En estos primeros días del año los acontecimientos se han desarrollado de una manera vertiginosa en la frontera norte del país, en un hecho sin precedentes 70 mil obreros de la industria maquiladora se han lanzado a la lucha, mediante actos de huelga, manifestaciones y asambleas, exigiendo un incremento salarial digno y un bono que permita fortalecer los ingresos de los trabajadores. Estos acontecimientos han puesto sobre la mesa el enorme poder de la clase obrera organizada, han comenzado a paralizar la producción y por ende la columna vertebral de la economía de un municipio que depende en gran medida de esta industria.
El inicio
Tuvimos la oportunidad de conversar, vía las redes sociales con algunos obreros de las maquiladoras que han participado en estos acontecimientos. Nos contaron de manera directa su experiencia de estos días extraordinarios.
Heroica de Matamoros es un municipio de la frontera norte del país, a más 900 kilómetros de distancia de la Ciudad de México, con una población de más de medio millón de personas y cuya actividad económica fundamental se centra en la industria maquiladora de exportación. Existen cerca de 122 empresas dedicadas a este ramo, que emplean a poca más de 80 mil obreros de manera directa y 25 mil de manera indirecta. La inversión en esta rama en el municipio, de acuerdo a las cifras del gobierno estatal de Tamaulipas es de aproximadamente 60 mil millones de dólares. La ganancia total de los empresarios sin duda es mucho mayor a esta cifra. La lógica del sistema capitalista dicta que la burguesía no invierte en algún sector donde no pueda obtener una jugosa ganancia.
El movimiento comenzó debido a que los obreros exigieron claridad en los procesos de revisión salarial de este año. Exigían que los líderes sindicales informaran sobre el rumbo de las negociaciones, ya que se rumoraba que los empresarios pretendían ajustar las prestaciones y eliminar bonos a raíz del incremento salarial para este año decretado desde el gobierno federal.
“Fue a raíz de un bono anual que se da año con año, se rumoraba que no se nos daría y el aumento que se nos daba era muy poco”
Esos son los argumentos de una obrera, ante la pregunta del inicio del movimiento. Los trabajadores también ponen en el centro de las razones de la protestas la actitud de algunos dirigentes sindicales, que desde su punto de vista han preferido posicionarse del lado de los empresarios a defender los intereses y aspiraciones colectivas de la clase obrera.
“No apoyan, se ponen del lado de los empresarios, solo piensan en ellos mismos”.
La huelga y las manifestaciones han surgido desde abajo, desde la organización de las empresas. Cabe mencionar que algunos delegados de los sindicatos en las empresas se han puesto al frente y han comenzado a organizar el movimiento, desconociendo las directrices de la dirección de los sindicatos que no ha dado ninguna orientación, ni llamado a la acción. Otros delegados desde el inicio han tratado de frenar la lucha, posicionándose del lado de los empresario, justificando los recortes a las prestaciones y ocultando información. Pero la característica principal de este movimiento es que ha nacido fundamentalmente desde las propias empresas, con una organización impulsada desde la base de la clase obrera.
Los salarios en el municipio, en promedio, son un 30% más bajos que el promedio a nivel nacional. Algunas maquiladoras pagan el salario mínimo, en una industria cuyo destino de las mercancías va a parar a los Estados Unidos y que genera millones de dólares anualmente por las exportaciones.
“Sólo estamos pidiendo lo que es justo, que el esfuerzo (de los obreros) sea reconocido”, hace énfasis una obrera con la cual intercambiamos puntos de vista.
Son 49 empresas involucradas en el conflicto, el cual ha venido escalando a partir de la negativa de la patronal por resolver sus demandas. Día a día los medios locales digitales reportan asambleas en las puertas de fábrica y acciones dentro y fuera de las instalaciones de las empresas.
Los grandes medios de comunicación a nivel nacional se han mantenido en silencio ante esta lucha que involucra a miles de obreros. No es casual pues la mayoría de ellos están comprometidos con los intereses de los grandes empresarios.
“Aquí los medios (de comunicación) no difunden los videos (de la huelga) y desinforman a la gente”. Insiste una trabajadora y nos recomienda buscar información directa de los espacios informativos en las redes sociales a cargo del movimiento obrero.
Sin duda temen que el ejemplo de la clase obrera de Matamoros cunda a nivel nacional, a los grandes capitalistas no les conviene informar que miles de obreros se han puesto en marcha, que en algunas empresas han paralizado la producción, que han organizado asambleas y hacen marchas que llegan a las puertas de las empresas. Esa situación pondría a pensar a millones de obreros y trabajadores a nivel nacional y podrían conclusiones altamente revolucionarias: que la actividad económica de esta sociedad recae fundamentalmente en la labor que millones de trabajadores a nivel nacional, que los trabajadores son los verdaderos creadores de la riqueza y que bajo el capitalismo, no gira una rueda, no enciende un foco, no funciona la industria, el comercio, el transporte, las oficinas, sin el amable permiso de la clase obrera.
La respuesta de la patronal
“En la maquiladora de un vecino les ofrecieron 30 pesos en bonos para entrar a laborar, ya entraron unas 30 personas, los convencieron. Con nosotros quisieron negociar (suponemos que bajo las mismas condiciones), pero no aceptamos”. Nos explica una trabajadora que ha participado en las acciones de lucha.
También han denunciado en los espacios informativos del movimiento que en algunas empresas les han ofrecido comidas gratis, rifar regalos en cada uno de los turnos y otras situaciones a cambio de que se regrese a laborar. Ha sido inútil hasta ahora, no han podido doblegar el ímpetu de miles de trabajadores que observan esas iniciativas de la patronal con indignación o lo toman con humor. Un obrero le respondió al cartel de la empresa que prometía rifar regalos diarios si regresaban a laborar: “Regalos, platillos, incentivos en efectivo. Deberíamos hacer huelgas más seguido”. Otros responden de forma más contundente: “Gracias, por el momento no queremos migajas”.
La Confederación Patronal de México (Coparmex), en una conferencia de prensa, ha llamado crisis a esta situación, pidieron “comprensión y entendimiento” a los sindicalistas y obreros, anunciaron que la petición de aumento salarial del 20% y el bono anual son desmedidos y que las empresas no los pueden pagar.
Por su puesto que los empresarios que obtienen millones de pesos en ganancias producto del trabajo de los obreros no tienen ninguna “comprensión” ni “entendimiento” ante las familias obreras que semana tras semana, mes tras mes, se truenan los dedos para completar el gasto debido a los bajos salarios y percepciones.
Las peticiones de la clase obrera son justas y deben ser cumplidas. Ante ese argumento de la patronal los obreros deben de responder con la petición de que se abran y se hagan públicos los libros de contabilidad de todas las empresas, que muestren a la clase obrera las ganancias que obtienen anualmente y muestren claramente si existe o no existe el dinero suficiente para cumplir las peticiones.
La dirigencia sindical
Como comentábamos anteriormente, el movimiento, los paros y las asambleas han sido impulsados desde abajo por los propios trabajadores. Los trabajadores, de la mayoría de las empresas involucradas, están dentro del Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales de la Industria Maquiladora que pertenece a la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Aunque éste no es el único involucrado en el conflicto, es el mayoritario.
Durante años, la práctica de una buena parte de los dirigentes sindicales vinculados a la CTM ha sido la de controlar al movimiento obrero y posicionarse del lado de la patronal y los gobiernos en turno. Han utilizado al sindicato para el beneficio personal de los dirigentes y no como una herramienta de organización y lucha de la clase obrera. A ese fenómeno de entreguismo de los dirigentes a la patronal y su vinculación a los gobiernos o funcionarios del Estado se le ha conocido como “charrismo” sindical, recordando la práctica de un ex dirigente del sindicato ferrocarrilero que era corrupto, entregado a los patrones y que solía asistir a las asambleas sindicales vestido de charro.
Una parte de los delegados sindicales en lugar de ponerse al frente de la lucha, organizar a los obreros y darle una cobertura a los paros en las empresas maquiladoras, ha intentado frenarla y ponerse del lado de la patronal. Por su puesto que debemos reconocer a aquellos trabajadores que, desobedeciendo las instrucciones de las dirigencias sindicales, se han puesto al frente de la lucha.
Una de las tareas pendientes para hacer avanzar el movimiento es la democratización de los sindicatos para que estos sirvan a la clase obrera y no a los intereses de un puñado de burócratas que se enriquecen a costa de nuestras cuotas sindicales y negociaciones con la patronal, de las que los trabajadores no sabemos que sucede, ni conocemos detalles.
Para conformar una dirigencia a la altura de los acontecimientos, en cada una de las maquiladoras en lucha se debería nombrar un comité de fábrica con los compañeros más resueltos y con más claridad para dirigir la lucha, elegir dos o tres delegados mediante asambleas y estos reunirse en una asamblea de coordinación municipal para dirigir los paros y las manifestaciones. Todo dirigente debe servir a los intereses de la base y debería poder ser sustituido en cualquier momento si la base así lo exige.
El recuperar y democratizar nuestras organizaciones y el crear organismos de coordinación de la lucha y la huelga es un reto para asegurar la victoria del movimiento.
La lucha avanza
El día 17 de enero miles de obreros se reunieron en la plaza municipal en una magna asamblea, ahora ésta se ha convertido en el lugar de concentración para los obreros en la lucha. Por la noche, en un acontecimiento histórico y sin precedentes, una marcha obrera desfiló por el Parque Industrial de Matamoros, invitando a cada una de las fábricas a sumarse al paro laboral. Al grito de “paro laboral” invitaban a los obreros a abandonar el trabajo y a aquellas empresas que ya se han sumado al paro a la movilización. Obtuvieron una importante cobertura, el ambiente era electrizante. Incluso los trabajadores transportistas manifestaban su apoyo a la movilización.
El día 18 más empresas se han sumado a la lucha y trabajadores realizaron mítines en por lo menos dos oficinas de los sindicatos, además que las acciones a puerta de fábrica continuaban. El poder de la clase obrera ha quedado patente estos días.
Para el día viernes 25 de enero se ha emplazado a la huelga a 49 fábricas. Las negociaciones continúan con los dueños de las empresas quienes han comenzado a presionar amenazando con despidos, encerrando a trabajadores, fichando a aquellos que han acudido a las manifestaciones, entre otras medias.
Hemos recibido diversos mensajes de obreras y obreros que están al pie del cañón en la lucha por sus derechos. Algunos denuncian intentos de despidos, otros piden que no se les deje solos en esta lucha histórica y una insistencia de varios es: “nuestro mensaje tiene que llegar a la presidencia, el presidente tiene que intervenir para solucionar el conflicto a favor de los obreros”. Efectivamente el actual gobierno y la Secretaría de Trabajo tendrían que intervenir a favor de los trabajadores.
La heroica lucha de los obreros de Matamoros debe triunfar, las principales agrupaciones obreras disidentes y que se asumen como parte de un sindicalismo disidente y diferente a la CTM, como es la Nueva Central de Trabajadores, el Sindicato Minero y la Unión Nacional de Trabajadores deberían llamar a acciones en solidaridad con la lucha en las maquilas.
En Matamoros se deberían ir generando acciones y escalando la protesta para el estallido de una huelga general de todos los trabajadores del municipio, para que cese la represión y obligar a la patronal a resolver el conflicto y las peticiones de los obreros.
Es claro que los patrones no quieren ceder y solo lo harán si la fuerza de la clase obrera los obliga a ello. Ellos quieren dividir y descabezar al movimiento para derrotar la lucha. Los trabajadores de Matamoros deben responder como una sola persona defendiendo a cualquier compañero, de cualquier fábrica, que sea reprimido. Se debe discutir en las asambleas que acciones tomar para contrarrestar el boicot de los charros y el esquirolaje que se está promoviendo desde la patronal. Se debe pugnar por que haya una mesa de negociación unificada que atienda las demandas del conjunto de los obreros de la entidad para evitar que nos quieran dispersar y separar en negociaciones locales.
La lucha en las maquiladoras revela de manera nítida que la conciencia entre sectores importantes de la clase obrera está cambiando y que el descontento, que en el pasado se manifestaba de manera velada y subterránea, está saliendo a flote.
Los obreros en Matamoros se han enfrentado a diversas adversidades, a dirigentes sindicales corruptos y que se esconden de sus agremiados, a la patronal que amenaza con despidos y sanciones, pero aun así han dado el ejemplo a seguir a nivel nacional. Todas las organizaciones estudiantiles, sindicales y sociales de izquierda deberíamos volcarnos en su apoyo y solidaridad. Hacemos un llamado para formar comités y realizar acciones de solidaridad con esta lucha.
“No por nada nos llamamos Heroica de Matamoros”, nos comentó una obrera que se siente orgullosa de participar en este movimiento.
Otra trabajadora involucrada en los paros en su empresa, cuando le pedimos que enviara un mensaje a los trabajadores y jóvenes, escribió con palabras sencillas pero profundas:
“Que alcen la voz, que luchen, que no se dejen vencer, somos mayoría y nuestra unión hace la fuerza”.
¡Solución a las demandas de los obreros de Matamoros!
¡Alto a los despidos y amenazas!
¡A preparar una huelga general!