El ciudadano Antonio Chambra, quien en el pasado ha sido acusado de presuntos actos de corrupción, tráfico de información y extorsión, es el actual dueño de tiendas TRAKI y por tener este tipo de acusaciones a cuestas, resulta difícil no desconfiar de la legalidad de su proceder (dicen que cuando el río suena, es porque piedras trae).
Gracias a los relatos de trabajadores y trabajadoras de tiendas TRAKI, nos enteramos de lo que sucede en materia laboral en dicha empresa, y de cómo a través de gerentes, sub gerentes y supervisores se violan de manera sistemática los derechos contemplados en la Ley Orgánica del Trabajo de los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT) y de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT).
En primer lugar, hablamos de la paralización por parte del INPSASEL de las elecciones para elegir a los Delegados y Delegadas de Prevención, ya que participaba personal con cargo de supervisor; además estos supervisores no tienen el cargo de manera nominal sino verbal, por esto era complicado saber quiénes eran, sin embargo a pesar de ello ya se encuentran ubicados. Por esta razón el INPSASEL asumió el control de dichas elecciones con la intención de asistirlas de principio a fin, cosa que a decir de los trabajadores y trabajadoras, tampoco dió resultado ya que la empresa continúa saboteando el proceso cambiando horarios, días libres y quitando cargos a ciertos supervisores para que puedan participar en el proceso, de la misma manera han aplicado políticas rotativas de la jornada laboral, (como hacer que la mitad de personal labore durante 15 días corridos, mientras la otra descansa, para que luego la otra mitad asuma la jornada) reduciendo con ello la compensación salarial al personal.
Por ello, en tiendas grandes de la empresa como en la sede El Recreo donde laboran más de 500 trabajadores, no se han llevado a cabo las elecciones para elegir a los Delegados y Delegadas de Prevención, facilitando con ello la violación de la ley y de sus derechos. Tal y como ocurrió el mes de diciembre del pasado año, donde los empleados fueron forzados a laborar un promedio de 12 horas diarias y sin librar los dos días que establece la LOTTT.
No conforme con lo anterior, fuentes obreras nos aseguran que un funcionario del INPSASEL llegó a la tienda TRAKI a solicitar unos adornos navideños, los cuales supuestamente eran un regalo de la empresa a la oficina operativa de la institución, ubicada en la esquina de San Francisco, pero los adornos jamás llegaron a ese destino.
Sin duda estamos en presencia de hechos que resultan sospechosos para los trabajadores, todo esto en un ambiente de incertidumbre donde los mismos se enfrentan constantemente a medidas arbitrarias por parte de la empresa, como lo es la suspensión por tres días, sin paga por cualquier acto que los “jefes” consideren que son faltas.
Otra de las cosas que aseguran los trabajadores de dicha empresa, es que esta cuenta con una coordinación de seguridad y salud y un pequeño consultorio, cuyo médico solo va dos días a la semana y generalmente para hacer los exámenes pre y post vacacional, es decir, que no cumple con lo establecido en la norma legal. Así mismo el protocolo de bioseguridad exigido por el INPSASEL y el Programa de Seguridad y Salud en el Trabajo, son total y completamente desconocidos por los trabajadores y trabajadoras.
Las condiciones de trabajo en esta empresa son realmente lamentables en cuanto a salud laboral. La mayoría del personal labora de pie durante toda la jornada y sin abrigos, los cuales están prohibidos a pesar de las bajas temperaturas en la tienda. Este tipo de condiciones, pueden ocasionar enfermedades que solo se harán visibles al pasar del tiempo. De la misma manera, no se practican las pausas activas para minimizar el impacto a la salud, la parte patronal del comité de seguridad y salud se hace de oídos sordos a las solicitudes de los y las delegadas de prevención, así mismo hay una práctica de acoso y hostigamiento por parte de los gerentes o de algunos supervisores aspirantes a obtener el cargo nominal. De igual manera no cumplen con la formación de los trabajadores y trabajadoras como reza en ley.
Lo anterior no es nuevo ni extraño, desde hace mucho tiempo se viene violando la norma legal, no solo la LOTTT y la LOPCYMAT sino otras leyes, y ahora con la nueva ley “anti bloqueo” y el esperpento memorando 2792, estás prácticas se acentúan.
Es lamentable lo que ocurre en esta empresa, así como lo que ocurre en otros centros de trabajo, sin embargo las tiendas TRAKI no son la guinda de la torta (hay muchas otras), sin mencionar los centros de trabajo de las distintas instituciones de gobierno, las cuales sí son las verdaderas guindas de la torta, no solo por las condiciones de trabajo sino por los miserables sueldos a los que se ven sometidos los empleados públicos.
Con esta actitud que lleva adelante el INPSASEL no se puede esperar absolutamente nada en defensa de los trabajadores y trabajadoras de TRAKI.
El INPSASEL por ejemplo, además de ser el órgano gestor de la política en materia de seguridad y salud laboral, pasó a ser el órgano gestor, pero de la salud monetaria de los empleadores. Ahora solo se dedican a hacer inspecciones a pequeños comercios y a exigirles el protocolo de bioseguridad y el PSST, lo cual raya en lo absurdo ya que ni el INPSASEL como órgano gestor ni el ministerio del trabajo como órgano rector, cumplen con estos requisitos entre otros. Lo cierto es que mientras grandes empresarios como Antonio Chambra (dueño de TRAKI), disfrutan a sus anchas de las ganancias y de la complicidad de los órganos del Estado, lo hacen a expensas de los trabajadores.
Por otra parte, hace unos días se nos hizo llegar la información de que la dotación de botas de seguridad para el personal de la unidad operativa del INPSASEL, llegó a la sede central y fueron embaladas para el personal de inspecciones y educación, pero solo se entregaron unas cuantas a las inspecciones y no se entregó ninguna dotación al personal de educación, del resto faltante nadie sabe.
Ésto es solo una pequeña muestra de lo que viene ocurriendo en las empresas privadas y públicas, pero que además reflejan el rumbo liberal burgués que lleva adelante el gobierno de Nicolás Maduro en franca alianza con la derecha y en abierto ataque a la crítica por la izquierda, como lo que viene ocurriendo con el Partido Comunista de Venezuela, los que hacen vida en la Alternativa Popular Revolucionaria (APR) y todo aquel que ose disentir y criticar el rumbo liberal y de conciliación de clase que lleva adelante el gobierno. No basta un discurso seudoizquierdista por parte de la burocracia gubernamental, cuando las acciones demuestran lo contrario.
En nombre de una ficticia recuperación económica mantienen a la clase trabajadora con bonos, mientras entregan las empresas nacionalizadas a la burguesía tradicional y a la supuesta burguesía revolucionaria, de la misma manera desalojan campesinos de sus tierras, estudiantes de sus residencias, encarcelan a los que denuncian corrupción, a los dirigentes sindicales y a todos aquellos que reclamen sus derechos, como un salario digno, cuando lo que deberían hacer (si es que se consideran de izquierda), es cumplir con el artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y decretar aumento de salario igual a la canasta básica con escala móvil, nacionalizar la banca, crear un sistema único público de salud, garantizar una educación pública, gratuita y de calidad, una gestión en salud laboral y de prevención en todos los centros laborales públicos y privados, todo esto bajo control obrero y popular creando comisiones de auditoría que permitan el control y seguimiento de la gestión; en vez de poner las empresas nacionales en manos de los burgueses “patriotas y revolucionarios”. Es decir, es necesario profundizar la revolución hacia el socialismo, para el pueblo y con el pueblo.
El pueblo es sabio y paciente, como decía Alí, pero en cualquier momento ese descontento puede explotar bajo la angustia de no conseguir el sustento diario, y si esto ocurre, no habrá nada que lo detenga.
Hoy en día, no siendo suficiente las medidas anti populares, anti obreras y de conciliación de clase que lleva adelante el gobierno con la derecha, el ataque contra la izquierda revolucionaria es franco y abierto, desde las elecciones del pasado 6 de diciembre este ataque ha sido dirigido por el mismo presidente Maduro, tal y como quedó evidenciado el sus declaraciones del 23 de enero y en las últimas ofrecidas por Jorge Rodríguez el 4F en la Asamblea Nacional, donde en respuesta al diputado Oscar Figuera, Rodríguez le puso “orden de captura” a todo aquel que por la izquierda haga críticas a las políticas económicas del gobierno.
Por todas estas razones, debemos seguir construyendo una alternativa que logre recoger el descontento que existe en las grandes mayorías desposeídas, para llevar la lucha por la construcción del verdadero socialismo y no de la pantomima que lleva adelante el gobierno nacional. En ese sentido, debemos seguir construyendo la APR y dotarla de un programa revolucionario y socialista.
¡Por el rescate de la revolución socialista en Venezuela!
¡Sigamos construyendo la Alternativa Popular Revolucionaria!
¡Únete a Lucha de Clases!