Escrito por Gerardo Peña
Ha llegado información de que un cambio se está realizando en cuba, o mejor dicho, en su constitución, se ha abierto un debate. Algunas personas tienen esperanza en estos cambios y otros no tanto ¿Pero que está detrás de todo esto? ¿Cómo se enmarca en las negociaciones con el imperialismo norteamericano? ¿Cómo se relaciona con nueva apertura económica en la isla?
Lo primero que llama la atención es la supresión de la palabra «comunismo» en la constitución. ¿Por qué tanto alboroto al suprimir esta palabra?; ¿Qué se intenta lograr con esta supresión?
Para los marxistas la palabra comunismo o socialismo no tiene connotaciones muy diferentes, más bien vemos el contexto y desechamos una u otra, pero de forma general la tomamos como sinónimos. Por ejemplo:
«Y, sin embargo, cuando este Manifiesto vio la luz, no pudimos bautizarlo de Manifiesto socialista. En 1847, el concepto de “socialista” abarcaba dos categorías de personas. Unas eran las que abrazaban diversos sistemas utópicos… El sector obrero que, convencido de la insuficiencia y superficialidad de las meras conmociones políticas, reclamaba una radical transformación de la sociedad, se apellidaba comunista… En 1847, el “socialismo” designaba un movimiento burgués, el “comunismo” un movimiento obrero. El socialismo era, a lo menos en el continente, una doctrina presentable en los salones; el comunismo, todo lo contrario. Y como en nosotros era ya entonces firme la convicción de que “la emancipación de los trabajadores sólo podía ser obra de la propia clase obrera”, no podíamos dudar en la elección de título. Más tarde no se nos pasó nunca por las mentes tampoco modificarlo.» (Manifiesto comunista. Carlos Marx y Federico Engels).
O después de la bancarrota se de II internacional (socialdemócrata) Lenin defiende el cambio de nombre del partido para diferenciarse de los traidores. «Mas ha llegado la hora de quitarse la camisa sucia, ha llegado la hora de ponerse ropa limpia.»
Siempre los cambios se deben a motivaciones internas o externas, en este caso no se debe a ninguna motivación externa ¿Qué ha cambiado últimamente a nivel mundial con respecto a la connotación de la palabra «comunismo»? absolutamente nada. Por lo tanto este cambio se debe a motivaciones internas dentro del gobierno cubano.
Queda claro que los nombres no cambia las cosas, pero ¿Por qué el cambio?; ¿Por qué ahora? A nuestro parecer, este cambio de términos es un nuevo paso en la dirección de la economía de mercado en la isla.
El otro cambio importante es con respecto a la «libre disposición de la propiedad» «El nuevo texto constitucional recoge varias formas de propiedad, entre ellas la socialista de todo el pueblo, la mixta y la privada» (Telesur). Si la supresión de la palabra «comunismo» era más que nada una justificación ideológica ¡Un alejamiento de los revolucionarios «duros»!. Esta parte de la reforma está bien dirigida hacia los capitalistas. La dirección del estado cubano está tratando de darle un poco más de «seguridad jurídica» a los capitalistas que quieren invertir en Cuba.
En todos los discursos de los representantes del estado se puede percibir un deseo de justificarse y miedo ante la población. Saben que estas medidas no serán bien vistas por muchos cubanos, aunque también juegan con el deseo de mejoramiento económico de los ciudadanos. Dicen: «seguimos el camino de Fidel y de Raúl»; «somos fieles a la revolución»; «hemos sido educados por Fidel», tratando de dejar en claro que no son «propuestas contrarrevolucionarias». Pero ¿Por qué tanta insistencia al respecto? ¿Por qué tienes que decir en cada frase que defiendes el legado de la revolución? ¿Por qué tienes que invocar la autoridad moral de Fidel? Todas estas justificaciones hacen sospechar.
El gobierno cubano está apostando por la «vía» china o vietnamita, es decir encaminarse hacia el capitalismo pero manteniendo el control del estado. Pero este camino no está exento de obstáculos, entre ellos un gran número de revolucionarios cubanos, que miran estos cambios con desconfianza. Están de acuerdo en que algo se debe hacer para mejorar la economía pero no quieren el restablecimiento del capitalismo.
El otro obstáculo que se le presenta a la burocracia es que gracias a las medidas adoptadas, cada día se está fortaleciendo una nueva clase capitalista cubana que tiene sus propios interese económicos y políticos. Esta todavía es muy débil pero a largo plazo se envalentonará y exigirá cambios de raíz en el estado cubano. El estado al final quedara atrapado en el mediano plazo entre el capital extranjero y la pequeña burguesía naciente por un lado, y por el otro con el pueblo revolucionario.
Hay muchas cosas que podemos permitirnos los revolucionarios pero lo que no podemos aceptar es estar desorientados y confundidos en estos momentos tan convulsivos. Desde la Corriente Marxista Internacional (CMI) tratamos de orientar y orientarnos en el rumbo correcto. Pero antes de fijar el rumbo, debemos preguntarnos ¿Qué sucede? ¿hacia dónde va Cuba?
Permítanos recomendar algunos artículos que plantean nuestra posición al respecto:
1) ¿A dónde va Cuba? ¿Hacia el Capitalismo o al Socialismo? de Jorge Martin
En este artículo se plantean ciertos escenarios nada favorables para el pueblo cubano como:
«Una Cuba capitalista no se asemejaría ni a China ni a Vietnam, sino más bien a El Salvador o Nicaragua después de la victoria de la contrarrevolución. Pronto se revertiría a una situación similar a la existente antes de 1959 –una de miseria, degradación y dependencia semicolonial, e independientemente de las intenciones de sus responsables, las medidas que han empezado a aplicarse desatarán un fuerte movimiento hacia la restauración del capitalismo, que destruiría todas las conquistas de la revolución. Es el inicio de una pendiente resbaladiza, y una vez que comience será difícil de detener.»
Lamentablemente debemos reconocer que estas predicciones se están cumpliendo y que el giro a la derecha por parte del estado cubano es cada vez más acentuado.
2) 50 años después – ¿Hacia dónde va la revolución cubana? de Jorge Martín
https://www.marxist.com/hacia-donde-va-la-revolucion-cubana.htm
Aquí se explica la conexión entre la revolución cubana y la teoría de la revolución permanente, la cual expresa entre uno de sus fundamentos:
«El carácter internacional de la revolución socialista, que constituye el tercer aspecto de la teoría de la revolución permanente, es consecuencia inevitable del estado actual de la economía y de la estructura social de la humanidad. El internacionalismo no es un principio abstracto, sino únicamente un reflejo teórico y político del carácter mundial de la economía, del desarrollo mundial de las fuerzas productivas y del alcance mundial de la lucha de clases. La revolución socialista empieza dentro de las fronteras nacionales; pero no puede contenerse en ellas. La contención, de la revolución proletaria dentro de un territorio nacional no puede ser más que un régimen transitorio, aunque sea prolongado, como lo demuestra la experiencia de la Unión Soviética. Sin embargo, con la existencia de una dictadura proletaria aislada, las contradicciones interiores y exteriores crecen paralelamente a los éxitos. De continuar aislado, el Estado proletario caería, más tarde o más temprano, víctima de dichas contradicciones. Su salvación está únicamente en hacer que triunfe el proletariado en los países más progresivos. Considerada desde este punto de vista, la revolución socialista implantada en un país no es un fin en sí, sino únicamente un eslabón de la cadena internacional. La revolución internacional representa de suyo, pese a todos los reflujos temporales, un proceso permanente.» (La revolución permanente. León Trotsky) (negritas nuestras)
3) Si quieres conocer mucho más nuestro material puedes visitar la página web:
http://argentina.elmilitante.org/amrica-latina-othermenu-42/cuba-othermenu-47.html
Desde la CMI nunca nos cansaremos de expresar a los cuatro vientos una y otra vez: La única solución a largo plazo para el pueblo cubano es el internacionalismo proletario y la democracia obrera.
Lenin defendía en El Estado y la Revolución las tesis de la democracia obrera:
“En la sociedad socialista, esta “especie de Parlamento” de diputados obreros tendrá como misión, naturalmente, “establecer el régimen de trabajo y fiscalizar la administración” del “aparato”, pero este aparato no será un aparato “burocrático”. Los obreros, después de conquistar el Poder político, destruirán el viejo aparato burocrático, lo desmontarán hasta en sus cimientos, no dejarán de él piedra sobre piedra, lo sustituirán por otro nuevo, formado por los mismos obreros y empleados, contra cuya transformación en burócratas serán tomadas inmediatamente las medidas analizadas con todo detalle por Marx y Engels: 1) No sólo elegibilidad, sino amovilidad en todo momento; 2) sueldo no superior al salario de un obrero; 3) se pasará inmediatamente a que todos desempeñen funciones de control y de inspección, a que todos sean “burócratas” durante algún tiempo, para que, de este modo, nadie pueda convertirse en “burócrata”.(El Estado y la revolución. Lenin)
Pero la única solución final, para el pueblo cubano y demás pueblos del mundo, es la revolución mundial. Que será acaudillada por una gran internacional obrera. Es una gran tarea, pero desde la CMI estamos empeñados en contribuir con nuestros modestos esfuerzos en su realización.