En la siguiente entrevista conversamos con el Camarada Luis «Kaku» Carrero, de la Corporación de Servicios de la Gobernación del Distrito Capital, al respecto de la situación actual de la institución en materia de derechos laborales y condiciones de trabajo, y sobre las luchas que los camaradas del Sindicato de Trabajadores de dicha institución, están llevando adelante para superar las trabas que impone la burocracia para mejorar dichas condiciones, así como también, sobre la exitosa experiencia de Control Obrero que los compañeros han llevado a cabo en una subsede de la institución.
LdC: ¿Qué situación existe hoy en la CSGDC y cuáles son las principales problemáticas laborales que están enfrentando?
L.C.: Desde hace año y medio ha venido mermando notablemente la capacidad de respuesta de la Corporación de Servicios de Distrito Capital (CSGDC). Cinco circuitos de la ciudad capital se han visto afectados debido a que la corporación no dispone de materia prima, herramientas ni maquinaria de trabajo, entendiendo que la institución se encarga, entre otras tareas de importancia, de efectuar un mantenimiento regular a las 265 quebradas que existen en la ciudad capital. Actualmente estamos iniciando una vez más el período lluvioso en el país, y ello puede provocar, de no efectuarse el mantenimiento correspondiente, que dichas quebradas puedan colapsar, repitiéndose un escenario similar al que hubo en 2010 en el oeste de la ciudad, cuando 3000 familias quedaron damnificadas como consecuencia de los desbordamientos de quebradas y los deslizamientos de tierra, las cuales posteriormente fueron dignificadas por la revolución.
A ello se le suma la problemática que existe en torno a las condiciones de salud y seguridad laboral, las cuales han venido siendo violentadas por las diversas directivas que han pasado por la institución en el lapso de año y medio. Ello ha tenido como resultado una grave descoordinación de las políticas de la institución, y el deterioro progresivo de la capacidad de acción de la clase trabajadora para servir a los habitantes de la ciudad. Esta situación nos ha llevado a nosotros como organización sindical a emprender una lucha, entendiendo que es necesario defender nuestro centro de trabajo y capacidad para servir a los habitantes de la ciudad. Si no existe la entidad de trabajo, no existe salario, ni lucha obrera, ni sindicato y menos convención colectiva.
Las graves condiciones de salud y seguridad laboral que hoy existen en la institución, han tenido terribles consecuencias para la masa trabajadora que labora en la institución. Entre los casos más relevantes, debemos señalar el caso de un compañero que murió degollado como consecuencia de laborar en condiciones inseguras. Asimismo, ha habido compañeros que han perdido dedos de sus manos al manipular las tapas del alcantarillado de la ciudad con condiciones inseguras. Al levantar las tapas de las alcantarillas, en ocasiones estas les han caído sobre sus manos, y al no contar con la protección apropiada, se han producido estos terribles accidentes laborales, en los que dichos compañeros han quedado parcialmente discapacitados.
Por otro lado, hubo un caso de un compañero que fue picado por la mitad, por una maquinaria a cuyos frenos no se le realizó el debido mantenimiento. También hemos observado a grupos de hasta 15 compañeros montados en retroexcavadoras, utilizando esta maquinaria como medio de transporte, cuando esta maquinaria no es un medio de movilización de los trabajadores, sino una maquinaria de trabajo.
El argumento de la burocracia que dirige la institución, es que no existe presupuesto suficiente para cubrir estas carencias en materia de seguridad y salud laboral. La situación ha llegado al tal extremo, que ni siquiera se les está garantizando agua potable a los trabajadores en el centro de trabajo, a fin de que puedan llevar a cabo sus labores en condiciones de hidratación mínimamente aptas.
LdC: ¿Cuál ha sido la posición del sindicato ante esa situación?
L.C.: Hoy, nuestra organización sindical debe denunciar de manera seria y responsable, que los trabajadores y trabajadoras de nuestra institución están siendo víctimas de la nefasta y burocratizada gestión de las distintas directivas que han pasado por la institución. Hay compañeros que deben sumergirse en quebradas o meterse en alcantarillas, sin la debida indumentaria que les proteja contra la contaminación, cuando sabemos que las quebradas de caracas no son de agua de manantial, y con un seguro médico que no garantiza la atención en dermatología por ejemplo, lo que implica que si un trabajador llega a contraer una infección, como consecuencia de haber entrado en contacto físico con aguas servidas durante sus labores, no existe garantía alguna de que dicho compañero o compañera reciba una atención médica adecuada.
En consecuencia, nosotros como organización de la clase trabajadora, hemos venido llamando a la organización de la clase, para la lucha por nuestras justas reivindicaciones, derechos y conquistas sociales, por lo que hemos sido víctimas de persecución y hostigamiento. Incluso, un compañero de la directiva sindical fue amedrentado al punto de ser obligado a presentar su renuncia, utilizando al CICPC como instrumento para ejercer el terrorismo laboral contra el compañero, amenazándole con una posible detención y posterior cárcel, tomando como argumento la existencia de un supuesto justificativo médico que no pudo ser validado, debido a que en los registros del CDI correspondiente se carecía de la firma de la doctora que atendió al compañero.
Recientemente el patrón ha descontado del salario de los trabajadores y trabajadoras, lo correspondiente a la cuota sindical desde el mes de diciembre hasta la fecha, que equivale al 1% del salario mínimo nacional, pero, no obstante, todavía no ha sido desembolsado aún a la organización sindical, por lo que nosotros presumimos que dicho dinero se encuentra hasta la actualidad en las arcas de la institución, presumimos nosotros que en las arcas de la institución…
Para tratar de poner a los trabajadores en contra de la organización sindical, en los últimos días el patrono decidió aumentar la cuota sindical que se debe descontar del salario, sobre la base del último aumento salarial efectuado por el presidente Maduro, cuando dicho aumento no ha sido aún pagado a los trabajadores y trabajadoras de la institución. Se está descontando a las y los trabajadores casi 600 Bs. de cuota sindical de un solo golpe, con el fin de generar descontento entre los trabajadores hacia la dirección de la organización sindical.
Por otro lado, el compañero Juan Carrasco, fue agredido por un gerente de la institución, el ciudadano Gary Marrero, gerente del circuito 2 de la ciudad, cuando este compañero se encontraba a las 6:00 de la tarde, en un día de cobro fuera del horario laboral, en las afueras de la sede de la CSGDC, tomándose una cerveza. El gerente hostigó al trabajador buscando una respuesta violenta por parte de éste. Como el compañero no respondió violentamente ante el hostigamiento de este representante del patrono, éste último optó por lanzarle varios puñetazos al rostro, partiéndole la ceja al primero. Aunque posteriormente dicho gerente se vanaglorió públicamente de haber golpeado al compañero Carrasco, ahora este último está siendo perseguido y nuevamente hostigado dentro de la institución, debido a que el patrono sabe que si Carrasco lleva a cabo la debida denuncia ante el Ministerio Público, su agresor deberá pagar la pena correspondiente con cárcel o en el mejor de los casos, deberá ser separado del cargo que actualmente ejerce en la corporación, pero no sólo deberían tomarse medidas contra este gerente, sino contra el presidente de la institución, ya que este gerente es un representante del patrono.
Como organización sindical hemos efectuado múltiples manifestaciones, hemos entregado documentos, tanto al partido como a la presidencia, a la vicepresidencia, hemos efectuado marchas, hemos participado en los respectivos congresos de la patria, y no obstante, hasta el sol de hoy no han sido tomadas en cuenta prácticamente ninguna de las propuestas que hemos efectuado desde nuestra institución. Es importante señalar, que la corporación es una institución con una gran capacidad productiva. Allí existe una planta de asfalto, que produce más de 800 toneladas de asfalto diario, así como una carpintería, donde se produjeron más de 6000 puertas destinadas a la Gran Misión Vivienda Venezuela en el año 2014, y una herrería, donde elaboramos cuerpos de rejas para la ciudad de Caracas. Por si fuera poco, en la corporación también podemos producir 260.000 litros mensuales de productos de limpieza. En resumen, la entidad de trabajo es capaz de sostener económica y financieramente el propio proceso social de trabajo.
LdC: ¿Cómo ha sido la experiencia del sindicato en la lucha por ejercer el control obrero?
L.C.: Nosotros consideramos que el control obrero no significa una independencia absoluta de las instituciones y centros de trabajo con respecto al estado central. Lo que nosotros defendemos es que los trabajadores y trabajadoras podamos administrar los recursos que provee el estado. No es que “chao” estado, que nos separamos del estado, nosotros debemos seguir siendo una institución del estado, pero con la posibilidad de vigilar y controlar colectiva y democráticamente los recursos que el estado suministra para el eficaz y eficiente funcionamiento de la institución, y para la protección de los derechos y reivindicaciones de la clase trabajadora.
He ahí nuestra posición sobre el control obrero, la cual hemos tratado de llevar a cabo en el Parque Arístides Rojas, pero ¿qué ha sucedido?, que los recursos institucionales que hoy no están siendo desembolsados, dejó como resultado negativo la desatención de unos animales en el parque, y posteriormente la muerte por inanición de varios de estos animales que viven en el parque. Ello, ha sido consecuencia de la desatención de la burocracia que dirige la institución, que no prioriza la atención a las necesidades de los trabajadores ni del proceso social del trabajo, sino de la chequera que tienen en el bolsillo, poniendo siempre como excusa que la institución supuestamente no tiene recursos. Como ya hemos comentado, de ello tenemos como ejemplo el hecho de que todavía no ha sido desembolsado al sindicato el monto correspondiente a las cuotas sindicales de los últimos 5 meses, cuando dichas cuotas ya fueron debitadas de los salarios de los trabajadores. Ante ello nos preguntamos, ¿dónde está ese dinero si todavía no ha sido desembolsado al sindicato?
Nosotros elaboramos un reglamento interno para el funcionamiento de la institución, que fue aprobado hace tres años, donde se establece el control por parte de la clase trabajadora, del proceso social del trabajo que se lleva a cabo en la institución, como un principio de nuestra institución. No obstante, dicho reglamento ha sido pateado y burlado por cada una de las directivas que han pasado por la institución, ya que no les conviene que exista el control obrero dentro de la corporación.
A la burocracia no le conviene el control obrero, no les conviene que exista una experiencia exitosa como la de la Corporación de Servicios, que hemos venido demostrando en la práctica, porque de mantenerse tales experiencias, servirán de ejemplo al resto de la clase obrera del país, y ello amenaza el poder de los burócratas que hoy controlan la dirección del estado burgués. He allí la razón del gran temor que tiene la burocracia ante las experiencias exitosas de control obrero.
Por último, queremos señalar que el control obrero es la vía para garantizar la construcción del socialismo. Sin control obrero no puede existir el socialismo. No puede haber socialismo cuando un montón de burócratas atentan contra el mismo socialismo, y buscan destruirlo desde adentro porque no creen realmente en la democracia participativa, sino en la democracia burguesa representativa, que protege sus intereses.
Nuestra experiencia de control obrero ha sido exitosa, ha sido muy exitosa, no obstante, debemos dar el salto hacia el control total del proceso social de trabajo y de la administración de la institución, por parte de la clase obrera, y ése es el reto que tenemos adelante.
LdC: Ustedes vienen planteando una propuesta denominada “Comuna Obrera”. Coméntanos un poco al respecto.
L.C.: Desde la organización sindical hemos venido impulsando varias propuestas para la satisfacción de las necesidades de la clase trabajadora, entre ellas una textilera, proyectos de autoconstrucción de viviendas para los trabajadores y otros.
En el marco de la propuesta organizativa denominada Comuna Obrera, planteamos la participación protagónica de las entidades de trabajo que se encuentran en una zona geográfica determinada, unificadas con el objetivo de la diversificación de la producción, la unidad programática de la clase, en función de garantizar la verdadera soberanía de la patria.
El pedazo de tierra no es el que se hace territorio soberano, se hace soberano en el momento en el que los hombres y mujeres que habitan el pedazo de tierra son soberanos. Nosotros debemos estar claros al respecto. ¿Somos actualmente soberanos? ¿Somos verdaderamente independientes?
No somos verdaderamente soberanos, ni tampoco independientes, porque si no, no estuviéramos matándonos para conseguir un kilo de Harina Pan, porque no somos soberanos frente a Lorenzo Mendoza, ni somos independientes frente a Lorenzo Mendoza, sino que más bien dependemos de un burgués coño e madre que tiene el poder económico, y que por ende nos subordina ante ese poder económico.
Por eso es que la independencia y la soberanía deben ya dejar de ser un mero discurso, y deben empezar a ser acción concreta, realidad concreta. Por eso planteamos la propuesta de la Comuna Obrera, y en el marco de la Comuna Obrera, planteamos la creación de una textilera, la unidad programática de la clase trabajadora, la creación de nuevas relaciones de producción solidarias, y todo un conjunto de acciones que hemos venido preparando como propuestas, y que esperamos sean tomadas en cuenta por el Presidente Maduro antes que se le ocurra a la burocracia eliminar a la Corporación de Servicios de Distrito Capital y pasarla a la nómina de Barrio Nuevo Barrio Tricolor, que es lo que se percibe como próxima acción por parte de quienes manejan las palancas del estado burgués actualmente.
Aunque aún no está planteada claramente esta posibilidad, ha sido asomada durante la actividad del GDC en la Avenida Libertador, a nivel de La Campiña, donde el camarada Daniel Aponte informó de una acción conjunta del gobierno nacional para recuperar las áreas públicas de la ciudad capital, y, en vez de anunciar la participación de la Corporación de Servicios en este plan, que es de hecho la entidad de trabajo destinada a cumplir dicho fin, el camarada Aponte hizo el anuncio acompañado por trabajadores de la Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor, con su cuerpo de gerentes.