Desde los primeros días del año, estuvo circulando con mucha insistencia la posibilidad de un nuevo aumento salarial, que equipararía los sueldos a medio Petro, en este caso, del Petro fluctuante, ya que así como apareció (sin mayores explicaciones) desapareció el “Petro fijo” -que sirvió para establecer los salarios mínimos del país y el costo de algunos trámites del Estado.
Desde Lucha de Clases exigimos un salario mínimo equivalente a la canasta básica, que debería ser el criterio a aplicar para calcular sueldos suficientes para satisfacer las necesidades de la clase trabajadora, y que además está establecido en el artículo 91 de la Constitución.
Pocos días antes del último aumento salarial, la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores/as (CBST) “exigió” un salario mínimo equivalente a medio Petro. Algunos lo tomaron como una señal que confirmaba los rumores, porque dicha Central no suele pedir más allá de lo que sabe que el gobierno es capaz de conceder.
Pues el anuncio, vía Twiter, del pírrico aumento de 150.000 bolívares a 250.000 del salario y de 150.000 a 200.000 bolívares el cesta ticket cayó como un balde de agua fría para la clase trabajadora en general, con más énfasis en el sector público en particular, que es el que suele cobrar el precario salario mínimo legal.
Frente a esta burla, la Central Bolivariana no se ha pronunciado en lo absoluto. Peor aún, participó en el Foro “Antiimperialista” en la ciudad de Caracas, donde dio algunas “lecciones” sobre cómo combatir el capitalismo, cuando aquí es incapaz de pelear, no ya por el control obrero, la expropiación de las industrias y la banca, sino por un aumento de salario, ni siquiera suficiente, sino por su propia exigencia de medio petro de salario mínimo.
La dirigencia de la CBST renunció a su independencia de clase y se conforma con ser un apéndice del gobierno y una correa de trasmisión de sus órdenes. Es sin duda un obstáculo para la clase trabajadora. Son básicamente esquiroles, traidores a la clase y cómplices de la más terrible precarización y pauperización que ha vivido la clase trabajadora venezolana en su historia.
Mientras cada día trabajadores de diversos sectores y empresas reciben salarios miserables y viven penosas condiciones laborales, esta dirigencia no hace nada ahogando a la clase en una desmoralización y apatía generalizada.
Pero la rueda de la historia no dejará de girar. Los que hoy disfrutan de prebendas del gobierno por traicionar a la clase y obstaculizar las luchas serán barridos por los trabajadores/as, que ya tarde o temprano comienzarán a retomar la confianza en sus propias fuerzas, y que cada día serán más conscientes de que no tienen nada que perder más que sus cadenas.
Pronto los trabajadores del Banco de Venezuela, CANTV, Corpoelec, Fogade, de las artes gráficas, de las industrias básicas, del sector público y privado entrarán en movimiento y le pasarán por encima a los traidores y les echaran al basurero de la historia donde pertenecen.
Y nosotros, desde Lucha de Clases ya estamos y estaremos en esos espacios, dispuestos a llevar hasta las últimas consecuencias cada batalla emprendida. Si estás dispuesto a organizarte y luchar, no lo dudes. ¡Únete a Lucha de Clases! Escríbenos a cmi.venezuela@gmail.com
¡Salario mínimo igual a canasta básica!