El día de ayer, 21 de junio de 2018, estuvimos en Güatire compartiendo con un grupo de camaradas de distintas organizaciones en el conversatorio “El papel de la mujer en la lucha de clases”, en el que participaron compañeras de UNAMUJER, del Instituto Municipal de la Mujer, Chamba Juvenil, CLAP, lideresas de UBCh, del Movimiento Somos Venezuela y del Banco de la Mujer, junto con Leander Pérez, miembro del Comité Central de la Corriente Marxista Lucha de Clases .
Durante el conversatorio abordamos diversos temas tanto históricos como de la actualidad con el fin de vincular la experiencia de la lucha de las mujeres y su rol revolucionario en la historia con los retos que enfrentan en la actualidad.
Un primer eje de la discusión fue la diferenciación de los movimientos feministas burgueses y del movimiento feminista revolucionario. Partimos de analizar como las corrientes postmodernistas han intentado aislar las luchas reivindicativas, fraccionadoras cada vez más para hacerlas inofensivas al sistema capitalista. Así, observamos como la lucha de los movimientos por los derechos civiles, contra la discriminación racial o de migrantes, de género o de ecologistas, en el marco de la sociedad capitalista no tienen trascendencia si no se vinculan con la lucha de clases.
Por otro lado, evaluamos la vinculación entre explotación capitalista y opresión de género, y como el movimiento marxista, al luchar contra toda forma de opresión, tiene el potencial de vincular todas las luchas que observamos para darle un objetivo revolucionario y verdaderamente trasformador. Para ello, hicimos un análisis de las principales reivindicaciones del movimiento de mujeres en general que nos sirvió para reconocer que incluso reivindicaciones bien fundadas como la de la paridad, no garantiza de hecho la representatividad del sentir de las mujeres en la sociedad, casos como el de la candidatura presidencial de Hilary Clinton, o el de la composición del actual gabinete de PSOE en España, e incluso el de la actual presidenta de la CIA, demuestran como no necesariamente una mujer, ocupando un alto cargo dentro del Estado burgués , significa una victoria de las mujeres. Por ello, insistimos en que la lucha de las mujeres, aislada de la lucha de clases es sólo una pantalla de la clase dominante.
El conversatorio continuó por un breve recorrido histórico del papel revolucionario de las mujeres, así, recordamos la lucha de las mujeres el 8 de marzo y defendimos aquel como el día de la mujer trabajadora, luego estudiamos el papel de la mujer en la Revolución Rusa y como a consecuencia de esta, las mujeres lograron enormes conquistas en todos los ámbitos de su vida cotidiana.
A su vez, señalamos la estrecha vinculación de las condiciones materiales sobre la opresión de la mujer, y como no basta sólo con una educación contra el machismo o con medidas enfocadas al campo ideológico o cultural (en la superestructura), atacando las consecuencias, cuando las causas estructurales de atraso y miseria que afectan a las grandes masas de mujeres que sufren de violencia siguen intactas.
Por último, evaluamos la composición de los organismos de base del poder popular, en su mayoría integrados por mujeres, y como la crisis actual del capitalismo en Venezuela está afectando por sobre todo a las mujeres trabajadoras, quienes no solamente sufren de la explotación capitalista sino que también padecen acoso en la unidades de transporte abarrotadas, sufren violencia en largas colas para abastecer sus hogares de los productos de primera necesidad y no cuentan con un sistema de salud que les garantice la vida en los hospitales.
Como consecuencia de todo ello, coincidimos en que es necesario que el actual movimiento de mujeres vaya más allá, que, de un salto cualitativo, vinculando sus luchas con las del resto de los oprimidos por este sistema capitalista que a nivel mundial explota, discrimina y oprime a la mayoría de la población en función de una minoría privilegiada.
¡Mujer lucha por tus derechos! ¡Lucha por el Socialismo!
¡Únete a la Corriente Marxista Internacional!