo un «estatus”, el que todos somos humanos. Una vez que las necesidades humanas sean satisfechas como parte de una economía planificada racional y democráticamente, y se desvanezca el «status», los humanos serán capaces de interactuar como individuos libres e iguales. La crianza de los hijos será parte de la responsabilidad de la sociedad en su conjunto, no sólo el deber de los padres (y especialmente de la madre). Incluso podría desarrollarse una forma en la que no habrá una necesidad de reconocimiento social/legal de las relaciones como el matrimonio, la adopción, etc.
La Liga Internacional de los Trabajadores de EEUU [la sección de la Corriente Marxista Internacional en los EEUU, NdT], se opone incondicionalmente a todas las formas de discriminación. En las luchas de hoy contra la discriminación, contra los estatus de segunda clase, contra la agresión hacia los homosexuales, los trabajadores y juventud de la comunidad LGTB deben unirse en la lucha más amplia por la transformación socialista de la sociedad. Para que esta lucha sea victoriosa, necesitamos construir una dirección marxista que aprenda de las lecciones del pasado para cambiar el futuro. La Liga Internacional de los Trabajadores ve la necesidad de construir esta dirección, con la que la clase obrera pueda dirigir a la sociedad hacia un nuevo futuro, como su tarea principal. Te invitamos a unirte a nosotros en la lucha por un mundo mejor, en la lucha por el socialismo.
12 de enero de 2012
Fuentes utilizadas para este documento:
- Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, por Frederick Engels.
- El surgimiento de un movimiento Gay y Lésbico, por Barry D. Adán; 1987.
- Almanaque Gay / Lesbiana, un nuevo documental, por Jonathan Ned Katz (1983).
- El espíritu y la carne: la diversidad sexual en la Cultura India Norteamericana, por Walter L. Williams (1986).
[1] El Macartismo es la práctica de hacer acusaciones de subversión o traición sin el debido reconocimiento de la evidencia. También significa «la práctica de hacer acusaciones injustas o el uso de técnicas de investigación desleal, en especial con el fin de restringir la disidencia y la crítica política.» El término tiene su origen en el período en que los Estados Unidos se conoció como la Segunda Amenaza Roja, que duró aproximadamente desde 1950 hasta 1956 y se caracterizó por una alta represión política contra los comunistas, así como una campaña de esparcir el miedo de su influencia en las instituciones americanas y de espionaje por agentes soviéticos. Acuñado originalmente para criticar las actividades anticomunistas del senador republicano Joseph McCarthy de Wisconsin, El «Macartismo» pronto adquirió un significado más amplio, que describe los excesos de esfuerzos similares. El término también se usa ahora para describir de manera más general, acusaciones insustentables, así como ataques demagógicos sobre el carácter o el patriotismo de los adversarios políticos. En el sustantivo de arriba hace referencia a los que practican el Macartismo.
[2] Matthew Wayne Shepard (Casper, 1 de diciembre de 1976 – Fort Collins, 12 de octubre de 1998) fue un estudiante en la Universidad de Wyoming que fue torturado y asesinado cerca de Laramie. Fue atacado en la noche del 6-7 de octubre de 1998, y falleció en el Hospital Poudre Valley en Fort Collins, Colorado, el 12 de octubre, como resultado de severas lesiones craneales.
Durante el juicio oral, testigos aseguraron que Shepard había sido atacado por ser homosexual. El asesinato del estudiante impactó a nivel nacional e internacional sobre los temas concernientes a delitos de odio y su respectiva legislación en niveles estatales y federales.