Todo partido revolucionario, antes de realizar su Congreso pasa por una etapa pre-Congreso. Este período debería ser por lo menos de tres meses, para la divulgación de todos los documentos a discutir, elaborados por la comisión organizadora para su discusión en los organismos de base, a toda la militancia, que tiene pleno derecho a hacer observaciones y propuestas pertinentes.
La APR, pese a ser una reunión de partidos y factores de izquierda, que recoge la diversidad de ideas y criterios de la izquierda venezolana, no escapa de esta realidad. Se viene anunciando la preparación de un Congreso nacional, o quizás Congreso nacional/federal, sea el nombre más apropiado, pues a pesar de que la APR es una instancia unitaria, a su vez respeta la autonomía que debe tener cada partido o factor que la integra, y por ello será un Congreso a la misma vez nacional y federal.
De hecho, este es un proyecto en formación que viene integrando en su seno una serie de partidos nacionales, regionales, organizaciones sociales, colectivas, corrientes etc., con importantes coincidencias políticas, aunque también diferencias políticas, respetando siempre la vida propia de cada partido o factor.
Camaradas, estamos marcando un hito. Por primera vez en la historia contemporánea de la izquierda venezolana, se está construyendo una instancia unitaria política, más allá de la coyuntura electoral, con la idea de su máxima permanencia en el tiempo.
Por fin la izquierda venezolana da pasos decisivos, para construir una instancia federal, democrática, plural y participativa, que ya desde hace tiempo existen en otras latitudes, como es el ejemplo de Izquierda Unida en España y el Frente Amplio del Uruguay.
Un paso justo y necesario que tiene que alejarse de vicios terriblemente dañinos para otras organizaciones en el pasado; instancias supuestamente unitarias que han pretendido erigirse como representativas de la izquierda venezolana. Por ejemplo, esto ha sucedido mucho en el llamado Polo Patriótico, en donde el PSUV, por ser el partido de mayor peso político y mayor número de militantes, usaba esto como pretexto para imponerle a los demás partidos la agenda política, la agenda electoral, etc. No existía discusión real alguna, no se aceptaba la crítica, ni la autocritica, solo se hacia lo que decía la dirección burocrática del PSUV.
Y lo estamos diciendo quienes precisamente participamos en esa instancia y fuimos víctimas de muchos de esos abusos burocráticos, criminalizados por decir muchas veces verdades incomodas a cúpulas acomodadas. Fuimos víctimas de imposiciones, del caudillismo, lo cual no es cónsono con una verdadera política revolucionaria.
Cabe destacar que, en medio de las dificultades propias de un país bloqueado que atraviesa la quizás peor crisis de la historia del capitalismo, ahora azotado bajo una pandemia, con recursos propios sumamente limitados, estamos tratando, con el mayor esfuerzo humano y militante, de construir una solida referencia de izquierda para los trabajadores, los campesinos, las amas de casa, los estudiantes, los indígenas, la comunidad LGTB, para todas las capas excluidas y explotadas de nuestra sociedad.
Y para ello la comisión nacional de la APR se está esforzando día a día, para construir en colectivo unos documentos que luego serán bajados a las coordinaciones regionales y de allí a toda la militancia. Preliminarmente se conoció que la comisión nacional aprobó que los organismos de base unitaria en donde se centrarán las discusiones pre-congreso serán los Núcleos Populares Revolucionarios. Lo más consonó es que estas estructuras existan en relación al lugar de residencia, lugar de trabajo o de estudio de los miembros locales de la APR. Confiamos que de acuerdo a nuestras propias realidades, cada estado tendrá un número determinado de estos Lo ideal sería por lo menos uno por municipio.
De estos núcleos se eligirán los delegados al Congreso. En el Núcleo Popular Revolucionario se deberán discutir el manifiesto político de la APR, el cual se prevé caracterice la situación nacional e internacional y plantee una línea política unitaria; unos estatutos que normen la vida de la organización a nivel nacional, válido para todas las regiones y municipios, de donde se desprenderá cuáles son nuestras estructuras organizativas nacional y regional, municipal, el régimen de sanciones entre otros; y finalmente un programa unitario para la transformación radical de la sociedad, para la construcción del socialismo proletario. Luego los delegados electos, habiéndose agotado estos 3 meses de discusión previa, llevarán todas las propuestas y observaciones al congreso nacional que se reunirá en Caracas.
Preliminarmente también se sabe que por la emergencia de Covid-19, lo más probable es que este congreso tenga un carácter dual, es decir entre presencial y en línea, con un limitado número de delegados nacionales, para evitar aglomeraciones. Finalmente, es necesario resaltar que sin duda todos los planteamientos acá descritos, serán clarificados y ampliados por la comisión nacional de la APR, en el lanzamiento de la agenda del Congreso nacional de la APR. Los partidos y factores que integran la comisión nacional tienen previsto hacer el llamamiento al Congreso para el 19 de abril del año en curso, en donde resaltarán cómo será la dinámica del mismo, su duración y fecha a realizar. Por el socialismo proletario, hasta la victoria siempre camaradas, venceremos.
Jorge González
Célula Barquisimeto de la Corriente Marxista Lucha de Clases
Estado Lara