En la empresa de artes gráficas ARTISOL, ubicada en la Calle Argentina entre 6ta y 7ma avenida de Catia -parroquia Sucre Municipio Libertador Caracas, se están presentando situaciones muy graves ya que el empleador por medio de su gerencia ha comenzado un proceso de reducción de personal, que va dirigido principalmente contra las personas de tercera edad que laboran en esta entidad de trabajo.
La empresa pretende salir de unos 16-18 trabajadores (dicho por el gerente general). Ya en el pasado mes diciembre la empresa, de manera arbitraria, despidió a los primeros 4 trabajadores entre los que se incluyen el delegado y la delegada sindical que son los voceros de los trabajadores. La manera de botarlos fue suspenderles el pago de sus utilidades,vacaciones y sus respectivas semanas de trabajo. El gerente de la empresa quien se llama Ángel Martín Toro les dijo que estaban despedidos y que por lo tanto “no los quería ver más en las instalaciones de ARTISOL”.
El gerente en una asamblea con los trabajadores les dijo, deforma arrogante, que “podían hacer lo que les diera la gana pero que en ARTISOLno volverían a trabajar”, que si querían podían ir al Ministerio del Trabajo o traer a la policía pero allí “no se iba a reenganchar a nadie”. No conforme con esto, el mismísimo gerente Ángel Martín le dijo a uno de estos trabajadores -que es una persona de tercera edad- que “ya no servia para nada y más bien debería estar en un container de basura porque para la empresa ya no servia”. A este grado de prepotencia e irrespeto llega el abuso del representante del capitalista dueño de la empresa, que pasa por encima de la dignidad de los trabajadores quienes han pasado gran parte de su vida vendiendo su fuerza de trabajo para el beneficio del patrón.
Muchos de estos trabajadores tienen 20 años o más dentro dela misma y la empresa pretende culminar su relación de trabajo de esta manera: echándolos a la calle. Desde Lucha de Clases repudiamos y rechazamos estas acciones por parte de los capitalistas y sus representantes. Los trabajadores aunque amenazados con retaliaciones por parte de la empresa están dispuestos a luchar por defender su estabilidad laboral y sus puestos de trabajo. Esa es la condición requerida para la necesaria organización y articulación con otros sindicatos en lucha, blindando de esta manera cada batalla particular con un sentido de solidaridad general de la clase obrera. La mejor arma con que cuenta la clase trabajadora es la unidad.