El pasado viernes 22 de septiembre, se conmemoraron diez años de ocupación de la antigua fábrica textil Gotcha por sus obreras, hoy denominada “Heroínas de Aragua”. La fábrica está ubicada en el barrio obrero de La Morita, en las afueras de la ciudad de Maracay, una de las principales ciudades industriales del país, que cuenta con una importante tradición de luchas obreras, especialmente en el ramo textil. Desde su ocupación, las obreras de la antigua Gotcha han dado una enorme batalla contra el patrono, el Estado burgués y la burocracia reformista a fin de lograr mantener la ocupación poniendo en marcha el proceso productivo bajo su propio control y administración.
Al acto asistió una delegación de camaradas de la sección venezolana de la Corriente Marxista Internacional, Lucha de Clases, conformada por compañeros de la naciente célula universitaria de Lucha de Clases en la Universidad Bolivariana de Venezuela, y miembros del Comité Ejecutivo de la organización, así como un camarada miembro del Comité Central.
La actividad arrancó alrededor de las 11:00 am. La mayoría de los asistentes eran las trabajadoras de la empresa, integrantes del movimiento de cooperativistas del estado Aragua y camaradas del movimiento Unamujer.
Cabe destacar que el movimiento de camaradas cooperativistas dio un apoyo importante para la realización de la actividad. Las palabras de apertura estuvieron a cargo de la camarada Ingri Miranda, militante de Lucha de Clases desde hace una década aproximadamente, y dirigente del Consejo de Fábrica de la empresa.
Acto seguido, la camarada Yenni Cortez, dirigente nacional de Lucha de Clases y del Consejo de Fábrica, realizó un recuento de la larga y ardua lucha de las mujeres de Gotcha contra el antiguo propietario de la empresa, un burgués parásito que estaba acostumbrado a maniobrar jurídicamente para sobreexplotar a las trabajadoras a fin de obtener la mayor ganancia posible a costa de la menor inversión.
La camarada Yenni explicó cómo la lucha comenzó por reivindicaciones concretas que eran sistemáticamente violadas por el patrono, quien cambiaba el nombre legal de la empresa cada 6 meses y hasta cada 3 meses, para de esta manera evadir el pago de impuestos y de los beneficios que por ley corresponden a las trabajadoras, tales como utilidades, vacaciones, bono de alimentación, fideicomiso y antigüedad. Ello las llevó a organizarse en sindicato, a lo que el patrono respondió despidiendo a varias compañeras. Esto a su vez, radicalizó a las trabajadoras y profundizó su consciencia de clase, ante lo cual decidieron llevar adelante una primera ocupación de la fábrica, que duró al rededor de 4 meses, en el año 2006.
Sin embargo, para poder avanzar en la conquista de una primera victoria legal, obteniendo una providencia administrativa de una de las empresas que había registrado fraudulentamente el patrono, hubo que llegar a un acuerdo con una de las empresas y reiniciar actividades laborales, a fin de poder lograr el pago de salarios caídos, demandar por beneficios retenidos, discutir una contratación colectiva y obtener algunos beneficios adicionales.
Luego del reinicio de actividades, pasaron los meses y el patrono jamás cumplió con los acuerdos. El proyecto de convención colectiva terminó venciéndose sin haber entrado nunca en vigencia, por lo que en 2007 hubo de introducirse un nuevo proyecto de convención colectiva, el cual al final el patrono tampoco accedió a discutir.
Esta negativa persistente y sistemática del patrono a reconocer hasta los mínimos beneficios que por ley correspondían a las trabajadoras, unida a la oleada de ocupaciones de fábricas en todo el país, a las nacionalizaciones exitosas bajo control obrero de Invepal e Inveval, a la ocupación y exitosa puesta en marcha de la producción en empresas como Inaf, fueron elementos que aceleraron la radicalización de las trabajadoras y la gestación en sus consciencias, de la idea firme de que era necesario ir mucho más allá de los tradicionales métodos sindicales de lucha, enmarcados en la legalidad burguesa, y retomar la experiencia de la breve ocupación de 2006, pero a un nivel cualitativamente superior. Ningún método de presión y de lucha había logrado que el patrono respetara los derechos de las trabajadoras. Ya no quedaba otra alternativa. Era la hora de ocupar la fábrica y ponerla a producir bajo control obrero.
Fue así, como inició una década llena de arduas y duras luchas para las mujeres, madres e hijas trabajadoras de la Gotcha. Durante todo el proceso hubo momentos de avances en la lucha y de retrocesos, de auges y de reflujos. Hubo momentos donde el cansancio y la desesperación ante la expectativa de una nacionalización que no terminaba de ejecutarse, llenaron las mentes y los corazones de esas mujeres, y la lucha estuvo a punto de ser derrotada. A pesar de esa primera gran victoria de la ocupación definitiva y posterior puesta en marcha de la producción, pasarían 8 largos años hasta que por fin la empresa fue nacionalizada, pero no sólo eso, sino que además fue entregada a las trabajadoras.
Si algo demostraron las “Heroínas de Aragua”, como luego de la nacionalización habría de llamarse la empresa, es que tienen una voluntad de hierro y una combatividad extraordinaria, digna de ser recordada en la historia del movimiento obrero mundial.
En segundo lugar, intervino el camarada Elías Chacón por la CMI – Lucha de Clases realizando una breve exposición sobre el papel del control obrero en la transformación socialista de la sociedad.
“Una de las bases teóricas fundamentales del socialismo científico, la constituye la tesis del papel de las relaciones de producción como base sociológica sobre la que se construyen todas las demás relaciones sociales y por ende la estructura de la sociedad misma.”
“En particular por ende, las relaciones capitalistas de producción constituyen la base de la sociedad capitalista, y por ello la construcción de una sociedad socialista requiere la destrucción de estas relaciones de producción y su reemplazo por relaciones de producción socialistas, basadas en la cooperación, la solidaridad colectiva, la discusión democrática de las ideas y la toma de decisiones por la mayoría. He allí donde la expropiación de la burguesía y el control obrero, como reivindicaciones programáticas revolucionarias esenciales, juegan un papel fundamental en el debate teórico sobre el socialismo y el programa de lucha para abolir la sociedad burguesa.”
“Como hemos dicho, sobre las relaciones capitalistas de producción se erige todo el edificio jurídico y político de la sociedad burguesa. La democracia burguesa, que no es sino la dictadura del capital disfrazada de democracia, tiene su fundamento en última instancia, en las relaciones de dominación entre los burgueses y proletarios que imperan dentro de las fábricas y centros de trabajo. El control obrero por lo tanto, es un paso adelante en la abolición y superación de las relaciones capitalistas de producción, que muestra el camino a seguir hacia la ruptura definitiva con el régimen capitalista de propiedad.”
“Históricamente, todo el aparato cultural e ideológico de la burguesía nos ha enseñado que los trabajadores no pueden llevar adelante la producción y el conjunto de la gestión de las empresas sin los patronos, pero la realidad es muy distinta. Son los patronos los que no pueden llevar adelante la producción sin la clase obrera. La burguesía es una clase que parasita a los trabajadores y les expropia cotidianamente el fruto de su trabajo, a cambio de un miserable salario. Las Heroínas de Aragua son un vivo ejemplo, para los trabajadores y trabajadoras del mundo, de lo que la clase obrera puede y debe hacer si se organiza y dispone a luchar hasta el final.”
Después, el camarada Chacón hizo lectura de los saludos internacionales enviados por secciones de la Corriente Marxista Internacional al rededor de todo el mundo. Para todos los presentes resultaron muy moralizantes los cálidos mensajes de solidaridad proletaria enviada por comunistas de todo el continente europeo, de América latina, Europa, del sudeste asiático y hasta del corazón del imperialismo, los EEUU. La lectura de cada saludo era recibido con entusiastas aplausos del auditorio y cada uno era como una inyección de entusiasmo revolucionario para los presentes. Al igual que durante la conmemoración de la ocupación tres años atrás, en 2014, que fue realizada en medio de una situación mucho más difícil para la fábrica, dichos mensajes tocaron en lo más hondo del alma revolucionaria de las mujeres proletarias de la Gotcha. Durante la lectura de los saludos, no fue difícil observar a más de un camarada conteniendo las lágrimas de emoción que les motivaba la enorme solidaridad expresada en sus saludos por camaradas que se encuentran a miles de kilómetros de nuestro país, y no obstante, a los que la lucha por la causa del socialismo les une en una profunda hermandad de clase, que supera cualquier barrera cultural o nacional.
En tan sólo un par de días antes de la actividad, llegaron al Comité Ejecutivo de Lucha de Clases saludos desde las secciones de la CMI en Argentina, Brasil, Francia, Bélgica, Italia, Inglaterra, Alemania, Austria, Suiza, Suecia, Dinamarca, Gran Bretaña, Grecia e Indonesia, así como de las nacientes secciones en Noruega y Colombia, ¡una célula en proceso de construcción en la Columbia Británica en el Canadá!, desde la Fábrica bajo control obrero Flaskó en Brasil y de los camaradas Jorge Martín, Alan Woods y Serge Goulart, dirigentes de la CMI quienes han apoyado personalmente durante muchos años a la Revolución Bolivariana, así como al movimiento de fábricas ocupadas en el país, evidenciando el enorme compromiso de la Corriente Marxista Internacional con la lucha revolucionaria del movimiento obrero venezolano.
Posteriormente tomó la palabra el camarada Johnstom Romero, quien analizó la vigencia del control obrero en la construcción del socialismo, en el marco de la coyuntura de la Asamblea Nacional Constituyente: «Heroínas de Aragua hoy, es prueba viva de que la clase trabajadora tiene la capacidad de tomar el control de los medios de producción, de poner a producir las fábricas para satisfacer las necesidades más sentidas del pueblo trabajador y no para enriquecer a una minoría de parásitos burgueses.”
Asimismo, el compañero señaló: “las camaradas también demuestran hoy, que implantar un nuevo modelo de sociedad, no sólo es posible, sino impostergable, y las excusas de los reformistas de que las condiciones no están dadas, son reflejo de su miedo y desconfianza en la clase obrera.”
“Hoy nos atrevemos a levantar las banderas del socialismo como única alternativa contra el capitalismo salvaje que explota a la clase trabajadora y la somete a la miseria y precariedad. No podemos permitir que Heroínas de Aragua se quede aislada como una isla socialista, rodeada de un mar capitalista, como nos alertaba el Comandante Chávez. Debemos impulsar el control obrero en cada fábrica, en cada proceso productivo, por ejemplo en la fábrica de hilos Wonder aquí mismo en Aragua, en Algodones del Orinoco, para lograr llevar desde el algodón, hilandería, telas, confección y distribución toda la cadena de producción bajo control obrero, a fin de satisfacer las necesidades, como hacen hoy las camaradas por ejemplo, del Plan Textil, destinado a la distribución a bajo costo de ropa escolar a las familias trabajadoras y pobres del país.
Luchamos y exigimos el establecimiento del control obrero y la propiedad social de los medios de producción en la próxima constitución nacional, para iniciar la construcción del socialismo, derrotar la guerra económica y salir del atolladero del capitalismo rentista y parasitario en degeneración, en el que nos encontramos actualmente.”
Para ello -explicó el camarada Romero- es necesario completar la revolución, lo que implica entre otras tareas, nacionalizar de la banca, que sólo enriquece a un puñado de banqueros capaces de someter al pueblo a inmensas colas para retirar una pequeña cantidad de dinero, mientras le facilitan 200 millones de bolívares en efectivo a Lilian Tintori, abierta contrarrevolucionaria.
“Urge expropiar a la burguesía financiera, agraria, industrial y comercial bajo control obrero, implementar el monopolio del comercio exterior y el establecimiento de una economía centralizada y planificada para que luchas como la de Heroínas de Aragua no queden aisladas. A pesar del peligroso retroceso que sufre hoy la revolución Bolivariana, Heroínas de Aragua seguirá siendo un faro que ilumina nuestras luchas, no sólo en Aragua, sino en Venezuela y a nivel internacional.
Luego, tomó la palabra la compañera Diva Guzmán, joven y combativa dirigente sindical del Instituto Nacional de Tierras (Sinbotrainti) y diputada a la Asamblea Nacional Constituyente, quien señaló:
“Conocer la experiencia de la fábrica bajo control obrero Heroínas de Aragua, para mi es sumamente importante y simbólico, el hecho de que esta fábrica, donde laboran en su mayoría mujeres, es una evidencia concreta de la posibilidad del socialismo y de la fuerza y voluntad de las mujeres trabajadoras para construir una nueva sociedad.
Este tipo de experiencias debemos darlas a conocer más, por su importancia y porque con ellas tenemos más razones para dar la batalla por las ideas revolucionarias en el marco del proceso constituyente, por el control obrero, ya que esta experiencia exitosa demuestra que si es posible que los trabajadores y trabajadoras dirijan las fábricas y medios de producción en general”.
El cierre de las intervenciones estuvo a cargo de dos camaradas trabajadoras de la empresa, Nigdalis Requena y Fanny Anular, quienes respectivamente dieron una breve explicación sobre los obstáculos y desafíos que a nivel del proceso de producción han tenido que enfrentar, así como sobre los alcances organizativos que las trabajadoras han logrado dentro de la fábrica, y en particular sobre la estructura del Consejo de Fábrica, órgano de poder y gobierno obrero dentro de la empresa, constituido entre otras, por las comisiones de producción y administración, lo que coloca a las Heroínas de Aragua como un claro ejemplo de las capacidades que tiene la clase para dirigir los destinos de la producción dentro de toda la economía, señalando así el camino que deben emular los trabajadores en la lucha de clases para la destrucción del capitalismo.
Finalmente, el dúo de voces y guitarra “pabellón”, formado por los compañeros Estefany Román y Jesús González, dirigentes estudiantiles y nuevos militantes de Lucha de Clases en la Universidad Bolivariana de Venezuela, regalaron a la asamblea algunas hermosas canciones de su autoría, para dar cierre a la actividad.
Al cumplirse un año más de la ocupación, arranque de la producción y nacionalización de la empresa, la lucha continúa, mostrando un claro ejemplo a los trabajadores de nuestro país y del mundo entero, de que la única salida posible a esta sociedad de explotación, opresión, miseria y muerte, es que la clase trabajadora tome en sus propias manos las riendas del conjunto de la sociedad.